Sin decir mas individuo se me viene encima le causo graves heridas,carro de madera, mujer con plato de comida,ayudo a Marta a subir la hondonada,peleoneros roban a un automovilista se disparan ambos.

Sin decir mas individuo se me viene encima le causo graves heridas,carro de madera, mujer con plato de comida,ayudo a Marta a subir la hondonada,peleoneros roban a un automovilista se disparan ambos.
































Esta es una ciudad perdida, todo es de cartón negro, las callejas son de lodo. Llueve y llueve.

Al dar vuelta en una de las esquinas un individuo sin mediar palabra se me viene encima, intenta sujetarme pero no lo logra. Debo defenderme. Lleva un cuchillo en la mano. Intenta introducirlo en mi estómago o rasgarme la yugular. No se por permito y logro quitáreselo. Por las buenas soy bueno como dice Juan Gabriel pero por las malas ni me busquen. Y este pendejo ya me encontró.

Le quito el cuchillo y ya enfurecido se lo clavo repetidas veces y por todas partes. Por último le corto la femoral. Me levanto.

Y así sin mediar palabra alguna lo dejo muerto.

Ahora viajo en un autobús de madera. Todo es de madera. Hasta las ruedas lo son. Después de un trayecto por este pueblo o lugar decido bajarme y comenzar de nuevo.

Desciendo.

Camino por las calles.

Paso por un mercado. Una mujer está sentada en un banquito. En las manos tiene un plato con comida. Le pido permiso y sigo.

De pronto descubro una hondonada. Veo también que muche gente intenta salir. El carro de madera cayó o se precipitó al barranco. Por suerte me bajé tiempo atrás.

Le doy la mano a Martha. Ella toma la mía. Sube. Su cara está de susto. Le digo que vayamos a comprar un bolillo. Caminamos.



Dos tipos vienes acompañados de unas tres personas.

Uno se sube a un carro negro. Otro señor estacionado justamente enfrente le hace señas para que se quite.

El segundo hombre les dice a los demás que él y el otro son conductores privados.

Lo escuchan.

El sujeto se acerca al hombre que quiere salir. Mete la mano por la ventanilla y le roba una identificación. El hombre se enoja y saca un arma. Le apunta al mismo tiempo que le dice que le regrese su identificación. Por respuesta el ladrón le apunta en dirección a la pistola del despojado. Pasa un instante. El ladrón decide disparar. La bala pasa por el cañon de la otra pistola y deja mal herido al señor.

No obstante aún siente fuerzas y coraje. De la guantera saca otra arma y le tira tres balazos en la espalda del abusivo. Los dos mueren casi en el acto.

Original de Alfredo Arrieta
Nec spe, nec metu
Para el pueblodetierra.
13 de Octubre de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.




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