EL HOMBRE DE LOS TRES PERROS.



EL HOMBRE DE LOS TRES PERROS.



Usted se encuentra sobrevolando por los ambientes del sueño. Decide en un impulso de pájaro darse una vuelta para observar en directo los valles inmensos de lo que fue y de lo que es el Anáhuac. Va por los rumbos que el mismo viento le impulsa. Y busca además en este viaje liberarse de los pensamientos de odio que lo han ocupado desde hace ya varios ayeres.
Baja su tren de aterrizar y nota que un hombre cuyo destino es la vagancia, se hace acompañar por tres perros. Dicen que sale de alguna choza ubicada por debajo del primer puente. El, despierta de su sueño de olvidar. Dice que a veces es mejor darse un pase de mota y evadirse. Así lo hace cada vez que ingresa en la cárcel. Abre un ojo, luego el otro. Su pensamiento no es otro que el de ir a mear. Hay un retrete, luego se sienta como las mujeres y mea a satisfacción. Desde chico tiene esa maña de llevar la contraria.


¿Haber porque eso de sentarse a mear sentado?. ¿ porque no lo hace como los hombres haciendo chorro?. Cuando termina se toma el thé preparado que dice le cura el hígado. Asi debe de ser. Luego piensa, cuando le da un trago que los pobres de ahora en adelante tendrán que recurrir a los hierbarajos porque las autoridades de la salud determinaron que los antibióticos se venderán sólo con receta médica. Estos cabrones ya se pusieron de acuerdo con los que hacen las medicinas y los doctores. ¿ Dime tú le dice a al Firulaís. ¿ Qué pinche mexicano tendrá para pagar un doctor que le dé una receta donde diga que necesita antibióticos?. Pués nadie. Pero a mí me importa un huevo.
Cuando tenga la infección de algo, mejor le digo a la bruja. Tú no lo sabes , le dice a Firulaís. Cuando yo era niño ¿ sabes que antibiótico me dieron?: Puras pinches moscas hervidas. Lela cazó como unas ocho de las alazanas y luego las echó en un pocillo, y sin preguntarme nada me lo dieron a tomar. Santo remedio. A los minutos ya estaba curado. Por mí, le vuelve a insistir al animal que me den por indio muerto.


Luego, toma un periódico que se encontró ayer. Mira, le dice al Firulaís 2. El presidente Calderón dice que los que tienen atrapado a México son una bola de maleantes. Una minoría. Huuu¡. Y estos mierdas del Sol Azteca ya se le fueron encima. Ira; este pelón con cara de Chaplin de las tunas. Es entonces que aguza su mirada y le dice al Firulaís 2: Pablo Gómez. Este buey es un oportunista, desde los chingadazos de Tlatelolco ahí lo vez, nunca se le acaba el verbo. Además dicen tantas mentiras. Yo si estoy de acuerdo con lo que dice el presidente. Son una bola de maleantes los que tiene secuestrado a mi pinche país. Pero todos eh¡, no olvides a ninguno eh?...
Luego, en el hablar con los perros, busca su saco, luego se coloca esa bufanda roja o lila que se encontró en un bote. Tiene una rasgadura de estambre, pero no le importa. Se dá una leve lavada de feis, se acicala el pelo tal y como lo está haciendo Firulaís 3. Toma su sombrero se lo coloca y si de competir se tratara, de seguro este vagabundo azteca se chinga al vagabundo de Beijing.
Dicen que él muy acá, que ya hasta tiene su página web. ¡ webón ha de ser. Qué muy padrote, y que se las gasta sólo. Debía de ver el estilo que tengo. Porque un habitante de la city que se precie de haber nacido en la warrior, debe de ser como yo. Educado, siempre cortés, como el pinche Kalimán. Galante con las mujeres, tierno con los niños e implacable con los malvados….
Bueno cabrones, le dice a Firulaís 1, 2 y 3. Vámonos a la verga¡. Y salen a la calle a buscar latas de aluminio, botellas de vidrio, papeles que sirvan.
Una de tantas le entró tanto coraje cuando alguno desde un carro en movimiento le gritó: ¡ Adiós señor Tlacuache ¡…

Se le quedó viendo cómo diciendo ; ya estarás jabón de olor.

En su trayecto se le acercó un ñis de la Delegación disque para censarlo. Porque ellos necesitaban saber cuantos vagos hay en la ciudad. ¡ No mames Mike ¡ . Pá que lo quieren saber. Nomás no me toques¡, le dijo el hombre de los tres perros. Acto seguido se limpio las manos en uno de sus perros, en señal de asco tal y como le hizo George W a William Clinton. Es que estos gueyes, no me vayan a contaminar, y la verda, yo no tengo pá comprar recetas. J a ja ja ja.


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Para elpueblodeletras.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
26 de marzo de 2010.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA BRUJA - Letra