Buscando un domicilio, mirando fotografías desconocidas para mí,viento fuerza cuatro pero que en sueño se llama Hameer.

Buscando un domicilio, mirando fotografías desconocidas para mí,viento fuerza cuatro pero que en sueño se llama Hameer.































Ando por este rumbo del sueño. Pocas veces me desplazado a este lugar.

Me dice un alemán que vaya por la calle en diagonal para tomar un camión verde.

El se va por otro lado.

Intento llegar a la calle pero acaba de llover todo está inundado. A menos que quiera mojarme los zapatos pasaré por aquí.

Después de ver el número de esta casa toco. Espero un momento. En tanto observo las plantas mojadas, y los árboles.

Sale una mujer de trenzas. Me pregunta a quién busco?

Busco a la maestra?

Espere. Saca unas llaves, abre la puerta y paso.

Camino detrás de la mujer, sus trenzas llevan listones rosas.

Entro a una recámara. La maestra está acostada. Su bastón está a un lado de su cama. Un gato peludo ronronea.

Le digo a la maestra que me costó trabajo encontrar su casa pero que ya estoy aquí.

Que bueno que vino Alfredo. Sus dcumentos están en ese sobre.

Tomo el sobre, saco los documentos y les doy una mirada rápida. Me siento contento. Por fin tengo este papel que me acredita.

Le doy las gracias a la maestra. Ella me extiende la mano. Se la beso en señal de agradecimiento.

De regreso pienso irme por la misma calle. Pero después cambio de opinión. Entro por este callejón. Es una ciudad perdida.

Creo que por aquí acortaré el camino para llegar hasta donde pasa el camión verde.

Veo muchos perros. Estos al desconocerme comienzan ladrar.

No pretendo exponerme a una mordida. Me pongo alerta.

De pronto de la nada sale un león mitad león y mitad perro. Es un animal vapuleado lleno de mordidas y heridas secas. Es un animal feroz.

Se acerca a mí amenazadoramente. Al verme cambia su expresión y enojo y se transforma en un animal dócil. No sé que chingados le sucedió.

Ahora estoy en este cuarto. Me muestran unas cien fotografías. No conocía ninguna. Salgo en varias. No las conocía.

En tanto las miramos siento que el viento afuera está arreciando. Sopla con tanta fuerza¡

El viento hace que las paredes de este cuarto se estremezcan. Las paredes comienzan a crujir y se cuartean. Luego el techo de láminas de cartón son arrancadas con violencia. El cuarto se queda sin techo.

Unos veinte minutos después, el viento causó estragos en esta zona.

Un señor me dice que el viento por aquí se le llama Hameer.

Es un viento fuerza cuatro le digo. Si así es…


Llega personal del ejército. De mala manera se introducen por las calles. Les dicen a las personas que se quiten de su paso. Ellos llevan camiones grandes que necesitan espacio.

Un hombre del gobierno me pregunta sí el desastre es culpa de ellos.

No es culpa del vendaval.

Pero aún así. Ustedes deben de apoyar a la población civil.

Por ejemplo este cuarto quedó sin techo y las paredes cuarteadas. En poco tiempo se vendrá para el suelo.

Mira a otra persona y le dice: Traigan un albañil y que arreglen las paredes de este cuarto. Y también traigan láminas para ponerle de nuevo un techo.

Así está bien güero?

Sí así está bien.





Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
23 de diciembre de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.


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