RUSA, PAN ENORME PERRO EN UNA MADERERIA.
Estoy en lo que era la antigua Rusia. Un hombre canta o entona una canción
folklórica. Lleva entre las manos una mandolina y va en una barcaza por el río
.
Yo esto sentado en un muelle. Se puede apreciar el atardecer. Sin duda es
otro mundo diferente al mío.
Pasan unos hombre corriendo. Me pregunta por uno que ni conozco . Me dicen
que se llama Boris Paternak. Pasternak ya se murió es mi respuesta. Es su
tataranieto. Pués no ví a ninguno que se
le pareciera.
Los hombres se alejan.
Minutos más tarde en una lancha de las rápidas pasan otros. Detrás vienen otros . Se disparan como sí de una película se tratara. Pienso: Estos pinches
rusos son la mafia.
Este sueño ya no me está gustando. No te digo que los paisajes y las
mujeres rusas que he visto no hayan sido de mi agrado pero del lugar que vengo hay violencia a diario. Y no pagué
tales cantidades para venir a ver lo mismo. Lo único bueno es que son sueños a
color….
Me levanto de mi lugar y camino por
una acera de madera. En una contra esquina van llegando pequeñas lanchas. Le
pregunto a uno sí una de estas embarcaciones me pueden llevar. Me señala una
disponible. Le llamo. Le pregunto en ruso que cuánto me cobra por dejarme en mi
hotel. El hombre saca un aparato y me dice una suma desmedida… Le digo que no..
Me alejo.. Aparte de que hablan ruso son ratas….
En mi andar llegó a una iglesia de las ortodoxas. Un grupo de clérigos
vestidos de morado y rojo llevan objetos
como tazones que expelen humo quizá incienso. Ellos están por celebrar una
ceremonia. No sé de que se trata. Uno de ellos me dice que me estaban esperando. ¿ Y para qué
les pregunto ? Los clérigo se miran entre si y se ríen. ¡ Para casarte hijo mío…..¡.
No esperé esa respuesta. Nunca me he casado. Acabo de decir eso cuando veo que
de un coche negro baja una mujer preciosa; es una muñeca rusa. Viene vestida de
blanco. Tiene los ojos azules. Es delgada y rubia. Una belleza como no se ha visto nunca nunca. Nunca jamás.
Se me cae la baba y pienso que esta no se me escapa. Ella se llama Anya
Mozinkova, sepa Dios. El caso es que será mi esposa.
La tomo de la mano. Nos encaminamos detrás de los padres. Llegamos al altar principal. Escucho todo lo que dicen. No les entiendo mucho. A todo lo que me
dicen solo muevo la cabeza afirmativamente. En menos de media hora ya estoy
casado con una rusa…
Regreso al muelle. Ahora voy acompañado de esta mujer. Tiene 25 años. Su
padre es mafioso. Ojalá que congenie
conmigo. Que sí no vámos a terminar de la greña…
Nos subímos a una lancha. El joven nos ayuda a subir las maletas. Nos
pregunta que a dónde vamos : Le respondo que a México.. ¡ Ah ¡. México. Es por
allá y enfila según su ideas…
Estoy en una casa de pueblo. Es 22 de diciembre. No sé cómo se enteraron de
que era mi cumple años. En el comedor hay dispuesto un pan enorme con frutas de
la estación. El pan tiene buen aspecto. Debe de estar bueno. Necesito un
chocolate espumoso.
Me dice que un señor medio ojetón consiguió un trabajo. Consiste en
elaborar artefactos para colocar las llaves de una cerrajería. Y eso a mí que
me importa. Me dá lo mismo. Yo no hablo con ojetes. Y menos en los sueños.. A
este no lo invito a mi celebración. Y sí viene evítenme el coraje y que se vaya…
En lo que llegan los invitados. decido
que le voy a dar una arreglada a esta casa. Hay muchas cosas en desorden. Comienzo
por levantar tantas cosas en el suelo. Se mira que no hay cuidado. Entro a la
cocina. Comienzo por lavar todos los trastes, barro, limpio los muebles. Ya
quedó. Ahora sí..
Uno a uno van entrando los invitados. Cabe decir que a todas estas personas las conocí. Todos
están muertos. Es decir viven en el valle de las calacas…. Le pido que se
sienten. Luego le digo a mi esposa rusa que les sirva a cada uno su pedazo de
pan y una taza de chocolate. Todos están contentos. Me dicen que pocas veces
tienen oportunidad de cenar tan sabroso. Yo estoy sentado también. Uno de ellos
se levanta y alza su taza de chocolate. Hace un discurso en donde me felicita.
Le agradezco por sus palabras.
Necesito arreglar la lancha que nos
trajo a México. No sé que cosa le falla pero debe de estar en buen
funcionamiento por sí queremos regresar.
Entro en una maderería. Hay un grupo de señores. Todos de edad
avanzada pero fuertes aún. Incluso cargan en sus espaldas o lomos grandes
maderos. Entro con sigilo. Hay tres
perros pastores alemanes.. Pinches perros no me vayan a morder. Seguro que de una
mordida me trozan la pierna. Los perros ni caso me hacen. Le pregunto a un de
ellos sí sabe de un mecánico. Me mira y
no me responde. Pienso que este está sordo o es un grosero.
Ya de regreso me dice mi esposa Anya que su papá le mando un millón de euros
para que no pase penas.. Me muestra el papel para cobrárlos. Dile a tu padre
que es muy generoso. Pienso ; A cuántos habrá matado este hombre para conseguir
tales cantidades……
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
30 de marzo de 2013.
Estados Unidos Mexicanos.
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