Jalando a un hombre con una maquina, hilos plásticos en un pozo negro, casa con objetos en desorden, departamentos con gatos.

Jalando a un hombre con una maquina, hilos plásticos en un pozo negro, casa con objetos en desorden, departamentos con gatos.


























Me dirijo a este hombre. Le digo que tiene que acompañarme. Este se niega y jala su brazo.
Le digo que es mejor que venga conmigo.
Se vuelve a negar.
Es entonces que pongo a funcionar la máquina que llevo.
Es una máquina larga, delgada pero efectiva.
Le doy la orden.
La máquina ejecuta.
De su interior salen agarraderas, cadenas y un sinfín de sujetadores.
Se aproximan al hombre.
En menos de dos minutos queda atrapado.



Ahora estoy sentado en el borde de este pozo.
Miro al interior. No se ve nada de nada. Está oscuro por completo.
Tengo en la mano derechas dos hilos plásticos. Son hilos del teléfono.
Intento conectarlos pero con una mano es imposible.
La mano derecha la tengo ocupada. Me estoy sujetando para no caer.
Uno de los hilos se resbala y se cae.
Lo veo que se va al interior. Se forma una espiral de color amarillo intenso. Gira y gira.
Dentro de la espiral cientos de letras giran, giran hasta formar palabras.
Ahora la puedo ver nítidamente.
La palabra dice: Háblame.
Es un háblame con desesperación¡
Pero yo no puedo hablar perdí el contacto.
Al ver todo perdido me siento en el borde y suelto el llanto.




Esta casa tiene todo en desorden.
Llego acompañado de la fría.
Se abre la puerta y una señora llamada Meche nos dice moviendo su mano que ahora sí la señora está enojada y que correrá a todos de su casa.
Y eso porque?
Porque nadie ha dado resultados.
Y qué resultados quería?
No lo sé. De pronto se puso a gritar como loca.
La fría me dice que no sabe que hacer.
Pués ve a Tacubaya y pídele las llaves de tu departamento y nos vamos para allá¡
Es que no sé.
Si esta mujer está enojada te quieres esperar a que te eche mierda encima?
Vámonos fría.
No lo sé.
Entonces yo voy a buscar a dónde vivir.




En tanto debo de arreglar este techo.
Quito el yeso antiguo debo de remplazarlo.
El cuarto quedó polvoso. El yeso se esparció por todo el lugar.
La mujer enojada nunca la vi.

Estoy en la azotea de este edificio.
Bajo las escaleras.
Todas las puertas de los departamentos están abiertas. En el umbral de cada casa hay un enorme gato.
Parece que todos tiene gatos.



Original de A.A.O
Para elpueblodetierra.
11 de Noviembre de 2015.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.

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