LAS CABEZAS


LAS CABEZAS


Alfredo Arrieta Ortega
1955-

Tienes una pesadez en todo el cuerpo, nunca has tomado ningún medicamento para conciliar el sueño, piensas que las drogas sólo atrofian el sistema nervioso, es un escape fácil para quién teme enfrentarse a la vida .
Después que te colocaste el pijama, saliste al cuarto de baño para lavarte los dientes. Levantaste la tapadera de caracoles y miaste a chorros.
Sin empacho te arrojaste sobre la cama que sin ningún recato sobre la cama y caíste en la profundidad que te da el thé de azahar .
Abres una puerta en tono verde y pasa un perro blanco. Te mira sin preocupación alguna, sin ganas de morder .
Al estar en esa habitación pasan volando diez cabezas recién cortadas, arrancadas de sus cuerpos . Ellas vuelan seguidas de un halo de fosforescencia también en tonos verdes . Uan de ellas, es digna de aparecer en “ Aunque usted no lo crea ”. Tiene unos ojos enormes , que emanan una luz muy fuerte . El cuerpo está en otra parte . Alguien lo arrojó en alguna vereda, pués nuestra república es muy extensa, así que cualquier lugar es bueno para arrojar los cuerpos y las cabezas por doquier.
Algunas han aparecido en los lugares más insólitos: En una discoteca , enfrente de estaciones policiales , con mensajes escritos , en botes de basura , en el interior de los carros , tiradas en los montes etc .
Estas diez cabezas cuando estaban pegadas a sus cuerpos , nacieron de esos vientres limpios . Sus madres, los esperaron con mucha alegría . Tú no sabes cuando perdieron el rumbo . Por ejemplo la cabeza número uno, pertenecía a un niño amable , que asistía con puntualidad a sus clases , que amaba a su maestra y a sus padres , pero un día encontró un camino lleno de espinas y decidió entrar a el . Primero hubo de pasar enfrente de una barda . Ahí , escuchó un grito también infantil . Era Héctor o Marcos su compañero escolar, sacaba su cabecita por entre la barda y lo llamaba . Le pedía que se saltara esa pared de ladrillo. Cuando lo logró , no imaginó nunca al lugar que había entrado . Le ofrecieron cigarrillos que sólo consumen los pobres . Le dio unas fumadas y de allí pal real , cigarros , alcohol , trasnochadas , fiestas , sexo , drogas fuertes .
A los 18 años ya se inyectaba heroína , se la traía un tipo turco que solo era turco de sobrenombre . Ya entrado en ese mundo subterráneo el sabia que era difícil escapar .
Lo metieron varias veces a la cárcel . Primero la historia vieja de encontrase en un vehículo que tenía reporte de robo . El se decía inocente . ¿ Porque mejor no empleo su tiempo en canalizar su energía a los estudios ?. A su edad podría haberse leído mas de 35 libros por año, conocer desde Wiliam Blake hasta Amado Nervo , o los poetas malditos , a los de la generación del 98 . Hubiera podido ver cientos de películas de diferentes facturas. Deleitarse con Orson Welles , Akira Kurosawa , descifrar los enigmas de la canción celta . Incluso escribir poesía, comer sanamente , consumir como dicen los anuncios estúpidos sólo frutas y verduras.
Pero no , la cabeza primera decidió correr los riesgos, perfirió que la adrenalina siempre lo rondara , cometía todo tipo de delitos , para él no existían impedimentos, robaba todo lo que pudiera , cuando había algún obstáculo sacaba su pistola o su cuchillo y ya esta . Para él no había límite de nada , era un valedor de subterráneo . Cuando lo atrapaban , y le hacían preguntas de el porque lo había hecho , sólo se concretaba a decir ; pués nomás…
De las otras cabezas no puedo hablar, ellas están en un periódo de recogimiento, acaban de ser cortadas, mira que en lo que fue el cuello aparece aún sangre fresca….

En este mundo hay ciertos individuos que realizan los trabajos más viles que se puedan contar. Uno de estos es el de aquel que con rudeza te aplica la cadena, te atrapa por todos lados, es como cuando alguien te agarra y te aprieta con mucha fuerza los huevos. El es capaz de anular a quién sea, te hace llamadas,para cobrarte, te pone mil obstáculos, y de manera sonriente te va exprimiendo y después tú le das las gracias. Unos usan trajes grises, otros portan lentes obscuros, te miran en las calles como si tú fueras el delincuente, te llegan en forma de comerciante que te roba cada que compras un kilo, cuando compras gasolina, cuando se acercan súbitamente al vidrio del coche y casi en un asalto te obligan a que les compres. Otros te extorsionan desde las cárceles, otros te piden donativos, otros crean fundaciones para sacarte dinero que no sabes a dónde irá a parar, Ninguno de ellos es capaz de decirte la verdad, todos son capaces como demonios con sus dientes incluso de matarte sin prisa pero sin pausa.
Te arrinconan hasta un cuarto con cuatro paredes sin ventanas. Cuando ya está ahí, las paredes se van cerrando lentamente. Estas tiene unos picos filosos que se irán enterrándo en tus carnes hasta sacarte la sangre y triturar tus huesos. Primero levantas una pierna para tratar de contener la inmensa fuerza, pero desistes porque sólo conseguirás romperla. También el techo se ira´ cerrando lo mismo que el piso. Regresas a tu infancia y recuerdas las palabras de “ El hombre increíble ”, : serenidad y paciencia , mucha paciencia. Pero empiezas a perderla cuando de alguna parte sale una voz entre Anthony Hopkins y Carlos Ancira, que se burla de tu miedo. Acuérdate que ni siquiera Joaquín Pardavé logro escaparse de su reclusión .
Las paredes se están cerrando por todos los lados posibles. Primero te estalla la cabeza, te salen los ojos al mismo tiempo, después los brazos se te rompen, las piernas y el pecho, quedas compacto. Cuando todo esto se logró, aparece un fuego de más de 500 grados, es muy fuerte, parecido al infierno. Ahora ya estás convertido en cenizas. Llegan otros con batas blancas y colocan tus restos en unos frascos, les ponen unas etiquetas llamativas diseñadas por Alazraki y te llevan al mercado. Hay una leyenda en el frasco, si tú perdiste las cenizas de tu ser amado, no te proocupes , estas son originales, sólo ponles el nombre que tú quieras.
Llega tu esposa a ese supermercado, pasa por el pasillo y miras los frascos, también un anuncio de una cruz blanca. De entre todos esos frascos, agarra casualmente el tuyo. Llega a la caja y paga cinco dólares americanos.
Ella se va muy contenta por lo que ha comprado, piensa en su camino que cuando se les ocurrirá vender cabezas y cuerpos decapitados ? , sería tan lindo …
Original de Alfredo Arrieta Ortega.

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