CIELO..
Es así que
busca la manera, acaso la forma de
terminar como se dice por ahí de una vez por todas.
Se dirige
con los pasos rotos al sitio lejano que le llaman el pozo jondo.
Cabe menciónarles
que la depresión negra lo acomente por completo.
Se asoma
como para calcular la distancia y el porrazo que se dará y se pregunta sí será
suficiente para esparcir sus cincuenta y cuatro kilos de carne con hueso.
Algunos se
preguntarán ¿ que es lo que quiere hacer este pendejo?¿ Aventárse al pozo?.
Debería de
acordarse lo que dijo ese escritor borracho: Que ningún culo mujer vale más de 52 dólares..
Usted recarga
los brazos. Tan fácil que sería aventarse
y ya.
Debo decirles
además que el medio ambiente está perfecto;un cielo gris, niebla y lluvia, y
una parvada de pájaros a los cuales les vale madres su futuro o su destino.
Recuerda la
causa del problema.
Todo iba
bien hasta que a ella se le ocurrió colgar ocho fotografías. Incluso les puso
texto.
Al verlas
usted no pudo contener su ira y optó por escribir:
Le dijo palabras duras, le quitó el personaje, que ella merece y le dijo otras cosas que no viene al caso mencionar.
La respuesta
por parte de ella fue inmediata:
En lugar de
regresarle sus cartas y flores de papel sólo hizo click. Que es como tronarte
los dedos o decirte; te vas a la chingada….
Pués bien en
una especie de hombre sin suerte y con el destino futuro más negro que un perro
de aguas, usted coloca los pies sobre los rojos ladrillos. Mira pá abajo y se
balancea. No hay vuelta de hoja. Extiende sus manos al viento y hace un recuento,
un marcha atrás y se arroja…
Su cuerpo vá
cobrando velocidad. Puede ver la espiral que se forma, como gira, cual rehilete
y cómo los insectos volátiles intentan ponerse a salvo de morir
atropelladamente.
El pelo se
le desordena, gira y gira, su boca, su
pensamiento dicen y repiten, repiten y dicen: cielo mío, cielo mío, cielo mío….
En una
acción de complacencia vuelve a tomar la pluma. Esta acción humana no se
olvida. Escucha y siente el disfrute de ir plasmando palabras, pensamientos
sobre las cuadrículas de la hoja.
Despierta……
Con los ojos
cubiertos de barro negro se pone de rodillas.
Este debe de
ser el sub mundo.
O más bien
el mundo real.
Hay una
especie de túnel cloaca y descubre el cuento usado de que siempre al final hay
una luz. No es verdad. ¿Y sí así fuera
de qué carajos le puede importar la luz a un muerto?.
Inicia un camino,
la luz lunar logra alumbrar apenas, recarga sus manos en la pared del pozo,
deja sus huellas. Se pregunta sí está vivo o está muerto.
Intenta tocarse
la cara pero no la encuentra tangible. Piensa que es alma, o un ente espiritual.
No encuentra
la luz dichosa se regresa sobre sí, pega un brinco y dos y tres.
Es imposible
salir…
Deben de ser
las cuatro. Hay mucho silencio. Se acercan pasos…
Es cierto.
Mira una cubeta que va bajando. Topa el suelo. Se asoma la hermosa. Alcanza a
divisarle y le dice: ¡ Qué has hecho ¡
A usted le
dá pena. Le explica la historia. De cómo se arrojó al pozo y porqué razón..
Ella se
queda callada y piensa.
Esto llegó
muy lejos. No lo vuelvas a hacer por vida de Dios…
Cuánto dilema,
tanto penar..
Le pide que
ate su cuerpo, usted lo hace. Ella vá jalando con fuerzas descomunales.
La madrugada
sigue reinando.
Original de
Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec
metu.
12 de
Octubre de 2012.
Estados Unidos
mexicanos..
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