LAS CUATRO HORAS DEL SUEÑO

LAS CUATRO HORAS DEL SUEÑO.


Estoy en la mira telescópica del sueño, ojeo tras la ventana y mi aliento se duerme en la amplitud deel vidrio. Afuera en la calle de la violencia hace acto de prescencia una señora que lleva un delantal, pasea a su perro a las cuatro horas de la mañana, es posible que así se relaje. También llega un sujeto que camina como distraído y se dirige a la caseta telefónica pero nunca usa el teléfono . En esa esquina lo están esperando otros dentro de un carro compacto. Bajan dos , intuyo que hablan sobre los precios en que deberán vender sus estupefacientes.

Me vence el cansancio y cierro los ojos como dice las canción de Raphael , este lapso es aprovechado por algún hijo de puta que se roba el faro de mi automóvil . Busco en la turbiedad de las horas del sueño y por allá cercano al Eje Central se encuentra un malviviente que posiblemente se llame Armando . El se encuentra tirado por completo en el piso , sus ropas son prácticamente andrajos , el pantalón lo lleva abajo , muy debajo de la cintura sus nalgas la cubre el pavimento , su pene negro florece y se observa como destaca el tono rosa de de su pene sucio. Cruza una señora y atónita , mira al individuo con su cosa larga de fuera.


Calles abajo , me mira un delincuente que toma alcohol con Orange y sus pensamientos se pueden ver ; Pinche güero si se descuida le meto un puñal y se lo clavo , después le saco la cartera a ver que trae .

Tomo por un callejón que me conduce hasta un teatro de cualquier ciudad , ahí miro en actuación a Les Luthier , el de pelo Cano , se forma en un abundante grupo de gente . Cuando ellos cantan y dicen , entre el público comienzan a aparecer agentes de la policía federal. Llevan metralletas , pistolas , van de azul , y como que pretenden buscar con la mirada , van por alguien y no sé por quién .

Uno de ellos descubre a un señor que en apariencia es un decente . El señor lo mira de reojo y saca un arma de las que sólo puede usar el ejército , comienza a disparar y aquello se convierte en un pinche lío . El señor es recibido por balas que salen de todos lados . Yo no huyo ni tengo miedo quién dijo miedo muchachos si pá morir nacimos , intento ayudar porque mi naturaleza siempre ha sido de esa manera . El señor cae cerca de mí y con una mano pretendo contener la hemorragia que le causaron los disparos de la justicia . Su cara está bañada de sangre , esta le escurre por los bigotes y las comisuras de los labios . Intenta hablarme y me dice que es de Sinaloa , un estado de México , me dice que siempre vivió con hambre , balbuceaba sobre los nombres de sus padres y me decía que no se arrepentía de nada . El hombre dejó de hablar , murió por motivos de la ambición . Los policías federales , cargaron con el cuerpo y lo sacaron del teatro . La función se suspendió momentáneamente , Les Luthiers continuó sin inmutarse ; ¡ Se murió , por unos tiritos ¡.


Tomé un libro con poemas que hablaban de los andaluces de Jaén , descanse sobre la cama y un enjambre de abejas zumbaban en mis orejas.

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México.