CUCHILLOS, OJOS DE MUÑECO, CANTANTES CORALES, HOMBRE EN SILLA DE RUEDAS Y SIN PIERNAS, ACTRIZ GRINGA SENTADA JUNTO A MÍ.

























Estoy dormido,  ni duda cabe. Mi cama es suave, tiene sábanas blancas y almohadas de igual color. En la calle  llueve y llueve . Una lluvia tupida.


Percibo unos ruidos que se van haciendo grandes. Es una multitud de hijos de la chingada que han forzado la puerta de mi casa. Viene por mí. Me levanto en la oscuridad azul. Ando vestido solamente en calzones y camiseta como sí fuera un gánster de Nueva Jersey. La fría despierta, se sienta  asustada y me dice que salga a ver quién es. Es por eso que le respondo que ya sé quienes son.  Me mira y me dice que busque con qué hacerles frente. Entonces enciende la luz.


La fría acciona un botón y la luz ilumina el cuarto. Busco en el suelo. Hay muchos recipentes con infinidad de cuchillos. Tomo el que considero más filoso. Salgo detrás de estos gueyes. No me han visto. Levanto mi cuchillo cuando veo la espalda de un grandullón. Es un toro Levanto mi chuchillo y lo muevo con fuerza en el aire pero no lo suelto. Este tipo de arma tiene la característica de que no necesitas acercarte a nadie para cortarlo. El cuchillo  le hace una raya muy grande. La espalada del hombre comienza a sangrar. Descubre su cortada y pasa su mano, mira su sangre. Luego me ve. Es entonces que corre para atraparme. Yo también corro, bajo por unas escaleras rápidamente. No sé como las escalera no se caen. Si me atrapa estre hombre seguro me mata o en el mejor de los casos me haces cachitos. Esta es su especialidad.


Ahora estoy sentado en la oficina de Jorge.  Jorge tiene ojos de muñeco. Son unos ojos grandes,  verdes agua, que parpadéan a cada momento. Jorge me dice que no me puede entregar mis documentos. Ah chingá ¡ ¿Y eso porqué?. Pues porque usted no ha pagado lo que debe. No seas ingrato le digo a Jorge. Jorge no cede. Es entonces que le digo que  yo puedo hacer que la Licha se enamore de él. Jorge cambia su actitud. Pero para esos necesita darme mis papeles. Claro claro me responde Jorge. Aquí compruebo una vez más que el verdadero poder está en la nalgas de la mujer. Resuelven todo y casi de inmediato.. Que oro ni que nada. Las nalgas de una mujer, es la mejor tarjeta.


Jorge abre un cajón y me entrega mis papeles, los reviso, están todos. Muy bien entonces te aviso.


Voy con Licha. Le explico que Jorge la ama. Licha se caga de risa. Y eso a mí qué. Pués que sí te  arrojas Jorge tiene dinero, es profesional. Licha me responde que a veces no tiene ni qué comer pero que el Jorge no le gusta porque tiene ojos de muñeco. Eso no es problema Licha. Cuando Jorge esté encima de ti dile nomás que cierre los ojos.

Licha me hace caso. Lleva ya casada con Jorge 25 años…

Acudo más tarde a una especie de capilla. Son las siete de la noche. Un grupo de cantantes corales cantan:  Siboney sí no vienes me moriré de amor.. Estos  individuos viste de traje café. Yo solo llevo pantalón más claro y una camisa de manga corta. Me miran algunos me reconocen otros me ignoran. Canto con ellos.

Cuando terminan su actuación se acerca un grupo de mujeres. Llevan en sus manos periódicos del día. En estos aparece los cantantes en  plana completa. Es una anuncio de la presentación de esta noche. Una mujer me mira y  luego mira el diario. Me dice que yo no salí en esa fotografía. Es que ya no canto con ellos. ¡  Ah ¡.
Me despido , me dan sus manos y me hacen pregunta tales como cuando nos vámos a emborrachar, o cuando vámos a cogernos a las jarochas. Un día de estos. Tiempo es lo que falta.. Bueno pues.

Ahora me encuentro en la calle. Delante de mí va una  persona en silla de ruedas. Descubro que es una persona conocida.  No tiene ninguna de sus dos piernas. ¿ Me paro preguntarle el porque no tiene piernas? El hombres se levanta, me dá una palmada en la espalda y me dice: Cómprate lentes nuevos. Sí tengo piernas. Y comienza a caminar…


A un lado mío y sentada en la banqueta está Drew Barrymore. Le pregunto que es lo que mira. Ella se come una rosetas de maíz. Se las mete en la boca y me responde que está viendo una película. Señala con su dedo. Hay una calle, por la calle viene bajando Ben Afleck. Trae de su brazo a una mujer pelirroja, hablan, quién sabe qué  cosa.




Le pregunto a Drew que sí ahora las películas serán de esta manera?: Sí, para ver de ahora en adelante las películas solo tendrás que sentarte en la banqueta. Luego vendrán los actores y tú los irás siguiendo. Así hasta que acabe la historia.. Me parece perfecto. Le pido que me de palomitas. Ella accede, mete su mano al abrigo y saca  la mitad del limón..


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
20 de mayo de 2013.
Estados Unidos Mexicanos.


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