AUTOMOVIL BLANCO, DOS BOTELLAS DE WHISKY, PELUQUERIA, OJOS AZULES.
Una mujer se despierta con una idea
en la mente. Se comunicará con sus amigas para
invitárlas a tomar café. Luego entre la plática y la conversa. les dirá
que está muy contenta porque por fin le entregaron el carro blanco. Huy sí…
que alegría.
Ella es de la mujeres que los logros y éxitos los valora monetariamente. Si le muestras un rojo atardecer. ¿Es capaz de preguntarte cuanto cuesta?. Si le dices que la llevarás a que escuche el cantar
de un río. Te dice que irá pero bajo protesta.
La mujer acude con su amigas. Ellas la esperan para disfrutar de sus logros
económicos.
Se sube radiante a su carro nuevo,
su carro blanco, su carro con vestiduras
de piel blanca, su carro con CD.
Se dirige al domicilio de la primera. Luego de unos momentos se detiene en
un edificio. Toca el claxon, se abre una cortina. Una mano le dice que espere.
En tanto ella escucha su disco favorito
de boleros.
La otra mujer, la que sale mira el carro nuevo embelesada . Tiene un ataque
de emoción. Le pregunta cuando se lo entregaron
Ella le responde que ayer por la tarde pero que no quería dejar pasar
las cosas y que ella lo supiera.
Así lo hacen. Van al domicilio de otras dos. A todos les muestra su carro…
Llegan al restaurante, piden desayunar. Les sirven ensalada, frutas de la
estación, un guiso picante y mucho café. Todas le manifiestan su admiración por
haber conseguido uno de sus más grandes anhelos…
Se termina el desayuno. Las mujeres se despiden. En el interior de cada una
hay un pensamiento su amiga es un triunfadora..
La mujer se sube a su carro, sale a
la Avenida, se detiene en un semáforo. Se acerca un individuo le dice con su
pistola que ya valió madres ¡, son las once de la mañana. Le dice que se baje,
la mujer llora, grita sin fuerza, se siente amenzada. Pone sus dos manos sobre
el volante. El ladrón la trata de hija de la chingada. Le dice que sí no se
baja la mata. La mujer cae en la histeria, se niega a que la despojen de su
logro o bien . El ladrón se desespera, le mete tres balazos en el tórax. El
carro nuevo queda machado de roja sangre al igual que sus zapatos. El ladrón se va…
Subo las escaleras de un Teatro. Las
escaleras son de mármol. Llevo en cada
mano una botella de whisky. Me las voy a empujar ahora que este mirándo la
opera de Wagner. En el momento más
importante empinaré el codo hasta emborracharme. Al cabo está oscuro y nadie me
vé. Y sí me ve pues le invito unos tragos.
Ya borracho paso por una peluquería. Tengo en mi mano una fotografía de los
sesentas. Miro una foto, miro la fachada. Es la misma. Estoy informado que mi padre
entró . Se está cortando el pelo. Yo tengo cinco años. Y no vivo con él. La
causa no la sé.
Un barbero le arregla el bigote, le
pone jabón y comienza su trabajo. Mi padre lee la Revista de José Pagues
Yo pego la nariz al vidrio. Siquiera
para conocerle…
Tengo los ojos azules. Mi tía me lo dice. Y como yo le creo pues lo acepto.
Ella me dice mira: Me muestra un espejo. Me veo y sí. Efectivamente tengo los
ojos azules….
Original de Alfredo Arrieta
11 de marzo de 2013.
Nec spe nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
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