DOCTOR HOUSE.
EL DOCTOR HOUSE
El doctor House recibe un telefonema. El sonido de su celular hace pi,pi,pi. El se encuentra ocupado intentando sacar dos o tres pedos. Es que por la noche de ayer entró a un comercio de comida rápida y unos chinos le sirvieron una sopa de nido de golondrina que desde que probó el primer bocado le causó naúseas.
Sentado en el retrete, busco su artefacto y contestó. Sus ojos azules se hicieron más grandes de lo acostumbrado. Por el otro lado de la línea la doctora buenota, la que cada vez que la veo se me antoja más y más, le dice que tiene que acudir lo más pronto que se pueda al hospital porque le han traído a un paciente que a simple vista parece que está intoxicado o que se está muriendo. House le da indicaciones a la biscocho y le dice que le introduzca 100 mili litros de un suero que tiene no se qué chingadas sustancias.
Después se hace el silencio y el doctor continúa con su procedimiento de tratar de calmar su estómago estriñido.
Luego, busca el papel de baño y con la elegancia de los galenos ingleses se limpia el culo con toda parsimonia. Posteriormente echa una maldición porque el Kleenex le ocasionó además de una dolor un sangrado de su hemorroide predilecta.
Esos cabrones ya no hacen el papel como antes. Ahora te raspa. Con los pantalones bajados localiza un trapo que hace las veces de toalla. Lo toma y humedece con agua caliente, acto seguido se lo coloca en el culo y comienza a sentir un bienestar que lo vuelve a la vida.
Se inclina y sube sus calzones y piensa que ya los usó demasiado. Ahora que vaya al Corte Ingles compraré unos nuevos. Unos calzones que lleven una bolitas que parezcan esferas transparentes.
Luego, hace lo mismo con sus pantalones y posteriormente abrocha su cinturón.
Se lava las manos y sin darse cuenta por estar pensando en el próximo muerto, se seca las manos con el mismo trapo.
Sale de su casa y se trepa a la motocicleta. Antes de arrancar su motor, busca en su chamarra los infaltables chochos y se traga como diez y siete.
Después sale tan rápido que piensa que si así como arranca su moto, le salieran los pedos, sus hemorroides ni cuenta se darían.
Llega al hospital y cruza por las oficinas. Toma la perilla de una puerta, abre para encontrarse con los pechos turgentes de la doctora Lisa Cuddy que en realidad es Lisa Edelstein una bella mujer que lleva el papel en el drama médico y es la decana que administra el hospital Princeton Plainsboro.
Ella le indica a Gregory que pase de inmediato a la sala de operaciones porque el hombre esta que desfallece.
Arrastrando su pata adolorida, House penetra a la sal de operaciones. Hay un cuadro familiar al que está acostumbrado.
Se acerca al paciente, le toma el pulso, se rasca la barba y les dice a los mirones que le administren una dosis de heroína conocida como La Tailandesa porque tiene un porcentaje más elevado en principio activo.
La más común es la intravenosa, disolviéndola previamente y calentando la solución en una cucharilla, utilizando para la inyección una jeringuilla hipodérmica o un cuentagotas. De esa forma los efectos son más lentos y menos intensos. También puede fumarse, esta forma de suministro es conocida como "chino", inhalarse o inyectarse subcutáneamente, en secantes (gotas en un papel que se traga), o en pastillas como cabezas de cerilla.
La inyección intravenosa está extendida en América y ciertos países Europeos, entre ellos España. Normalmente, se comienza por la inhalación; después por inyección subcutánea, para terminar en la administración intravenosa.
Esto debido, principalmente, a la adulteración de la heroína, de modo que sólo el método intravenoso le produce al toxicómano la euforia deseada. Estas adulteraciones conllevan el grave peligro de administrarse dosis excesivas o en mal estado a las que el organismo del drogadicto no está acostumbrado y le provocan, en muchas ocasiones, la muerte. Este hecho es conocido comúnmente como "sobredosis".
La ingestión de la heroína puede determinarse mediante análisis de la orina, en un plazo aproximado de diez horas.
Después de estas instrucciones se pudo comprobar que dicha sustancia logró que el paciente tuviera un cuadro de sopor y que su cuerpo se tornara frío y lánguido.
Pues Los efectos de la heroína son iguales que la morfina pero más graves, elimina la sensación de dolor y la percepción, y es depresor del sistema nervioso central.
Tras la administración de una dosis de heroína, aparece en el individuo una sensación de bienestar, placidez, imaginación exaltada y unas sensaciones agradables que los heroinómanos dicen no poder explicar con palabras.
Aparte de estos efectos, que pudiéramos considerar los deseados, les siguen otros, tales como: Somnolencia, Miosis, Braquicardia Bradipnea, Hipertensión e Hipotermia y muerte.
Una vez que lo hubo de recibir vía vena, el hombre entró en una fase aguda que desencadenó un lagrimeo, asi como una rinorrea, o salida intensa de mocos, bostezos y sudoraciones.
Sobre las 24 horas, le aparece la "Carne de Gallina", midriasis (dilatación de las pupilas), insomnio, escalofríos, inquietud, nauseas, taquipnea, taquicardia, agitación, temblores, contracciones musculares, ramalazos de calor y frío, dolores en músculos y huesos y anorexia (disminución o perdida de apetito).
Poco después dadas las 25 a las 50 horas, se intensifican todos los síntomas de la 2ª fase, apareciendo además, diarrea, dolor intenso en la espalda, deshidratación (pudiendo llegar a perder hasta 2,2 kilogramos de peso al día), orgasmos espontáneos, leucitosis, eosinopenia, hiperglucemia y concentración de ácido láctico elevado en la sangre. La deshidratación a veces origina colapso y muerte.
Por último se intensifican los síntomas de la 3ª fase apareciendo vómitos, diarrea y deshidratación que a veces pueden llevar al colapso y muerte.
Cuando Gregory aparecio nuevamente por la puerta de cristal. Buscó en la tablita que tienen las camas y ahí mismo comprobó la muerte oficial de este señor que extrañamente se llamaba Estados Unidos Mexicanos.
original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
11 diciembre de 2009.
El doctor House recibe un telefonema. El sonido de su celular hace pi,pi,pi. El se encuentra ocupado intentando sacar dos o tres pedos. Es que por la noche de ayer entró a un comercio de comida rápida y unos chinos le sirvieron una sopa de nido de golondrina que desde que probó el primer bocado le causó naúseas.
Sentado en el retrete, busco su artefacto y contestó. Sus ojos azules se hicieron más grandes de lo acostumbrado. Por el otro lado de la línea la doctora buenota, la que cada vez que la veo se me antoja más y más, le dice que tiene que acudir lo más pronto que se pueda al hospital porque le han traído a un paciente que a simple vista parece que está intoxicado o que se está muriendo. House le da indicaciones a la biscocho y le dice que le introduzca 100 mili litros de un suero que tiene no se qué chingadas sustancias.
Después se hace el silencio y el doctor continúa con su procedimiento de tratar de calmar su estómago estriñido.
Luego, busca el papel de baño y con la elegancia de los galenos ingleses se limpia el culo con toda parsimonia. Posteriormente echa una maldición porque el Kleenex le ocasionó además de una dolor un sangrado de su hemorroide predilecta.
Esos cabrones ya no hacen el papel como antes. Ahora te raspa. Con los pantalones bajados localiza un trapo que hace las veces de toalla. Lo toma y humedece con agua caliente, acto seguido se lo coloca en el culo y comienza a sentir un bienestar que lo vuelve a la vida.
Se inclina y sube sus calzones y piensa que ya los usó demasiado. Ahora que vaya al Corte Ingles compraré unos nuevos. Unos calzones que lleven una bolitas que parezcan esferas transparentes.
Luego, hace lo mismo con sus pantalones y posteriormente abrocha su cinturón.
Se lava las manos y sin darse cuenta por estar pensando en el próximo muerto, se seca las manos con el mismo trapo.
Sale de su casa y se trepa a la motocicleta. Antes de arrancar su motor, busca en su chamarra los infaltables chochos y se traga como diez y siete.
Después sale tan rápido que piensa que si así como arranca su moto, le salieran los pedos, sus hemorroides ni cuenta se darían.
Llega al hospital y cruza por las oficinas. Toma la perilla de una puerta, abre para encontrarse con los pechos turgentes de la doctora Lisa Cuddy que en realidad es Lisa Edelstein una bella mujer que lleva el papel en el drama médico y es la decana que administra el hospital Princeton Plainsboro.
Ella le indica a Gregory que pase de inmediato a la sala de operaciones porque el hombre esta que desfallece.
Arrastrando su pata adolorida, House penetra a la sal de operaciones. Hay un cuadro familiar al que está acostumbrado.
Se acerca al paciente, le toma el pulso, se rasca la barba y les dice a los mirones que le administren una dosis de heroína conocida como La Tailandesa porque tiene un porcentaje más elevado en principio activo.
La más común es la intravenosa, disolviéndola previamente y calentando la solución en una cucharilla, utilizando para la inyección una jeringuilla hipodérmica o un cuentagotas. De esa forma los efectos son más lentos y menos intensos. También puede fumarse, esta forma de suministro es conocida como "chino", inhalarse o inyectarse subcutáneamente, en secantes (gotas en un papel que se traga), o en pastillas como cabezas de cerilla.
La inyección intravenosa está extendida en América y ciertos países Europeos, entre ellos España. Normalmente, se comienza por la inhalación; después por inyección subcutánea, para terminar en la administración intravenosa.
Esto debido, principalmente, a la adulteración de la heroína, de modo que sólo el método intravenoso le produce al toxicómano la euforia deseada. Estas adulteraciones conllevan el grave peligro de administrarse dosis excesivas o en mal estado a las que el organismo del drogadicto no está acostumbrado y le provocan, en muchas ocasiones, la muerte. Este hecho es conocido comúnmente como "sobredosis".
La ingestión de la heroína puede determinarse mediante análisis de la orina, en un plazo aproximado de diez horas.
Después de estas instrucciones se pudo comprobar que dicha sustancia logró que el paciente tuviera un cuadro de sopor y que su cuerpo se tornara frío y lánguido.
Pues Los efectos de la heroína son iguales que la morfina pero más graves, elimina la sensación de dolor y la percepción, y es depresor del sistema nervioso central.
Tras la administración de una dosis de heroína, aparece en el individuo una sensación de bienestar, placidez, imaginación exaltada y unas sensaciones agradables que los heroinómanos dicen no poder explicar con palabras.
Aparte de estos efectos, que pudiéramos considerar los deseados, les siguen otros, tales como: Somnolencia, Miosis, Braquicardia Bradipnea, Hipertensión e Hipotermia y muerte.
Una vez que lo hubo de recibir vía vena, el hombre entró en una fase aguda que desencadenó un lagrimeo, asi como una rinorrea, o salida intensa de mocos, bostezos y sudoraciones.
Sobre las 24 horas, le aparece la "Carne de Gallina", midriasis (dilatación de las pupilas), insomnio, escalofríos, inquietud, nauseas, taquipnea, taquicardia, agitación, temblores, contracciones musculares, ramalazos de calor y frío, dolores en músculos y huesos y anorexia (disminución o perdida de apetito).
Poco después dadas las 25 a las 50 horas, se intensifican todos los síntomas de la 2ª fase, apareciendo además, diarrea, dolor intenso en la espalda, deshidratación (pudiendo llegar a perder hasta 2,2 kilogramos de peso al día), orgasmos espontáneos, leucitosis, eosinopenia, hiperglucemia y concentración de ácido láctico elevado en la sangre. La deshidratación a veces origina colapso y muerte.
Por último se intensifican los síntomas de la 3ª fase apareciendo vómitos, diarrea y deshidratación que a veces pueden llevar al colapso y muerte.
Cuando Gregory aparecio nuevamente por la puerta de cristal. Buscó en la tablita que tienen las camas y ahí mismo comprobó la muerte oficial de este señor que extrañamente se llamaba Estados Unidos Mexicanos.
original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
11 diciembre de 2009.
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