NIÑO CANTANDO CANCIONES A LA MUERTE, BUSCANDO UNA CAJA,NARCO SUEÑO Y TORTURADO EN AGUA.

NIÑO CANTANDO CANCIONES A LA MUERTE, BUSCANDO UNA CAJA,NARCO SUEÑO Y TORTURADO EN AGUA.







Por suerte pude recordar algunas imágenes ocurrido precisamente en la madrugada de hace unas horas. Ya llevaba varias noches en que estaba como capado. Pero como les digo ahora se los comento.

Primero descubro a un niño vestido de blanco. Incluso por momentos le veo algún parecido conmigo mismo. Es mi rostro, mis manos, mi cuerpo. Sin duda soy yo.


Este niño va por la calle con una expresión de contento. Sin embargo y debido a su inocencia no puede comprender el alcance de lo que está cantándo. Para él da por hecho que es una canción infantil y no incurre en el significado de las palabras.


El niño, dice a la letra que quisiera estar recostado sobre la tumba que le destinaron en el panteón. Y que le gustaría que le llevaran flores de alcatraz. El dice que a la muerte no le gustan pero que le recuerdan cuando en la vida, por accidente hubo disparos y le tocó una bala perdida destinada a un narco traficante.


Me acerco con discreción y le digo a este infante que le voy a enseñar canciones apropiadas a su edad y comprensión. Es así que comienzo por entonar una nana, y luego una ronda, para terminar con una que habla de la naturaleza en su conjunto.

El niño queda satisfecho y me pide le escriba la letra porque la tonada ya la tiene registrada en la cabeza.

Abro la hoja siguiente y me encuentro que camino sobre la alfombra roja de un Teatro. El recinto se ilumina a cada paso que doy y con una luz amarilla confort. Enfrente de mí persona llega Marcelo Ebrard y me comenta con su voz que no convence que le busque de favor una caja. Yo le miro para preguntárle como para que la necesita. Se gira y me responde que para guardar unos objetos personales. Esa es la señal dice. Salgo por entre unas cortinas y descubro para mi suerte una caja que contenia chocolates. La tomo y me dirijo nuevamente con Marcelo para hacerle entrega. Me agradece el detalle y me voy…..


Pasando a otra cosa mariposa fui por recomendaciones de alguno a buscar trabajo de matón. Nunca lo he hecho pero ganas no me faltan. Dicen que solo cuando matas a un cabrón te consolidas como mexicano. Lo demás es nada.


Hay alrededor mío hombres armados que llevan pistolas atrás del pantalón. Tienen todos ellos miradas de que son muy malos. Yo los miro y como que me vale madres.Uno de estos se sienta a mi lado, estira las piernas como si quisiera enseñarme sus botas. Me pregunta que quién chingados me llamó a ese lugar. Giro mi cara y le contesto que la necesidad y un poco el hambre y que en especial nadie me recomendó. El hombre saca una caja de cigarros y me pregunta a boca jarro que si tengo huevos para este tipo de trabajo. No sé si me está probando pero le contestó que solamente dos… El tipo se ríe, se levanta frotándose los pantalones y me hace un guiño de que espere.

Más tarde después de que me chuté varias hojas del libro que recomendó Mario Delgado Cien años de Soledad de Mario Vargas Llosa. Chale ¡.Estos ni los títulos se aprenden… Menos los autores.

Sale y me dice el mismo preguntón que puedo pasar. Así lo hago y penetro en silencio.

En el interior del gran cuarto hay hombres sentados. Tienen cuatro grandes mesas que están llenas de ropa de bebé. Uno de estos hombres como que tiene aspecto de musulmán me pide le lleve de entre esa ropa una prenda que definió como sport de temporada. No supe cual era la ropa así que tome la primera que alcance. El sujeto me miró y me dijo que podía salir…..


Quise irme pero casi de inmediato salió el que parecía ser el jefe de todos ellos. El ya parecía mexicano, con la apariencia de norteño. Me preguntó por mi nombre y me preguntó quién me había recomendado para ese trabajo. También quiso saber si yo era policía.

La respuesta que obtuvo fue la misma que le dí al otro: El hambre y la necesidad.

Ya está, tomó con su mano la perilla de la misma puerta y me hizo el ademán de que podía pasar.

En el lugar habían quitado la ropa de nenes y ahora pude ver montañas de dólares. Estos gueyes son narcos de verdad. El hombre me abrazó por el cuello y me dio la bienvenida. Me pidió no tomar dinero que no me dieran ellos. Porque tomar dinero ajeno se paga con la vida. Fue así que en este sueño pasé a engrosar las filas de la rebelión como dice la canción…….




Metido en estas andanzas la vida y sus disposiciones me fueron llevando….

Una de estas en particular fue dura, muy dura.


Consuelo Duval baja una escalera de una casa pintada de tonalidades multicolores. Es Bahía. Al sur del continente.


Ella sabe que ya soy un narco que trabaja en los sueños. No sé si en la cara me ve alguna señal o que cosa. Me dice que me esconda o que por lo menos me torne invisible porque atrás vienen los desalmados de Bahía. Alguien me dijo antes de salir para acá que estos brasileños son como la chingada. La única referencia que tenia de estos batos locos era sobre su vida en las favelas.



Por la calle arriba vienen arrastrándo a un joven como de 28 años. Se nota que antes del arrastre le metieron una putiza que no olvidará si es que queda vivo.


No sé cual es la causa por la que le jalan pero de que hizo algo, hizo algo.

No quiero hacerme el valiente y terminar de la misma manera. Me espero para ver el desenlace .

Al hombre lo tiran con un cable. El cable va atado a los pies. Su cuerpo se va azotándo contra las piedras de río que conforman esa calle. Le llevan de bajada. El hombre casi agoniza, lleva la camisa blanca manchada de rojo. Su sangre.


Luego se detienen con su bulto humano y le sumergen la cabeza en la misma agua que se acumula. Es una agua gris. El hombre se atragánta y tose. Le gritan mierdas en portugués y le insisten en que suelte la sopa.


Después de que casi le ahogan le colocan una bolsa negra en la cabeza y se alejan corriendo. El hombre golpeado como puede se levanta y en un acto rápido por respirar, alza el rostro al cielo y como que le agradece a Dios que mira atónito desde su butaca, tal brutalidad.

Los hombres corren al interior de otra casa que está en los altos. Uno de ellos al subir por la escalera interna me mira y me dice shttt. Yo le hago caso.

El atormentado se asoma y me pregunta si no vi a unos hombres armados. Levanto los hombros y le doy mi respuesta.

En los sueños no puedes ir de boca floja. Tienes que ser precavido Todo lo que digas o hagas puede terminar mal….



Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
8 de diciembre de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.

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