LA
DIECIOCHO, EL ORO, IMPEDIMENTOS, CIUDAD, ROBO DE AUTOMOVILES QUE NO SE
CONSUMA..
“Sí aún en
mis sueños te sueño cómo nó te habré
querido “.
Hemos andado
de patas de perro por mercados, restaurantes, plazas. Pecaríamos de mentirosos
sí te dijera que ya recorrimos los tres kilómetros de la 18 de Julio. La
Avenida principal de Montevideo.
Estos feliz.
La Maga retiró su enojo hacia mi persona. Al grado tal que cuando le propuse
que me acompañara al Uruguay, simplemente me dijo sí sí Alfredo vámos…
Caminamos
desde La Plaza Independencia hasta la
calle Vieja y finalizamos muertos cerca de Boulevard Artigas.
Nos metimos
a tomar café. La Maga pidió un pastel y yo también. Hablámos como locos y le
dije que por más obstáculos que se impusieran al final yo sabía que ganaría el
amor. La Maga también estaba contenta lo podías notar en sus pupílas….
Después del
café decidimos continuar. Ella se detuvo en un aparador para ver unos zapatos.
Yo por mi parte esperé hasta que escuché la voz de mi tío Eduardo. El estaba en
la entrada de un negocio. Me llamó y le hice con la mano que me esperara un
momento. Con la cabeza dijo sí.
Llegó la
Maga y me mostró sus zapatos nuevos. Los traía puestos. Comenzó a dar vueltas y
me dijo: Estoy feliz Alfredo, por fin estoy feliz…
Le dije que
en esa puerta estaba mi tío y que quería que fuéramos. Pus vamos….
Tocámos. La puerta
está entre cerrada. En el fondo mi tío nos dijo con voz
suave que pasáramos. Una vez enfrente de él nos dijo que quería dárnos unos regalos. Abrió un cajón y
comenzó a sacar distintos objetos que iban
de collares, prendedores, pendientes, anillos. Todos ellos de oro..
Este cómo verán es un tesoro que yo les tenía
reservado. Le pidió a La Maga que se fuera colocando las joyas. Yo la
miraba a través de un espejo.
Una vez que se acabaron los objetos nos despedimos.
Salimos de nuevo a la dieciocho ya era de noche…
La Maga aún
sorprendida por los regalos me dijo que sí se los quitaba. No Maga sigue usándolos. Cabe
decir que todas las joyas mostraban un resplandor y de estas salían unos polvos
como mágicos…..
En el sueño
siguiente ando haciendo piruetas.
Voy
caminando encima de una barda. Es una barda que alguien edificó en plena selva.
Veo colgádos de las ramas a múltiples changos. Fieras de todo tipo y con
hambre.
Paso entre
los alambres de corriente eléctrica y me balanceo.
Recorro varios
kilómetros y llego finalmente. Bajo de tres brincos. Hay un solar pequeño. Sacó
de un costal casas y edificios en minuatura. Los voy colócándo a la manera de
que fundo una ciudad… Cuando termino de ubicarlos sacó la bolsa que me
entregó Eduardo en Montevideo.
Son monedas de oro también. Las arrojo sobre
la pequeña ciudad. Este símbolo logrará
que la ciudad sea próspera… Eso espero…
Voy subiendo
una cuesta empedrada. Me levanté temprano. Muy temprano. Esta madrugada voy a
robar varios carros de lujo. Eso a mí no me cuesta ningún trabajo. Lo hago por
gusto. Los propietarios están en ese interior. Están en grupos hablando cómo
han robado a todos y se burlan. Pues ahora les daré una lección. Voy a robarles
en su propia cara…
Y les dejaré un mensaje en el suelo para
mostrárles mi desprecio.
Miró los
autos. Todos son de modelos recientes. Estas chingaderas deben de valer una
fortuna. Me acerco al que he elegido. Con una maestra, le doy unos pequeños
giros y ya está. Me subo, enciendo el motor. Cuando estoy a punto de irme se me
acerca un conocido. Me dice que el plan falló porque nos descubrieron. Y cómo
fue que nos descubrieron?. ¿Alguien les dijo cómo eras. Entonces que sugieres.
Que nos esperemos.Bajé del carro. Le dijo al conocido que no en balde me había
vestido de smoking para este hecho importante ¿ y vienes a hora a decirme que nos
han descubierto?: Pues no me importa. Todos roban aquí. Estos hijos de puta que
están adentro bebíendo fino son ladrones también. Así que aunque nos hayan
descubierto lo voy a hacer. Acto seguido me volví a subir al carro, lo encendí nuevamente
y me marché..
Decidí aventar
el carro en una barranca. Cuando llegué ya me estaban esperando un nutrido
grupo de defensores de la ley. Me pidieron que descendiera. Así lo hice.
Levanté las manos. Ellos se acercaban lentos como cuidándose que no llevara
arma. Cuando me esposaban con el
pie logré empujar el carro que se fue rodando
hasta la profundidad..
Original de
Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec
metu.
14 de
Octubre..
Estados
Unidos Mexicanos.
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