TELEVISION, SANTOS

TELEVISION, SANTOS




Este hombre estaba convencido que un grupo de jugadores de balón pie eran los representantes de su país. Cosa absurda porque estas personas son solamente un producto que se compra y se vende. El más representativo de un país debiera ser por ejemplo un indígena o un campesino, sí el que te da de comer.




Pero para él no había peros y a lo largo de cuatro años que llega la fiesta comercial del fut bol ahorraba hasta quedarse privado de sus alimentos o incluso se escondía para no pagar la renta.








Cuando llegó el tiempo decidió romper su cochinito y fue contando las monedas y billetes que sumados a lápiz le daba una cantidad que le permitía acudir con el comerciante que te la mete en abonos chiquitos.



Pidió por la fuerza que le daba su propio dinero que le llevarán la mejor pantalla de televisión. Una vez instalada se sentó a mirar las bellas imágenes de ciertos pelafustanes que eran endiosados hasta el cansancio, hombres cuyo mérito en la vida es meter una pelota a una red. Puta sí que gran aporte a la humanidad completa.




La tarde que se jugaría la final, el hombre alienado y con cara de bobo, llegó a su casa para darse cuenta que había un gran revuelo de personas. Se presumía que un temblor de gran magnitud derrumbó una parte de la ciudad mierda. No fue así, las personas estaban alarmadas porque los muertos estaban reviviendo.


Resulta que todos los que estaban en el panteón recibieron una señal en su frente amplia y uno a uno comenzaron a levantarse. Entonces el problema fue acrecentándose, a las pinches autoridades se les vino encima el mundo por el súbito aumento de la población que era más grande que si los pinches gringos regresaran a los miles y miles de aztecas que se fueron huyendo de México por tanta hambre, gracias a los corruptos del PRI.



Y gracias al sistema pútrido que los privó de lo más elemental : casa, vestido y sustento.








Uno de estos muertos decidió que ocuparía nuevamente su departamento en donde vivía el cara de bobo y que se llamaba Emilio. El muerto era mujer, entonces era una muerta. Se le conoció en el mundo como la O. Ella con unas fuerzas descomunales que adquieren por el tiempo de estar recostados en el interior de un féretro, le metió a la caja de la energía unos pasadores que provocó un corto circuito y logró alcanzar varias viviendas.



Se hizo la confusión y mientras tanto las pinches autoridades se daban a la tarea de entregar cupones para los recién llegados y aprovechando su engaño, los afiliaron a un partiducho que le dicen de la Revolución democrática.

A los muertos le valía un pito la democracia y la justica social. Para eso es que habían muerto y no necesitaban de prebenda alguna. Lo que si se notó que estos difuntos cobrarían más tarde cuentas pendientes.



Luego del corto circuito que provocó la O, decidio cargar con la televisión que compró el bobo. Y justamente se la llevó con todo y su manual la tarde que los ratones competirían con unos señores bien alimentados, y bastante mamados.









El cara de bobo sintió como una tragedia lo que le sucedía.Después de enterarse acudió a las pinches autoridades para dar parte sobre el robo de su aparato. Los ahí presentes no se podían explicar que un muerto a muerta se hubiera robado una televisión así que lo dieron por loco.


Pasando a otro sueño les puedo decir que otro hombre está a la espera de que le entreguen los monigotes de un santo. Es arte sacro y se lo entregarán a cambio de una flores que le son traídas desde la mera Holanda. Se acerca una hermana con un San Martín y se lo entrega. Le dice también que le ponga una veladora porque este santo hace milagros. Le pregunta si tiene una petición que hacerle. Le dice que desea que no se derrame más sangre y que nadie mienta, ni los vivos , ni los muertos.


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
23 de noviembre de 2010.
Estados Unidos Mexicanos.

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