Canción, gatos, Gilda, pastillas de limón.

Canción, gatos, Gilda, pastillas de limón.



























Debo cruzar la puerta que divide las dos casas. La razón por la que tengo que hacerlo porque me está jalando la voz y la melodía de una canción que hasta ese momento no había escuchado.


Cruzo el antiguo patio y veo a Eduardo. Le pregunto sobre la canción que escuché hace unos momentos a través de los aires. Ah sí la canción.. La acabo de componer. ¿Te gusto?. Sí es una canción magnífica. Me dice Eduardo: Te la voy a cantar completa. Me siento en la orilla, saco un cigarro, lo enciendo y le doy una pitada.

Comienzo a escuchar atentamente la letra y los acordes. Al terminar Eduardo me pregunta que me pareció. Pues muy buena. Me recordó la manera en que componía Tata Nacho. Eso debe de ser porque yo lo admiraba me dice Eduardo. Es posible sí. Lo que me gustó de la canción es que usaste los ingredientes exactos. Es decir la sencillez. A veces hay compositores que intentan hacer obras complicadas y lo único que logran es que te caigan en la punta de las bolas. Pues agradezco tus comentarios. No que va. La canción es buena.

Eduardo se levanta de pronto y deja su guitarra al mismo tiempo que me dice: ¡ Los gatos ¡.

Acompaño a Eduardo a la cocina. Busca algún sartén y veo como les prepara el guiso a los felinos. Los gatos van llegando al percibir el olor de su comida.

Ahora vivo en una casa diferente. Es una casa que tiene las ventanas ovaladas. Se asoma Gilda y otra mujer. Ellas estuvieron conmigo en la Preparatoria. Me saludan y bajo a abrir la puerta. Las abrazo con emoción a pesar de que no las veía desde 1979. ¿Que andan haciendo por acá? ¿Cómo me encontraron? Nos dieron señas de ti y decidimos buscarte. Pues pasan vengan. Y subimos.

La fría está echada sobre la cama. Me reclama con su voz de guacamaya ¿qué porqué le pedí al doctor unas pastillas de limón? Lo que tú nececitas son pastillas de naranja. Da lo mismo. Me fastidias cabrona ¡ siempre con tus cantaletas y tus quejidos. Que sí esto y qué sí aquello.

Me subo encima de ella y le froto la credencial médica y le digo: Míra aquí dice que el doctor me recetó pastillas de limón, la fecha y su firma.¿ La miras? ¿La miras?..


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
6 de mayo de 2014.
Estados Unidos Méxicanos.



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