Pescado frito, zapatos negros, puerta amarilla, dinero, libro sobre Pancho Villa.

Pescado frito, zapatos negros, puerta amarilla, dinero, libro sobre Pancho Villa.



































Andele guerito ya está listo su pescado ¡ Me dice la señorita morena.

Ujulé se ve bueno¡

Sí?
Se sonríe…

Le va a gustar¡

Está preparado al estilo Campeche ¡

No tendrá acaso un limoncito?

Sí claro que sí¡

Comienzo a buscar la manera de quitarle las espinas a este pescado. Le doy el primer bocado.

En verdad está muy bueno.

Esta fondita a las orillas de la costanera quedará registrada para volver.

Después de la comida salgo a la pequeña terraza. Me siento en esta silla tejida con bejuco, le doy traguitos a mi cerveza y miro como se oculta el sol, y miro las tonalidades de amarillos y rojos….


Estoy boleando mis zapatos. Con un cepillo tomo grasa y se las voy embarrando paulatinamente. Lo hago con los dos zapatos. Porque no se ven bien uno boleado y el otro no.

Me dice Cuauthémoc que quiere que lo acompañe a ver a unas personas pero que no tiene zapatos presentables. De cuando en cuando mira como están quedando los míos.

Y porque no te compras unos?

Lo que sucede es que soy un triste desempleado.

Lo que podemos hacer por vía de mientras es que yo te preste mis zapatos.

Pero y tú?

Por mí no te preocupes. Yo no tengo que ver a nadie.

Anda mídetelos¡

De qué número eres?

Del seis.

Cuauthémoc se los pode y le quedan bien.

Salímos. El va con mis zapatos y yo voy en calcetines…


Es una verdadera joda esto de trabajar en los sueños.

Una mujer que es actriz y a la que le traigo unas ganas infinitas me lleva a su casa.

Al entrar veo que el departamento está en reparación.

Las puertas del baño estás sueltas.

Ella me dice que quiere hacer del uno pero que no lo hace con seguridad porque su baño no tiene puertas.

Por mí no te preocupes puedes hacer lo que quieras a mí no me avergüenza.

Seguro?

Sí seguro.

Acto seguido se mete al baño, se baja los calzones y escucho el chisguete de su chis.

Ya te lavaste las manos le digo?

Sí en un momento.

Ella sale.

Mira, colocar estas puertas no son la gran ciencia. Sí tienes un desarmador y un martillo yo mismo te las pongo.

La mujer suelta la risotada¡

De qué te ríes?

De que tú mismo me las pones¡

Las puertas mujer, las puertas.

Ella se va…

Regresa a los tres minutos con 25 segundos.

Toma te sirve esto?

Sí ahora veremos.

Y comienzo con el trabajo.

Ella me dice que hará ejercicio.

Sí.

Pasaron dos horas y la llamo:

Ven Lucila, ya quedó¡

Ay Alfredo que bien te quedaron¡


Y no hacen ruido¡

Ahora sí voy a estar a gusto.


Tengo mi pantalón gris sobre la cama.

Me voy a cambiar.

Al agarrarlo mal comienzan a caer muchas monedas de oro.

El gato me mira.

Que me miras?

Te gustan las monedas?

Fíjate gato que yo uso el dinero como una herramienta.Nada más.

Porque el dinero es una mierda del infierno.

El gato me mira.

Recojo las monedas.

Me pongo el pantalón y me agacho bajo la cama para recoger el oro.


Que hace usted aquí me pregunta un señor bigotón¡

Me encuentro en la torre del edificio de Comercio Exterior.

Ando en busca de una carta que dicen me llegó hace unos días.

Que carta?

Una carta dirigida a mí¡

Con su nombre y todo?

Sí con todo¡

Pero este es el lugar de otra persona.

Sí ya sé pero es que hace 20 años esté era mi lugar.

Usted trabajó aquí hace 20 años?

Sí.

Por eso le digo lo de la carta.

Anoche tuve un sueño y en el sueño vi que me mandaban una carta. Es por eso que la estoy buscando.

Ah¡ Porque ya lo iba a remitir.

Vamos le ayudaré a buscarla.

Comenzamos por quitar una montaña de papeles. Veo las escrituras de una casa.

En la búsqueda el hombre me platica:

Yo soy de Tepehuanes.


Ah sí?

Fíjese que mi papá también era de Tepehuanes.

Que bien ¡

Somos paisanos.

Mi familia se vino de Tepehuanes cuando yo era niño me dijo.

Llegamos a esta colonia Condesa hace como unos cuarenta años.

Al principio todos se reían de mí porque me decían que me parecía a Pancho Villa.

Y qué cree usted?

Qué señor ?

Que no es que me pareciera a Pancho Villa.

No?

No Yo soy Pancho Villa¡

Pongo mi mano sobre la boca y lo escudriño.

Si tiene mucho parecido, su fisonomía le dá un cierto aire..

Espéreme no me tardo.

Se mete a uno de los departamentos grises . Se tarda un poco pero yo no tengo prisa.

Sale vestido con otra ropa. Una cotorina verde olivo. Mire¡

Y me entrega un libro escrito en inglés por un norteamericano de apellido Helms.

Este me lo dedicó el amigo Helms hace mucho.

Vea las fotografías.

Hojeo el ejemplar. Y sí en efecto miro las fotos y luego lo miro a él.

Oiga señor Pancho pués mucho gusto.

Y ahora a que se dedica usted?

Yo?

A escuchar música clásica. Me perdí de mucho. Y ahora quiero recuperar el tiempo perdido.

Me puedo llevar el libro?

Sí también le voy a regalar unos discos que ya se rayaron de tanto que lo escuché.

Salimos por un pasillo oscuro.

Una mujer que cruza le dice:

Adiós Don Pancho..



Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
11 de enero de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.






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