JESUS ,BOGOTA.

JESUS ,BOGOTA.







Usted lo puede ven con el andar típico de los borrachos. Se llama Jesús, es borracho,le gusta la mariguana e ingiere alcohol del 96. Le dice que tiene oficio y que se encuentra casi por cumplir las seis décadas. En ocasiones se le puede ver en las calles en su ahogo retándo a cuanta gente pasa, les insulta. Pareciera que tiene un motivo de enojo muy grande.


Jesús dice que uno de sus pleitos le llevó a parar a la cárcel. Le cuenta que tiene líos de pleito casado con un tintorero. Una ocasión el hombre que plancha trajes se encontró a la mujer de Jesús, le dijo que su esposo era un hombre con mucha agresividad, quien sabe que toman que los hace otras personas. La señora le dijo que ella no tomaba que en todo caso le reclamara a su marido.


Así lo hizo y se lo contó a Jesús.


No paso ni una tarde que Jesús empinó el codo y recostado jugaba con el control de la tv. De pronto recordó o se le vino a la cabeza la cara del tintorero. Así que buscó un cuchillo y un pedazo de trapo. Salió a la calle y fue en su busca.


Por su parte el otro hombre realizaba sus labores de planchar pantalones y acomodar lo que iba saliendo. Llegó Jesus y le comenzó a reclamar, le amenazó con su filetero. Se hicieron de palabras y comenzaron a mentarse la madre. En el forcejeo el tintorero logró quitarle el arma a Jesús y llamó a la policía.


Antes de que estos hechos Jesús logró una chambita. Una señora le requirió para que le hiciera un trabajo de soldar no sabe usted que cosa. Le dijo que por el trabajo le cobraría 200 pesos. La mujer sacó un billete de a dos y se lo entregó. El señor le dijo que le diera solamente 100 y que al terminar el trabajo le pagara el resto. La mujer no acepto y le entregó el billete grande.


Jesus se dirigió a comprar una lámina que le costó 100 pesos, el billete de cambio se lo guardó en la bolsa derecha del pantalón.


Cuando llegaron los genízaros a ver que había pasado el tintorero les explicó y les entregó el cuchillo con que Jesús le amenazó. Los policías le preguntaron si le había robado algo. Dijo que nó.

Los policías le explicaron que si decía esto en el ministerio público al agresor le dejarían libre. También le preguntaron sobre las señas particulares del individuo que le atacó. Sí es ese que esta parado atrás de la patrulla. Los patrulleros de inmediato le agarraron y le subieron a la unidad policiaca.



Hurgaron en los pantalones del Chicho y le encontraron los cien pesos que obtuvo de cambio. Después se le llevó a la oficina de donde se ejerce la legalidad. Jesus inquirió a la del ministerio público e incluso hasta le mentó la madre dicendole que no era rata. Que él solamente era agresivo, tomaba alcohol del 96, tomaba cerveza y fumaba grifa pero ratero eso nó.



Se hizo el papeleo y se le consignó al reclusorio. Ahí lo sentenciaron a tres años y medio por el delito de agresiones y robo. Jesus nunca aceptó su delito y se lamentaba que le metieron al tambo por cien pesos que eran de él.



Hay una línea extraña que divide lo real de los sueños. Quien sabe qué le llevó anoche hasta la ciudad de Bogotá.







Llegó a una zona en donde hay cantinas. El sitio estaba a medio iluminar. Eran dos locales encontrados en donde un ramo de mujeres se paseaban entre las mesas ofreciendo de beber. Usted entró tímido porque no sabía que se iba a encontrar. Una mujer en falda corta le ofreció un trago que usted ingirió de inmediato.



Se sentó en el lado derecho del tugurio y comenzó a beber. Sus ojos descubrieron que al lado de usted se podía divisar las siluetas de un hombre y de una mujer que tomaban sus tragos, se daban besos y platicaban. Ellos dos tenía el porte de las gentes colombianas. Son muy parecidos a ustedes, de sangre caliente y alegres.


El hombre miró para su izquierda y sin más sacó un arma que lanzaba rayos azules. Disparó y casi
Le acierta a su cabeza. Y esto se debió a que Eduardo Capetillo vió la intención y se arrojó encima de usted salvándole la vida. El señor que disparó salío bastante enojado por no haberle matado y volvió nuevamente a disparar su arma de rayos.


Le agradeció a Capetillo por haberle salvado la vida.


Pasado el susto y el momento ahora va cargando un costal de yute. En él lleva cargado todas las culpas y las malas acciones. Un hombre le indica que si quiere o es su deseo puede pasar a mirar al museo nacional. Decide hacerlo , sus ojos van descubriendo las maravillas precolombinas que los colombianos han rescatado de su suelo patrio.


En esas anda cuando escucha el llamado de Montserrat. Es su hija menor que está detrás de una puerta. Acude para verle pero solo está su voz. En su intención de encontrarle se voltea o gira sin percatarse que detrás hay una estatua de cristal que se viene abajo y estalla en cientos de pedazos también lumínicos.


De inmediato se acercan los señores del museo y les explica que fue un accidente. Que Al voltear la estatua cedió y se rompió. Ellos al saber su nacionalidad deciden no hacerle cargo alguno.


Sale a la calle y sigue con su pendiente. Regresa nuevamente al tugurio y ahí se encuentra a Montserrat. Ella se encuentra recargada sobre de un muro. Un señor de rostro patibulario se le acerca y le dice cosas obsenas. Usted se acerca y le dice groseramente que se vaya a chingar a su madre. El hombre borracho con la mirada turbia se aleja levantando la mano.


Montserrat le dice que ya encontró trabajo en una casa lavándo platos. Le dice que se regrese a México. Que como se le ocurre conseguir un trabajo de gata cuando ella está por terminar su carrera universitaria.


Al verse solo decide acudir al sitio donde le ofrecieron el trabajo. Es una casa que se encuentra en lo alto de una vereda. Sale un señor que le dice que se quede a trabajar. Le saca una bolsa de detergente y un estropajo. Usted comienza a lavar los platos, sus manos comienza a ponerse moradas. Es que hace un frió tremendo. El colombiano se rié y le dice que ya le habían contado que los mexicanos son muy delicados de sus manitas, al mismo tiempo que se va riéndose el muy cabrón.


Horas más tarde el mismo señor y le dice que no vaya a dejar salir a la calle a sus gatitos que acaban de nacer. Ellos se encuentra saltándo en medio de las camas. Intenta agarrarles pero los felinitos salen destapados por todas partes.


Le dice al hombre que debe hablar con el. Que es el último día que trabaja lavándo trastes. Le dice que se regresara a México . El hombre hace intentos en que se quede en su trabajo y le ofrece que le ayude en otra actividad.


Usted le pregunta de que se trata. Este le dice que está formándo un juego de estampas en donde se coleccionan todos los tipos der vaginas que hay. Saca un álbum y le muestra una variedad asombrosa de conchas en las situaciones más absurdas…. Este fue el sueño…….




Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe nec metu.
21 de agosto de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.



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