Manos embarradas de grasa y mierda, lavando unas mesas, el piso mientras canto usted es la culpable, jóvenes en la azotea aledaña a la casa de mi abuela que me insultan.

Manos embarradas de grasa y mierda, lavando unas mesas, el piso mientras canto usted es la culpable, jóvenes en la azotea aledaña a la casa de mi abuela que me insultan.























Que cosa es esto me pregunte ahora que me miro las manos embarradas con grasa y mierda?

No soporto esto. Nunca me ha gustado tener las manos sucias y menos con mierda.

Busco una toma de agua pero antes debo de encontrar el jabón o un tipo de sustancia que me pueda quitar esta porquería de las manos.

Entro a un baño.

Busco el grifo. Abro la llave y dejo que caiga un poco. Vierto el polvo de jabón y comienzo a frotar. El agua se torna negra, más negra que mi suerte.

Dicen que soñar con mierda es de buena suerte. No saben lo que dicen porque nunca se han embarrado las manos.

Me lavo dos o tres veces , veo que va desapareciendo esta mugre. Mis uñas se penetraron y no puedo quitar esta porquería. La limpieza no fue absoluta pero algo es algo.

Este es un pasillo. Estoy en un segundo piso. Que tenemos aquí? Tres mesas. Las mesas estás sucias. Parece que a nadie le gusta la limpieza. Voy a lavarlas también al igual que mis manos.

Regreso por el jabón. Necesito una escobeta.

Busco en un mueble. Precisamente encuentro lo que quiero. También me llevo un trapo.

Subo la escalera. Veo las mesas sucias.

Vierto el polvo del jabón sobre las tablas, luego un poco de agua. Comienzo a tallarla. El jabón se vuelve espuma. Es espuma con lodo, con lodo y mugre.

La espuma se resbala y cae en el piso.

Necesito cantar. Me dormí con una preocupación muy grande, necesito cantar.

Usted es la culpable de todas mis angustias y todos mis quebrantos, usted llenó mi vida de dulces inquietudes y amargos desencantos.

Todo el piso se lleno de agua con jabón.

Debo de limpiarlo también.

Jaló el agua, el agua escurre por las escaleras.

Tomo el trapo, seco el piso.

Las mesas quedaron muy bien. Todo está limpio.

Continúo cantando:

Su amor es como un grito que llevo aquí en mi alma y aquí en mi corazón¡


Este par está en la azotea aledaña a la casa de mi abuela.

Ahora verán¡

Camino rápido en su busca. Les digo porque me están fotografiando?

Ellos, los dos ambos portan en sus pechos sendas cámaras.

Me responden con insultos. Y me dicen que me atenga a lo que suceda.

Decido subir. Subir como le hacía yo de muchacho. Es decir trepando por los pilares grises, daba un salto y me pepenaba con los pies, luego en saltitos de rana subía despacio hasta que podía agarrar una vertiente.

Después daba un ultimo impulso y ya estaba en la azotea.

Los individuos hablan entre sí, discuten por las fotografías. Los dos me odian , se le nota. Se empujan, se dicen, se empujan y se dicen. Después se trenzan en una lucha como sí fueran gatos furiosos.

Al verlos pelear desisto de subir.

Necesito aire fresco.

Decido salir de esto.

Veo la calle. En este interior hay muchas personas. Le meto un empujón a uno de ellos. Una mujer con los pechos al aire de pelo rojo pasa a mi lado. No la conozco…



Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
8 de Marzo de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.





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