Temblor, casa nueva, mujer desnuda en el suelo, mujer vestida de muerte blanca, cicatriz larga por todo su cuerpo.

Temblor, casa nueva, mujer desnuda en el suelo, mujer vestida de muerte blanca, cicatriz larga por todo su cuerpo.



































Me encuentro de pie sobre la esquina de Chapultepec
De pronto el suelo comienza a retumbar, a moverse trepidatoriamente pués.
Se intensifica.
Enfrente de mi un edificio cilíndrico de color café se inclina.
Este edificio originalmente está por Mariano Escobedo pero en el sueño de anoche lo situé en esta Avenida.
Se inclina y cae en un ensordecedor estrepito¡
La loza que cubre el edificio se desprende y salen despavoridos cientos de personas.
A un lado hay otro edificio.
Este está en obra negra.
Los trabajadores se asoman, también caerán.
Uno de ellos de ojos saltones grita: está temblando¡ Es un cataclismo¡
Tomen fotos¡
Como no traigo la cámara dispuesta pero el teléfono sí les tomo imagen a todos los asustados..
Eso fue todo. No hubo más.

Les cuento que tengo casa nueva.
Es una casa a la que llegas por un pasillo al descubierto. Al fondo veo maderas mojadas,podridas.
Saco las llaves de la casa nueva. Me dirijo presto al baño. El baño está terminado a medias. No tiene agua,no tiene taza, no tiene lavabo. Solo las paredes enjarradas con pasta.
No tengo tiempo, me saco el pito y orino sobre la pared.Ni modo. No contaba con esto. Además no se debe uno de aguantar las ganas.




Después entro a un cuarto. Es otro sitio.
Una mujer desnuda y muy rubia está medio sentada en el suelo. El suelo es de cemento. Le digo que se va a lastimar la piel. Le digo que se levante, le ayudo. La mujer se pone de pie. Parece de otro país. La tomo de la mano. La mujer tiene una apariencia de mujer cansada. Le digo que puede dormir en ese catre. La mujer se recuesta, así desnuda. Lo cubro con una manta, la mujer cae en sueño profundo. Yo la miro.
Esta mujer no es una mujer joven. Debió nacer a finales de los 30. Esto lo digo porque su rostro ya envejecido es lo que demuestra.
La mujer que sí sé como se llama pero que no lo diré para no herir suceptibilidades.
Está en un cuarto acompañada de otras cuatro beatas, estas sí más jóvenes.
Me dice que debo de salir porque debe de prepararse para su próxima muerte.
Las otras la visten despacio. Es un vestido tipo novia.Un vestido color blanco con adornos florales.
Salí del cuarto sin embargo la sigo viendo. Es como sí las paredes fueran trasparentes.
Una vez ataviada se recuesta sobre la cama tendida. Les dice a las beatas que ya es la hora mientras musita entre labios que Dios la perdone por los males que pudo o que causo.
Ya no es hora de perdones. Eso ya no cuenta. Lo hecho hecho está.
La mujer cruza los brazos, le colocan un ramo de margaritas, cierra las ojos y duerme el sueño eterno de la muerte. Ni siquiera sufrió. Ni un pinche dolorcito siquiera.

Este otro que está tirado en el suelo también lo conozco.
Tampoco diré su nombre.
Está tirado en el suelo y tiene escoriaciones en el cuello. De primeras pensé que alguien lo chupeteó quizá un vampiro.
Pero no viéndolo bien este cuate tiene una cortada reseca pero reciente que baja de su cuello pasando por su pecho, parte de la barriga pare terminar finalmente en toda su pierna.

Le pregunto que fue lo que le paso?
Este me dice con voz inaudible que lo tasajearon como si fuera un puerco.
Intentaron hacerlo cachitos pero no lo lograron.
Y lo que me llevé fue esta gran cortada.
Que les debías algo?
Pues creo que sí. Pero ya quedamos a mano…
Le dije que le tenía que echar sal a su herida porque no había otra cosa.
Y está yodatada?
Creo que sí. Y le eché sal a todo su cuerpo en canal...




Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
21 de Julio de 2016
Estados Unidos Mexicanos.

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