INTENTOS POR  LLEGAR Y SUBIR, MUJER CON INFECCION, CARRO BLANCO Y MOTOCICLETA.…







 Los ojos de la fría me miran. Quiere que le hable de mi sueño. Ni que tuvieras tanta suerte le digo. Entonces dá un giro sobre la cama sólo veo su pelo negro.

Debo de llegar a una zona en las afueras, el transporte es  rudimentario. Nunca han servido, por unas o por otras las gentes tiene el calvario de viajar como puercos..

Estoy parado precisamente en un campo  o alfalfar. En los tiempos anteriores el mundo era agro, no que ahora se empeñan en el nombre del progreso --puta frase -en construir puentes  que al bajar te atoras. Esto lo hacen no porque te quieran sino para quedarse con dineros ajenos vaya que sí no.

Camino por entre los alfalfares, sin embargo como te digo encima de mí hay puentes, columnas redondas inmensas y ningún árbol pinche.

No sé porque siempre que hablo de devastación me acuerdo de la princesa caramelo la horrible, Claudia mujer horrible por fuera y por dentro.


Levanto la vista , debo de subir como cien metros. Sólo hay dos posibilidades: La primera debo de trepar por un madero que lleva unos palos atravesados. Esto me preocupa porque se vé a leguas que cuando me encuentre por la parte de en medio la madre puede romperse y yo caer. La segunda es la más viable; es un tubo de pvc. Si me froto las manos con harina y me llevó un medio kilogramo en mi bolsita para lo que se pueda ofrecer.  Decido que esa opción es la correcta y comienzo. Lo único que faltan son los gritos del Luis Manuel; ¡Sube Alfredo Sube ¡. Cómo pasan los años las terapias para hacer pendeja a las personas funcionaron a la perfección. Y tal funcionaron que tengo siete lucuadoras, jabón para lavar los platos, insecticidas, y todo tipo de mierdas inútiles…..

Voy subiéndo, llevo varios metros. No me preguntes cuántos, sí ves que estoy pariendo chayotes y tú con tus preguntas.


Engarruño las piernas. El sueño poco a poco se aleja.

Casi en la punta o en el extremo del tubo este comienza a balancearse. Una señora me dice que  me haga para allá , y ella me dará la mano.  Me inclino para el lado derecho y la mujer hace su intento. Me toma de la mano después de varias suertes. Me pregunta que tal estuvo mi trayecto. Fue dificultoso pero aquí estoy.

 Bueno me dice la mujer ahora tienes que bajar. Saca una libreta y anota que llegué puntualmente, luego arranca una parte del papel y me lo entrega. Es para que te cambies. Mira nomás pareces pobre , ¡cabrón¡ . Luego emite una carcajada¡. No sí, es buena pál sarcasmo…..


Bajo trescientos escalones que están  por la parte de atrás.
La sorpresa es que la misma mujer de allá arriba ahora se encuentra vendiendo chácharas en una esquina. Dame el papel que te dí arriba. Sí no me  mires extrañado es un pinche trámite que se debe cumplir. Si no no hay nada…


 Se lo entrego. Ella busca entre una montaña de ropa de segunda clase, saca unas truzas grises que llevan rayas. Ten, póntelas, creo que sí te quedan. ¿ Y qué, me encuero aquí?. No seas pendejo cómo te vas a encueras aquí. Levanta un brazos y señala un volks wagen. Vé allí. Pónte los calzones y también estos pantalones de mezclilla… Te vas a ver chulo de guapo cabrón me dice.

Me acerco al compacto y noto que hay una mujer veinticinco añera. Le digo que tengo que entrar a ponerme unos calzones al mismo tiempo que se los muestro. La mujer hace una expresión y dice pus entra…

Me coloco en la parte  trasera de la nave. Procedo a ponérmela truza , la mujer se levanta y me pregunta que si me quedan. Si creo que son de mi talla. Lo que pasa es que esa pendeja se está quedando ciega y dá lo que quiere.

¿Te gustan los besos?, me pregunta. ¿ A mí?. Sí guey. Ni modo que al perro. Sí respondo. Pús yo te voy a dar unos cuantos.

Se acerca con su labios rojos y comienza a darme besos suaves, no sé sí me empalagan pero siento ansias internas y como que me entra un calor. Sus besos son tiernos, saben a miel y cerezas.

Cuando quiero ir más allá y quitarme los calzones que me acabo de poner ella me detiene con su mano que  no sé porque lleva un guante.

De eso ya no te puedo dar me dice. ¿A Dios? ¿Y porque nó?. Porque estoy podrida.. ¿Podrida dices?. Sí. Se levanta la blusa y tienes un salpullido negro del que le mana una pus que parece leche Carnatión.

Si emparentamos la piel seguramente te infectarás . No sé que es lo que tengo dice con tristeza. Como tratando de resolver le  pregunto que si se lo hago de a perrito ¿habrá problema?.¿De a perrito dices?. Se baja el pantalón y también tiene llagas  pero estas no son negras más bien tiran a verdosas. Ni modo le digo me quedo con tus besos. Salgo y con la manita le digo adiós…….

Sin pretender olvidar el primer sueño ya me encuentro en el segundo:


 Acabo de comprar un carro  que sí lo miras diras; qué precioso. Pinches carros. A mí no me gustan  sólo sirven para contaminar. Este lo compré porque dicen que cuando te sientas en uno de ellos las mujeres se te arriman rápidamente y no tienes que invertir saliva para  follártelas. Espero que valga la inversión.

Me siento en  la parte de atrás. Miro incluso las luces encendidas. La llanta de cara blanca tiene un artefacto que hace que la llanta gire. Además en el porta equipaje trae una especie de motocicleta veloz que se infla en el aire. Dice el manual que cuando llegue a fallar el carro. Saques la moto, le jales un  hijo que está colocado  entre esta etiqueta y la moto se inflará gracias al tanque de helio que también trae. No pús sí. Estos gueyes piensan en todo. Lo único que les faltó es poner un trapito para limpiar los espejos interiores..



Parece que el lugar es como una exposición de carros nuevos. Una negra me pregunta si quiero subirme a la moto. Le digo que no me gustan mucho este tipo de emociones pero acepto. Ella comienza a deletrear y pienso  como no sea como la pepenadora y me entregue unos calzones negros y que esta no tenga llagas.

Como estoy sentado la miro de arriba pá abajo. Esta buena la negra.  Se ve que hace ejercicio. Está durita. Ella comienza,  nombra uno a uno a las personas que subirán a la moto que vuela. Dice que solamente cinco serán los agraciados. Sólo falta uno. Seguramente seré yo, pienso. No es así. La negra señala detrás de mí y se levanta un muchacho que me sonríe como diciendo ni modos.

Los cinco pasajeros están montados, llega un conductor vestido de cuero parece vendedor de seguros. Le mete la pata y la enciende. La moto hace un ruido potente, luego les dice a todos que se agarren con fuerza de las cinturas. La moto  comienza a levantarse y  dar vueltas en círculo. Yo los miro con desdén hasta que la negra que también vá trepada me arroja  mis calzones grises  que caen precisamente enfrente de mis pies………

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
10 de Junior de 2012.
Estados Unidos Mexicanos.

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