PROHIBIDA LA ENTRADA
PROHIBIDA LA ENTRADA
Caravaggio
Su mirada es tenue , es , como lo podría decir ; parece que tuviera miedo ver directamente a la gente . La esquiva como gato huraño , habla poco como si temiera revelar sus angustias , sus palabras las guarda para que las escuchen únicamente sus oídos . Su ropa , es una ropa sumamente usada, imaginas que por las noches las polillas devoran las partes menos deplorables . Sus zapatos cubren unos pies hinchados que casi nunca caminaron ; tuvieron miedo de enfrentarse a la vida, a las grandes decepciones, él mismo les negó el camino .
De qué servirá caminar, sí son siempre las misma veredas? . Su cuerpo , ha determinado no usarlo , se empecina en ser como una momia , y cuando un cuerpo yace por días, tardes y noches postrado, sin adentrase al movimiento cotidiano , termina por ser sepultado. Su vida pasa durante el tedio de esas tardes , es habitante de un pueblo blanco dónde siempre hay moscos , alacrán y pájaros . Es un personaje discreto que sólo aparece como los murciélagos a chupar las ubres del ganado mayor a falta del néctar de las tetas. Ratos, días y noches pasa desapercibido por los aborígenes. Solo supiste de él por el esbozo de idea , esa idea pregonada por aquella viejecita temblorosa de las manos . Su pregunta : ¿Cómo sigue de salú? A no ser por esa exclamación, él seguramente continuaría ignorado. Nunca transita por esas calles de piedra , los pájaros no lo conocen , los gallos le huyen , las vacas vuelven del pasto , las vacas paren terneros , los perros recogen comida con sus hocicos, el belga reposa en el campo santo y nadie se ocupa de él.
En otras cuestiones , el fresno cruje amenazador parece un fantasma maligno que espanta a los niños y es protagonista de miles de historias . En el pueblo de él , las cartas nunca llegan , la música no se oye a no ser por la musica que trae el viento . En este lugar las cartas no llegan nunca ; no hay correo , las muchachas no se dejan ver . La plaza luce vacía . Detengo el ritmo y leo : “ kiosco donado por H Ayuntamiento febrero 20 de 1946 ”. La iglesia no anuncia misa , los burros soportan su destino, algunos jovenes azotan una pelota ; el divertimento del pueblo; Te dan pelota y harás deporte, te dan botella y caerás en la calle, tarde que temprano . Te dan tamales y atole y como autómata depositarás la boleta electoral . Te dan misa y aprenderás el padre nuestro .
Un viejo toca una canción , rasca las cuerdas desafinadas , pero eso no es motivo de preocupación.
El continúa ignorado , ajeno del tiempo , ajeno del mundo ., de las revoluciones y hasta del rotativo que informa . Es lo mejor señor , él se esconde como las musarañas o los topos , sin embargo es feliz en este encierro voluntario, alejado del bien y del mal . Su cerebro es su compañero, con él hace todo lo posible . Reposa sus kilos sobre esa cama sin clavos ¿ Qué pensará si no tiene recuerdos? . Su años de niño se olvidaron, ni se enteró que tuvo juventud , ni supo que tuvo sexo, jamas se le ocurrió decirle a nadie sobre su árbol familiar.
El descansa en sus cama con los ojos y las ideas al cielo esa mosca cruza veloz y se anida en su cara barbuda , parece un guía hebreo.
Sus tardes, su tiempo se ocupa en levantar el jarro pulquero ; “ Lupita “” se puede leeer, lo tapan sus dedos . Se embebe, se embriaga, y sale cuando las estrellas lo invitan a volar . Péor él no las va a pasar. De lo azul a lo negro de la noche , su mirada se haya tonta mirando un punto perdido . Tal vez hace bien su día no tiene sol, y no le interesa que la mujeres maduras pasen a su lado y le muestren las flores de sus senos, la alegría de cualquier mañana en los pezones morenos, en las blusas coloradas, en las trenzas brillantes , en las espaldas torneadas , en las caderas dormidas . El evade tajante cualquier insinuación, toda colaboración humana . Un rato de esos se dio a la confeccion de elabora un perfecto letrero capaz de explicar sin condiciones que nadie se apropiara de su vida : “Prohibida la entrada “ . Y nadie osa interrumpir su soliloquio , nadie puede penetrar al sitio habitacional de sus pensamientos.
No usa peine alguno, los parásitos viven en su cabello, no ríe , es un chiste malo decir que vive , no se interesa en nada y nada le interesa. Y no espera el milagro que todos deseáramos . De Dios vive olvidado , pero no descuida la fé , esa que habita su conciencia , a pesar de su extravio coloca en un espejo la estampa barata de San Martín Caballero. El obserba con sonrisa loca cuando el santo agarra a cabronazos al satánico luzbel...
REVISTA DURANGO NUEVO.
NUMERO 298.
Original de Alfredo Arrieta Ortega.
1987.
Durango México.
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