LA NIÑA CON SU GATO MUERTO.




 


La niña emprende un camino de leguas y leguas, va con la mirada perdida y los pasos firmes. Su cara no refleja nada. Es un rostro que no dice  ni informa nada.

En la lejanía y los terregales se alcanza a  escuchar un tango que algún ebrio borracho con  licor de frutas toca, con sus manos sucias y sus uñas negras.

La niña no tiene nombre ni tampoco se intentó saberlo. Sigue camina que camina. Su gato muerto pende de su brazo, vá rígido. El gato acaba de morir. La niña le  dió leche con veneno para las ratas. El gato ya no está, tampoco encontraremos su alma.

 Dicen que los gatos también tiene alma.

La niña llega a una edificación en ruinas. Se mete  librándo los bordes de tierra y también montículos altos.

 Mira las hierbas silvestres. Se sienta en la tierra, saca una bolsa con polvo blanco que es sin duda veneno raticida.

Lo ingiere como si de pinole se tratara. Lo acompaña con saliva y traga y traga.Luego se recuesta completamente , cierra los ojos y aprieta en su regazo al gato, su gato al que privó de la vida hace unas horas.

En la cantina del pueblo muerto  todos bailan frenéticamente, perdidos de borrachos, estiran las piernas y chochan entre sí. Cada uno en su mundo extraviado, hace y dice lo que quiere. Uno de ellos se coloca un pan largo en la frente y también baila, en tanto otro le pica al acordeón. Una mujer tetona  mueve su voluminoso cuerpo y se deja tocar los glúteos  por los hombres ebrios.

Entra una mujer desaliñada, con los cabellos enredados, pregunta a los borrachos por su hija la niña demente. A ninguno le importa y siguen bailando, la mujer se toma de un trago la cerveza casera y dice para sí que cuando encuentre la infante le pegará tanto que nunca volverá a esconderse o menos a escaparse.

Un hombre de barbas largas habla y habla, menciona los caminos que tuvo que caminar y dice que lo que siempre andaba buscándo lo tenía tirado por allá.
Siguen bailando, se acabaron las botellas. Cuando las descubren vacías las azotan sobre las paredes, las  paredes se manchan.

Afuera sigue la lluvia, la niña recién fallecida les mira con su rostro que no dice nada. Se agacha, amarra el lazo de su bota, toma a su gato muerto y comienza a caminar……



Original del Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spen nec metu
18 de abril de 2012..
Estados Unidos Mexicanos.


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