LA NOCHE DE UN MINUTO

LA NOCHE DE UN MINUTO


Usted se encuentra situado en un ámbito horrible. En esta curva hay de todo. Metros atrás un panteón, cuya fachada nadie arregla. En el piso una flores secas que algún muerto disfrutó, un vendedor de dulces al que le falta una pierna, dos individuos peinados como hampones y un ebrio cubierto de meados.

En el resquicio de la barda un gato mira. Lleva su pelo erizado como si un fantasma lo asustara.

Usted va en un vehículo que quién sabe cómo lo obtuvo. Una mujer acerca su cara y le pide que por favor la saque de esa civilización horrible. Es una avenida con basura horrible por todos lados, en los postes de la luz, penden una fotografías de un delegado de la ciudad que acaba de robar.

Usted acepta porque parece que conoce a la mujer, su rostro le es familiar. En el trayecto a su destino, ella abre su bolso, busca un cigarro y lo enciende. Le habla de los pormenores de su vida privada. Le explica que tuvo una infancia próxima a la mierda. Le dice que es inútil decirle todo. Porque para economizar las palabras, su existencia solo fueron golpes. Para que usted no tenga dudas , le muestra un brazo que tiene un moretón permanente.

Posteriormente ella le pide detenerse. Usted atiende su petición y ella desciende no sin antes agradecerle el favor de su atención.

Cuando ella se esfuma por otra calle horrible, se acercan dos individuos que parecen policías. Uno de ellos le pide que pose su mano sobre un libro rojo a manera de que su palma mida la superficie de ese libro.

Otro enchamarrado , le pide que muestre sus bolsillos. Usted extrae un boleto del metropolitano, un trapo para limpiar sus lentes, una caja de cerillas, una nota para comprar alimentos, y las llaves de su casa.

Después de mostrarles la evidencia, ellos deciden que usted perdió la suerte. Le dicen que hay una denuncia de abuso y sexo. Una mujer de humo, casi evaporada, dijo que por la avenida del panteón de la localidad y en donde hoy por la mañana, se acaba de descubrir una manta de enormes dimensiones del Sindicato de electricistas en donde se explica que se oponen a cualquier reforma que les quite sus privilegios. Cabrones parásitos. Quiera Dios dice la mujer humo que por fin se nos haga a los mexicanos deshacernos de esa monserga que solo nos han exprimido mes a mes.

Usted les dice a los impartidores de justicia que lo tomen por un ignoto. Soy un decente más, usted les dice.

Y es verdad, usted no pertenece a ningún partido político de esos que usan los recursos en su beneficio. Tampoco es dueño de ningún corporativo, ni mucho menos es gobernador de nada. Usted les dice que solamente es un hombre sincero de donde crece la palma..

Ellos en su estado de imbecilidad natural, intentan buscarle otra manera de achacarle el delito. Si, tenemos un rostro criminal que se parece mucho a usted, le dicen. Uno de ellos saca un espejo para mirar su cara. En efecto, tiene sus mismos rasgos, no hay gestos de asombro, ni actos de conductas mal encauzadas. Usted toma el espejo y lo arroja al suelo. Ya lo ven, no hay evidencias.

Los forajidos, muestran caras de fastidio , se suben a un carro negro y se van emitiendo palabras ofensivas…

Después la noche de un minuto se vuelve nada.

Realidad:

A Manuel Mondragón.

En un mes han asaltado a mi hijo dos veces. En las entradas al metro Hidalgo. Y en El circuito Interior por la lateral pasando Ricardo Flores Magón. Son tres: Un señor mayor y dos muchachos. Anoche, a las nueve 30 robaron a los pasajeros del microbús.

06 de octubre de 2009.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Para elpueblodeletras.
Nec spe, nec metu.
Estados Unidos Mexicanos.