Mar, lienzo charro, cantante, Miguel, enfermos en sus camas que después cantan.

Mar, lienzo charro, cantante, Miguel, enfermos en sus camas que después cantan.





























Usted se encuentra en medio del inmenso mar. El mar es verdoso. Flota.

Son aproximadamente las tres de la tarde, el sol pega a plomo.

Usted se pregunta como llego a mitad del oceáno. No se lo explica. Piensa que la única manera de salir será nadándo . Pero el problema estriba que sólo lo sabe hacer de a perrito.
Siente el subir y el bajar del agua es una especie de hamaca, el agua se desplaza en tal monotonía.

Cuanta energía y nadie la aprovecha.

Comienza a nadar. A medida que lo hace se va hundíendo. Baja como unos quince metros. No necesita aire, ni artefactos artificiales para respirar. Mira los peces, los grandes cardúmenes. Los peces le miran están intrigados por su presencia , pasa a su lado un pez blanco con ojos rojos.

Usted quisiera quedarse y no volver. Aquí sabe que todo es tranquilidad, mucha calma. Nadie le incrimina y nadie le reclama.

Una mujer vestida de charra se acerca a usted. Le dice que ya tiene los boletos para asistir a la fiesta de los toros y los caballos.

Sí está bien vámos.

Entran a un lienzo. Hay un letrero que dice bienvenidos. Tlaxcala los recibe con gusto. Buscan un lugar apropiado. Se sientan. Esperan. En tanto lo hacen un grupo musical canta canciones de Jalisco. Usted le dice a la mujer que se quite el sombrero porque no le deja ver nada. La mujer se lo quita, usted le dice que le gustan sus trenzas. Las trenzas las arregló con listones tricolores. Ella tiene la boca pintada de colorete.

Enfrente un gordo de barriga grande y con una cerveza en la mano le dice que hace mal en acompañar a esa mujer. Y le grita: Alfredo, Alfredo. ¡ Ni andes con ella ¡ Esa vieja ya fue mía.
Usted le pregunta a la charra de trenzas tricolores.

Dice que fuiste suya.

La mujer le dice que ese gordo de asco está loco. Brincos diera el desgraciado porque yo hubiera sido suya.

Entonces usted se levanta y comienza a preguntarles a todos los presentes a las fiesta charra que sí saben algo.

Muchos le dicen que sí. Que efectivamente el gordo tiene razón. Y que sí fue suya.

Ya viste?. Todos dicen que sí fuiste de él.

Bueno sí está bien. Sí fui de él pero eso ya pasó. Ahora ya soy tuya.

Dicho esto usted decide no sentarse. Pero acierta a decirle a la charra que no le gustan las mujeres que han sido usadas por otros.

Pués sí no te gusta te puedes ir a la mierda. Usted le dá un trago a su cerveza, arroja el envase, el envase se rompe. Luego se va del lienzo charro y sin haber visto ninguna de las suertes de a caballo..

Eugenia está cantándo canciones en inglés.Usted le pregunta por la razón de que ahora cante en inglés. Es que estoy haciéndole un homenaje a Janis Joplin. Está bien Eugenia. A mí me gustaría que regresarán aquellos tiempos en dónde Enrique Guzmán cantaba popotitos. Huy Alfredo esos tiempos ya no se repetirán.

Y tú como lo sabes?

Porque yo sé le responde categórica.

Ahora se encuentra acostado en una cama. Está atravesado. En esa recámara hay muchas personas que hablan y hablan. Entra uno llamado Miguel. Luego se escucha una voz en off que dice que Miguel ha sucumbido a los olores de la Tita. Miguel mira por todo el sitio y le pregunta que sí sabe en dónde está la Tita.
La Tita?.

La dejé en un hotel en los brazos de otro.

Miguel se enoja y le dice que eso no es verdad. Entonces usted le arroja varios jabones Jardines de California, se lo tira al suelo y le dice que sí no le cree entonces porque tiene los jabones del hotel?.

Y sabe usté Miguel la Tita huele bien rico antes y después.

Miguel se enoja y sale abruptamente. Usted ni se inmuta, sigue horizontal en la misma cama.

Más tarde usted viaja en un carro acompañado de otros dos. Uno de ellos va regañando al otro. Le dice que nunca debió abandonar la terapia. El otro escucha y recibe los catorrazos.
El auto se detiene. Se bajan todos. Entran a un local. En el lugar hay muchas camas. De esas camas como las que se usaban en la segunda guerra mundial. Las camas están ocupadas por enfermos de todos tipos. Este por ejemplo está enfermo del hígado. Este otro tiene llagas en las piernas y espalda, este, tiene cáncer y este de por acá tiene podridos los huevos, y este otro se encuentra con hepatitis.


Las camas están divididas en dos grupos. El primero es de hombre, el otro es de mujeres.

De pronto los enfernos se sientan en las camas y comienzan a cantar. El hombre que les acompañaba hace rato está vendado de todo el cuerpo. Este también canta una especie de espiritual.
Por su parte las mujeres también les siguen. Cabe decir que todas están encueradas. Se les pueden ver sus carnes guangas a casi todas. No hay ninguna que sea rescatable.

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
11 de Julio de 2014.
Estados Unidos mexicanos.




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