EL ESPIRITU CATALAN INVADIO GUANAJUATO.



El espíritu catalán invadió a Guanajuato

Por: Velio Ortega,
Jueves, 09 de Octubre de 2008
O de cómo el ánima del Quijote inauguró el Cervantino

GUANAJUATO

En la capital de un lugar manchado con narcomantas y balaceras, de cuyo nombre me acuerdo y suspiro, presentóse no ha mucho tiempo (ayer, para ser preciso) un hidalgo de los de guitarra, caballero de cantos profundos, buen mozo (bueno, ni tan bueno y mucho menos tan mozo), muy expresivo y emotivo, catalán él, tenido por nombre Joan Manuel Serrat.

AL PÚBLICO

Una canción de cuna en catalán, sirvió a Joan Manuel Serrat para recordar la amorosidad de miles de admiradores que tomaron por asalto las inmediaciones de la Alhóndiga.Estuvo ahí, en ese castillo que parece Venta, la Alhóndiga de Granaditas, en la inauguración de un festival creado en honor a un tal Cervantes, padre literario de quien desde ahora es la inspiración para los imaginarios periodísticos de este humilde vate reportero.

PRIMER MOMENTO: CANTARES EN LAS CANTERAS

Los Cantares de un Serrat, que tiene la serenidad que sólo da la madurez, cubrieron un Guanajuato en donde el ánima de Don Quijote ocupó cada espacio de una ciudad donde cada quién tiene sus propios molinos de viento.

El Guanajuato del XXXVI Festival Internacional Cervantino fue compartido lo mismo por barbas canosas y lentes redondos, por cabellos que tiñen juventudes femeninas idas y por esa sangre joven ávida de antiguos cantos nuevos.

Así inició el Cervantino, con un Serrat que mostraba otra vez que ‘se hace camino al andar’, en recuerdo de la vieja España republicana, tan cercana al México liberal y al México soñador, tan soñador como el ánima quijotesca de la matutina marcha magisterial que quiere una "educación científica y popular" escrita en mantas con faltas de ortografía.

El ánima de Quijote y Sancho se deleitaba con ese nombre que sabe a hiel, con esos locos bajitos que conocen por fin al autor de las letras que cantan los abuelos cincuentones y sesentones, hijos del 68 y los cafés cantantes, de los Chés Guevara que alguna vez quisieron resucitar con el Sup.

Serrat impuso con su dulce canto catalán un silencio emocionado, mientras el resto de la ciudad vivía en las calles un frío que habría de convertirse en discreta alegría al final de la jornada.

Y el que podía haber sido un gran día se convirtió en evocaciones de amores pasados, como Dulcineas inmortales, como hidalgos omnipresentes. Así el catalán nos recordó que hace 20 años que tengo 20 años, que no hago otra cosa que pensar en ti; cantó con esa voz mediterránea, con el canto a la bella del metro que no me ve, con los millones de pobres que no han entendido que Carlos Marx ha muerto.

Así cantó Serrat, mientras el ánima del Quijote y su fiel escudero pasaban por el arco de metal de un Cervantino "blindado", pululante de policías y perros, con los Cletos en San Fernando, con los hippies con iPod que al son de la quena tocan "Puño de tierra".

SEGUNDO MOMENTO: LA ALEGRÍA Y LA ANTISOLEMNIDAD

Serrat alegró los rostros inicialmente tristes y los complació con frases de Heráclito atribuidas a los chinos ("nadie se baña dos veces en el mismo río"), esas pequeñas cosas que alborotan el corazón, como el interpretar a su manera "Caminos de Guanajuato".

El catalán cantó para la libertad, nos ofreció sus Palabras de Amor, nos deleitó con una Fiesta irreverente y cerró con una Penélope que tejió y destejió un Festival que no tuvo palabras oficiales, pero que no hicieron falta, porque el ánima del Quijote inauguró el festival, con su juventud sedienta de expresión y arte, con la solemnidad de los adultos cultos, con esas calles tomadas por la gente muy a pesar de los retenes, donde la Policía se encuentra cual soldaditos de plomo en carpa de tiro al blanco, en espera de una narcogranada que haga chuza y los convierta en mártires de una guerra que, aunque no lo parezca, vamos ganando, y sean parte de un discurso de llamado a la unidad nacional.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA BRUJA - Letra