GORDAS, CABALLO BLANCO

GORDAS, CABALLO BLANCO.








Voy sentado en la parte de en medio y me acompaña la fría. Atrás de nosotros precisamente vienen sentadas dos gordas. Ellas van hablando de los problemas que han tenido y de sus aficiones al desmadre.
Las miro de reojo y me volteo para decirles que si no les interesa que en la parte de atrás de sus faldas les coloque una protección de estambre que les permitirá a sus ropas una durabilidad de más de dos años.

Las gordas acceden y sin más comienzan a quitarse las prendas. Yo les digo que vayamos a otro sitio pero no quieren esperar y se quitan los ropajes , Las dos voluminosas llevan ligeros negros que muestran los generoso de sus carnes.


La gorda que va en el lado del pasillo le entrega la falda a la fría. Al momento de dárselo le abraza y le propina un beso suave. Para mis Adentros me digo ahora hasta la fría me salió lesbiana.La fría no hace señas de disgusto y hasta parece que le gusto la caricia.


El pequeño transporte se detiene en una zona de mala muerte que los capitalinos de llaman La Pensil.

En conductor abre la puerta y descendemos enfrente de una miscelánea. La gorda primera me entrega un billete alto y me pide que entre a la tienducha y lo cambie por otros billetes más chicos. Le doy el dinero a la dependienta que lleva un peinado como de Rarotonga. Me pregunta que si el dinero es para las gordas. Yo muevo la cabeza y le digo que sí. La negra solo dice hummm.


Entro a una vecindad. En el interior hay muchos cuartos, las puertas no existen solo se cubren las entradas con unos trapos. En uno de ellos me asomo y veo que a la fría ya la tienen encuerada y en posición de perrito. Las dos gordas le lamen y le dan por lo que supongo yo por todas partes. Lo que me extraña es que la fría no muestra caras de que le disguste tener relaciones entre mujeres y en trío. La gorda de labios pintados de colorete rojo me dice que me vaya. Que la fría se quedará con ellas. ¿ Es tu deseo le pregunto a ella? . Por respuesta deja que la otra voluminosa le de un beso tremendo en donde le hace remolino el cuero.



En este otro sueño un loco que se parece a un Toro, anda preguntando a quién pase si no han visto su caballo blanco. En las manos lleva un cuchillo. Nadie se le acerca y todos le temen. Y más cuando se pone hasta el tope de coca.
El loco se va por una de las calles hacia abajo.


En eso llega Lalo y me dice en voz baja que él tiene al caballo. Me pide le acompañe y vámos a un lugar en el interior de una casa. Lalo dice que espere. Así lo hago. Al poco rato sale montado en un hermoso caballo blanco igual a Plata.
El loco se asoma y pone los ojos y las manos en un vidrio. Se asoma casi en cuanto Eduardo dá la vuelta. No alcanza a ver al caballo.


Ahora estoy en un bosque. Eduardo tiene casi 40 años. Me pide de nuevo quer lo eacompañe. En un lugar del bosque hay estacionados muchos tracto camiones. Abre una de las compuertas y me muestra el animal. Le digo que para qué se mete en líos y que se lo entregue a su propietario. Lalo mueve su cabeza y me dice que no lo hará…..


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
12 de noviembre de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.

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