CAMINANDO SOBRE UNA BARDA,TORRE, MANICOMIO, TAXI EXTRAÑO,COMO FUNCIONA UNA MOTOCICLETA.



























Me encuentro en una comunidad poblana. Por donde mires hay pobreza extrema. ¿ Le pregunto a un hombre con aspecto de ranchero que como se llama el lugar?: Es Tlanepantla. Le doy las gracias y sigo. Veo una barda. Mido la distancia, subo los brazos y  me trepo como Dios me dá a entender.

Camino despacio, voy haciendo equilibrios, levanto los dos brazos y sigo.

A la mitad de la barda llega la fría. ¿Que pasó fría le digo. Pá onde vas? La fría me dice que va a  una fiesta. Subete le digo. Ella me mira desde abajo y me responde que le dan miedo las alturas. No te pasa nada fría. Dame tus manos. Ella me obedece, levanta sus brazos y de un solo jalón la subo. Camina delante de mí. Ella entre nerviosa y con miedo comienza a caminar. Es ahí que aprovecho para agarrarla de la cintura. La fría se estremece. Creo que nunca ha sentido el contacto de un hombre.. Ya veremos pienso yo.


Caminamos, ahora parece que agarró confianza hasta se va riendo.


A la mitad de la barda vemos a una mujer comiéndose un elote. La fría voltea a la derecha y me dice que allá vá Dario. Dario acaba de bañarse. Lleva puesto un traje gris. La mujer también le ve. Luego nos dice que no le creamos nada. Ese cuate vino aquí a decir puras mentiras. Se le conoce como el hablador.

Tengo que detenerme, enfrente de mí hay una torre. Miro pá arriba humm, son como unos treinta metros. Le digo a la fría que iré a inspeccionar. La torre tiene piedras salidas así que coloco los pies y comienzo a subir. Han pasado veinte minutos lo dice mi haste, De primera veo el horizonte. Es un panorama magnífico.

A los lados hay dos terrenos. En  un terreno de la izquierda  está Adolfo. Intenta arreglar unos fierros oxidados. Tiene la cabellera abundante y desordenada. No lleva zapatos, los dedos de los pies y los talones tienen tierra lodosa.

En el terreno de la derecha hay como unos quince hombre. Ellos están medio encuerados, unos tiene calcetines, otros andan en calzones y otros más andan enseñando las pelotas.

Me parece que estos ñeros tienen alguna perturbación en sus cabezas.

La fría me grita, me dice que baje ya. Dice que la fiesta ya comenzó y están hasta bailando.  Le digo que me espere, así que busco la manera de bajar. Muchos piensan que así como se sube así se puede bajar. Están equivocados. No es verdaderamente cierto.

Intentar bajar solo me podría  ocasionar  que yo  me fuera de bruces. Y no quiero morir azotado en el piso.
No es posible bajar. Es muy difícil.

Veo una posibilidad. Hay un agujero de este lado. Me agacho para ver. En efecto es una agujero creo que es un respiradero. Me meto y me dejo ir.. Ahora voy en una especie de resbaladilla de cemento. Se nota que por ahí han bajado muchas personas, el cemento está liso.

 Llego de una manera suave. Me incorporo, un hombre con gafas finas se acerca y me dice con la mano y su voz imperativa que le acompañe.

¿Me pregunta cual es la razón por la      que estoy en ese sitio?: Bueno señor, yo caminaba por la barda acompañado de la fría. Luego topamos con una torre. Me subí y cuando quise  bajar ya no encontré la manera. Luego vi el agujero y me metí. Y ahora estoy hablándo con usted.

El hombre me miró fijamente y me preguntó que sí yo sabía porque estaba todos estos hombres en los patios ?. Bueno señor por las actitudes que toman pienso que ellos está en este lugar porque tiene algún problema mental. ¡ Exacto¡. Ellos son dementes.

Aquel que se llama Adolfo lo metimos porque comenzó a mentir de tal manera que  él  mismo lograba engañarse. Luego lo pasaremos a la otra área.

Ninguno de ellos supo contestarme una simple pregunta.

 ¿ Y cual es sí se puede saber?.

 Ah sí; claro.

¿Dígame que es el garrote vil?.

Esa pregunta para mi era una sencillez.
 Bueno, mire. El garrote vil es un tormento que se les aplicaba en España a ciertas personas.
 Si?

¿ Pero que era el torniquete?

 El torniquete era una rueda que al cerrarse jalaba la cabeza del individuo hasta  que se la desprendía. Les ataban con correa los brazos para impedir que tuvieran movimientos.. ¡ Muy bien es cierto ¡  Usted es unos de los pocos que respondieron. El hombre sacó una libreta e hizo  unas anotaciones.

También quiero decirle que en 1971, o 1973,  llegando  de Río de Janeiro un cantante fue abordado en el aeropuerto de México para preguntarle  sí estaba de acuerdo en la pena de muerte que les impuso Franco a uno grupo de activistas vascos.

 Dejelo ahí, no me interesa su explicación. Pero es que sí no la historia se queda mocha. No importa.
El hombre se levantó, sacó un manojo de llaves, abrió una puerta y me dijo que podía irme.

Así que me encontré de nuevo en la calle. La fría me señalaba su reloj y me decía que ya no estaban esperando…

Pasado este problema me encuentro parado en la Alameda de Santa María la Ribera. Veo a la distancia que se aproxima una especie de bicicleta con un pedestal  . Es el nuevo transporte público tal parece .

 Una mujer de pelo corto se detiene. Cuando voy a subir la mujer me dice que la espere un momento porque le va a tomar una fotografía al kiosko. La mujer se para levanta la cámara, enfoca y hace click. Le digo que ojalá no vaya a salir la basura que hay en el suelo. Ella me responde que no fue a la alameda a tomarle fotos a la basura. Ya lo sé, yo sólo le dije que ojalá no fuera a salir en la imagen la basura que hay en el piso. Ella ya no respondió, se sentó, tomo el manubrio y me dijo que eran 20 pesos. ¿ veinte pesos? ¿ El camión que pasaba anteriormente costaba cuatro pesos? Eso era antes. Son veinte pesos. Le digo que se detenga me voy a bajar.

Casi enseguida pasa un taxi  le pregunto al tipo que cuanto me cobra por llevarme  a mi casa. El hombre hace ciertos gestos y  tratando de ser generoso me dice que me cobrará cuarenta pesos. Le doy unos golpecitos a la puerta y le digo vete sólo…

Casi al amanecer me encuentro en una casa diseñada  con mal gusto. Es de esas casas que las hicieron al chilazo, sin idea. No son casas funcionales. Se asoma Miguel.

 Miguel es un señor canoso flaco, dicen que es doctor no tiene facha. Pienso que es de esos individuos que solo han tenido suerte, incluso no tiene cara de listo.

 Me pregunta sí me gustan las motocicletas. Le digo que sí me gustan pero que no las manejo. ¿Y eso porqué qué?. Siento que son artefactos poderosos a los que hay que tenerles respeto.  Así es me responde.

Yo tengo una Harley, luego comienza a darme una cátedra detallada de como funciona una motocicleta. Lo escucho  y hago como que  estoy interesado pero la verdad de las cosas es que no es cierto.

 Llega Alicia. Miguel me pregunta que sí la conzoco. Sí claro, A  Alicia la conozco desde los 80. Alicia se sonríe se sienta en un sofá. Se saca una chiche y le hace señas a Miguel para que mame.

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
24 de junio de 2013.
Estados Unidos mexicanos.





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