EL PODER ESTA EN LAS NALGAS.
Cuando el socio mafioso
del señor Thompson le reclamó por haber perdido setecientas cajas de
alcohol de primera calidad que fueron robadas por un maldito italiano no pudo contenerse y reclamó airadamente.
Thompson le miró y no pudo ocultar su enojo.
Tú ahora estás dedicado a tu puta del vodevil y te has
olvidado del negocio. Esto nos llevará a la ruina y no quiero que me arrastres.
No pienses que te tengo como amigo, sólo
me interesa el negocio.
El señor Thompson no podía abstraerse de la belleza de esa
mujer. Cuando la veía quedaba embriagado. Sucumbía ante las peticiones de la
actriz. Y cómo nó. ¿ Quién puede decir que nó a nada cuando le estás lamiendo
el culo a una mujer sensual?.
El señor Thompson recordó esta escena. Se volvió con su socio mafioso y le dijo : No tienes porqué
molestarte. El poder radica en las nalgas. Entonces soltó una risotada y se
dieron un abrazo.
En un sueño sin pasividad usted toma un taxi de los años
sesenta. Le pide al conductor o chafirete que siga por la avenida. El hombre de
bigote recortado no le atiende y se vá por dónde quiere.
El individuo en la madrugada juma su cigarro. Pasan por un
antro de vicio miran como salen las putas. Le dice que sí quiere echarse a una.
Ahora no, le responde. Me he aventado durante la semana cinco palos. La fría se
puso caliente. Ah¡.
Las putan salen con hombres borrachos, gordos horribles, con
su almas también gordas. Que triste destino de la putas mexicanas. Dice el
cuate. Es verdad. ¿Ya no es como antes nó?
Recuerdo lo grandioso de aquellas putas espectaculares.
¿ Se acuerda de Zulma?.
Pero ella no era mexicana sino del
sur.
¿ Y la Grace Renat?. Esa sí era de acá.
No señor, esas sí eran
putas..Ahora las ve uno pintadas con maquillajes baratos y bien vulgares. Este
es un medio bien pinche..
Llegan a Coyoacán. En medio de la calle un hombre con bastón
intenta decirle con ademanes al taxista que le permita pasar. Usted le reconoce
es el señor Garfías. Sí es él. Lo malo que en la calle todos son iguales. Antes
de la luz verde se arranca sin respetar
la petición del señor.
Aquí nadie respeta nada. Y yo no tengo porque ser amable con
este viejo.. Usted lo ve en la televisión quesque muy ducho. ¡ La verga qué ¡ aquí todos valemos madre. La calle es
la calle insiste el ruletero..
Ah¡. La Rosy Mendoza que tetas, qué tetas…
¿Y la Meche Carreño?. Siempre me la imaginé encima de mí
encuerada y dale y dale…
Esas sí eran viejas. Ahora son quejiches. Nomás te quieren a
ratos. Y te quieren de dientes pá afuera. Te quieren pa sacárte dinero. Y
cuando no lo tienes te mandan al carajo…
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
16 de octubre de 2012.
Estados Unidos Mexicanos.
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