BOING 727, RAYOS DEL SOL Y FIDEL CASTRO CUANDO TENÍA BARBA NEGRA.

  
 Ando con Herman El va conduciendo un avión de los grandotes. Su vestimenta es: pantalón lavado y planchado de mezclilla, camisa blanca, zapatos negros y una insignia que le acredita como piloto de cierta compañía que ya no hay más.



 El avión va rodando por una avenida que hasta hoy y a pesar de sus modificaciones  sigue ahí. Es una Avenida ancha por tal motivo las alas no estorban y además se le hicieron modificaciones para que no ocurriera ningún contra tiempo.

Herman maneja una  especie de palanca, le dá instrucciones a un tablero multicolor.  Sus dedos digitan por aquí y por allá. Me va explicando que hace el aparato y para qué sirve cada botón y cosa.

A los lados en lugar de casas hay comercios. Múltiples cafeterías, personas sentadas plácidamente y conversando de sus temas. De momento pienso que ando en otro mundo que no me compete.
 Pero es verdad estoy en el mundo de lo onírico donde todo pasa y todo queda como decía Antonio Machado.

En la esquina de once de Abril Hermán hace un alto, le doy la mano y me despido…

Ya en la calle  busco en una libreta la dirección de donde vivo. Es posible que tenga un olvido. Anotado en color azul y con tinta de la que no escurre miro y determino con el brazo que debe de ser por allá…..

Entro a la casa en donde vivo en la actualidad . Es un hecho pero casi no sueño con este sitio a pesar de que ya llevó muchos años  de entrar y salir.

Tocan a la puerta y descubro dos caras. Una no sé quién es. La otra es una mujer de Iberia. El otro debo suponer se trata de un hermano. Les permito el paso, se sientan de lado derecho en unos de los sillónes que tengo para tales fines.

Les ofrezco de beber y motivado por los calores de mayo me dicen que sí.

Recuerdo que no conozco bien en donde están las cosas y objetos de la casa. La ibera me mira y me pregunta la razón por la que no conozco ni mi propia casa. Le explico que tal vez se deba a que recientemente adquirí una casa nueva. Es esa y les señalo con el dedo.

Es una casa que se encuentra a no menos de 10 metros. Está situada en los altos de ese edificio. Se dirigen al lugar . A primera instancia nada se ha movido de su lugar, los muebles me los dejó en antiguo propietario. Parece que está habitado. Le digo que es la primera ocasión que entró a este sitio. Es como si fuera mi casa chica. La ibera suelta la carcajada y me dice que  es bueno tener distribuído el amor…Me pregunta que sí he tenido dos mujeres al mismo tiempo. Y eso porque no he podido tener tres les digo, todos reímos…Eso me hace recordar aquellos tiempos en que tenía sexo con una por la mañana luego llegaba a la otra casa y tenía sexo con la otra, por la tarde noche volvía a tener sexo con la primera y así por el estilo. Eran los tiempos de cuando yo era un toro fuertote.


El hombre que le acompaña me dice que sí pienso arreglar los desperfectos.

 Debido a la pregunta todos miramos pá arriba. El techo es de vidrio pero ya se encuentra opaco. Me dicen que si lo cambio que sea una especie de vitral que deje filtrar los rayos del sol. Me señalan que es verdad. Varios rayos entran directos. Luego dicen que cuando el rayo entre ponga a un niño. El rayo lo tocará y será jalado, se lo llevara. ¿Y para qué se lleva al niño? Le pregunte: Cómo que para qué  el lugar a donde van es un sitio en donde todos son felices . ¿Te parece poco?.

Les digo que no. En esas estamos cuando los rayos entran con más fuerza, chocan contra el suelo, son rayos de sol que se van fundiendo . La ibera me dice que espere a que se enfrien, sea como sea vienen del espacio exterior. Nos esperamos un rato y veo como los rayos se van conviertiéndo en pedacitos de oro. Júnte los que quiera me dijo. Esta es una fuente inagotable de riqueza. Nadie lo sabe, solamente usted y yo, me dijo la ibera.

Sintiendome rico y con los problemas por venir todos resueltos, les llevo a una sala de estar. En unos asientos como de jardín se encuentra Fidel Castro pero cuando tenía barba negra y acababa de comenzar la revolución. Están hablando cuando tocan a las dos puertas: Por una entra la mujer de Fidel. Es una cubana blanca y pelo negro. Una mujer con el estilo de María Antonieta Ponds. Por la otra entra la fría también joven. Las dos van vestidas con faldas cortas…

Fidel al mirar a su mujer le pregunta porque se tardó tanto. La mujer  le dice que porque tuivieron que comprar alimentos en el supermercado. Fidel se enoja y le comienza a reclamar en un estilo de rap gabacho. Le va diciendo lo que siente. Luego se detiene y les dice a las dos que no fueron al mercado que las dos son una verdaderas putas. Les dice enérgico que abran las piernas. Se acerca a ellas y a las dos les baja los calzones. Las revisa como si fuera ginecólogo. Incluso  a la fría le mete una lámpara e introduce  su nariz hasta que su barba choca con su pubis. Saca la cara y da el diagnóstico: Estas mujeres son una verdaderas putas. Yo les miro y no digo nada. La ibera se me acerca y al darse cuenta de que esto puede desembocar en un crimen pasional se despide.


 Al mismo tiempo que me recuerda lo del cambio  de techo para que los rayos solares puedan pasar con libertad y nos  puedan dar lo que yo ya sé……..


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
3 de abril de 2012.
Estados Unidos Mexicanos.

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