LA NIÑA EN CEREMONIA RELIGIOSA,
NIÑOS COMO ANIMALES…
La niña después de matar a su gato con veneno y de
mirar a los borrachos húngaros a través del cristal sale de un sueño y se mete en otro.
Ella está vestida de blanco, tiene
como les digo el mismo rostro, no manifiesta ningún sentimiento.
Una mujer también muerta le lleva
de la mano, le va dando indicaciones de que decir ahora que tenga al encargado
religioso enfrente de ella.
Se forman, hay otras personas que
también participan. Un hombre recargado toca un violín rudimentario.
La ceremonia inicia: Una mujer
vestida de traje sastre le dice a la
mujer muerta que debe de pagarle en billetes de baja denominación. Así que abre su bolso e intenta entregárselos, la
oficiosa le dice que espere que todos los actos de posible corrupción se deben
de documentar. Un hombre en camisa blanca, se acerca con su cámara y comienza a
grabar. La muerta vuelve a entregárle los billetes que no sufren desprecio alguno.
La niña observa y le dice a la
muerta que si también hará la primera
comunión su gato muerto?. Le dice que se
calle y que so coloque bien la coronita con flores de azhar…
Posteriormente y al término
salen. Se topan con una mujer que se llama Adela. Ella les indica que deben de
tomar el elevador y marcar un punto rojizo. Suben las dos, es decir la muerta y
la niña muerta. Se detienen en el color. El aparato baja y baja. Se abre la
puerta metálica, entran al sub mundo. Se encuentra rostros conocidos. Usted se
asoma y mira el lugar repleto de hijos de sus madres…
Sube un monte parece que es
Michoacán. Van despacio un grupo de
excursionistas, le dicen que tengan ciudado con la víboras. Hay unas que les llaman mazacuatas. Entonces se
acuerda que así le llama a la verga. También piensa en esa historia que le
contó la mujer muerta. Ella le aseguró
que por los caminos y veredas de un pueblo llamado Chimalhuacán hay una clase de ofidios que les gusta chupar los
senos de las mujeres que parieron hace poco.
Le dijo que una dama como de veinte
y ocho se sentó fuera de su casa, porque
la tarde era agradable. Llevaba en el regazo a su segundo hijo. El sol la amodorró y se quedó dormida con la
teta al aire, el niño también. En esos llegó la víbora se aproximó despacio
como sólo las víboras los hacen, subió
por entre las piernas de la mujer, paso por el niño, luego buscó el pezón
caliente comenzó a chupar, a chupar, a chupar. La víbora también se quedó dormida.
Nunca le creyó este cuento. Y no le creyó
porque según usted las víboras no tiene
párpados y por lo tanto nunca duermen…
Suben la ladera del cerro y pensando
en la picadura de la víbora , dan vuelta
para encontrarse con casuchas en el
cerro. Niños panzones, con mugrecita, despeinados y sin zapatos.
Juegan entre los retos de un camión destartálado…
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
20 de abril de 2012.
Estados Unidos mexicanos.
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