METER LOS RESTOS DE UN VIDRIO, EL HOMBRE LOMBRIZ LE PREGUNTA QUE SI EL VIDRIO ERA RECTANGULAR CUADRADO O TENIA UNA FORMA EXAGONAL.

METER LOS RESTOS DE UN VIDRIO, EL HOMBRE LOMBRIZ LE PREGUNTA QUE SI EL VIDRIO ERA RECTANGULAR CUADRADO O TENIA UNA FORMA EXAGONAL.


























Usted le dice que era un vidrio redondo. Se gira hacia una estantería y toma un tubo con alguna sustancia.
Este lo va a vaciar sobre los fragmentos no necesitará bolsa alguna. le pregunta cuanto le debe. El hombre le responde con seguridad absoluta que son 25 bolívares.

¿Usted se rasca la cabeza y piensa  que de dónde va a sacar 25 bolívares sí en este sueño se encuentra en el Occidente de México ?.

El hombre lombriz le dice que nada más haga el tipo de cambio y que le pague el equivalente. Así lo hace.
El vidrio sigue en el suelo, incluso hay más fragmentos..

Con el tubo en las manos lo vierte según las indicaciones.

Asombrosamente el vidrio se recupera y vuelve a pegarse como sí no se hubiera hecho añicos.
Ahora anda en una salina.

Lleva insecticida La arena está plagada de pequeños insectos. Según le platicaron estos diminutos animales les gusta la carne humana. Les arroja un líquido que viene dentro de un atomizador. Al sentir el líquido mortal los animales se retuercen, se dan vueltas, abren la boca y se retuercen.

Me saluda de paso. Apenas alcanzo a ver su rostro. El hombre  es un hombre cacarizo, un hombre que siempre anda drogado. Inhala con cemento y thiner. Es un sujeto que le gusta ahogarse.

Dentro de su embriaguez suele arremeter con groserías a quién pasa a su lado. Esta ocasión es diferente. A mí me respeta.

Puede ser porque escucha como hablo, o puede ser porque se percata de mi carácter  fuerte.

Es un tiempo pasado me encontré a este ebrio cacarizo. Me invitó a sentarme en la banqueta. Acepté con la intención de que me pudiera platicar algunos pasajes de su sórdida vida.

Comenzó echándose un trago de alcohol del fuerte. Luego se limpio los labios. Y me dijo :

A mí  me han matado seis veces…lo miré a sabiendas que era un mentiroso. Pero le seguí su cuento…

La primera vez que me morí fue cuando me agarraron en el callejón de Sal si puedes. Yo sabía que no debía pasar por ahí, quién me manda. Ya me estaban esperando. Les debía una herramientas que me prestaron pero por cabrón que soy no se las quise devolver.

Esto fue lo que los enojó.

El primero se me aventó muy gallo, por detrás con la mierda intención de que cayera en el lodo.
El otro sacó un cuchillo que utilizó de manera certera… ¡ Mire ¡ me rajó la panza…

En el lodo me encontraba con la cabeza metida.

El otro aprovecho que yo tragaba tierra y que me raja..

Lo malo fue que ví mis tripas. Luego me entró una especie de ceguera y cuando recordé ya estaba en el otro mundo.

El hombre cacarizo volvió a empinarse la botella, incluso me ofreció para tomar. Pensé que no debo propiciar que el tipo se moleste y me deje de platicar.


Esta otra cicatriz me dijo es más bien un agujero. Mire toque, toque. Ande toque con confianza. Me dicen los compas que me quedó la marca como culo de gallina.

Esta me la hicieron en Tijuana…

Debe de haber sido hace como veinte años…


Le pregunté a un valedor que como cuanto me costaría pasarme para el gabacho..


En ese tiempo cobraban como cuatrocientos pesos. ¡ Ahí voy de guey ¡. Trabajé un mes y cacho de albañil. Solo tragaba galletas Marías y refrescos para juntar.

Lo busqué y le dije que ya tenía la lana. Me citó en una cantina de esas gachas. Ahí le entregué el dinero. Me explicó que me esperaba  un miércoles. Así que estuve atento a no inhalar ni a tomar nada para estar en forma..


Perdón debo hacer un paréntesis:


Un hombre en silla de ruedas solicita al conductor del autobús que abra la puerta trasera y accione el mecanismos para subir.

Así lo hace.

De inmediato cientos de furiosos automovilistas le mientan la madre.

El hombre en silla de ruedas les grita: ¡Quietos hijos de su puta madre ¡

Los automovilistas siguen mentándole la madre con sus claxons. Ahora al conductor y al señor lisiado.

El conductor acciona el mecanismo y el hombre sube.

Dice: Estos mierdas de carro piensan que siempre van a estar bien.


Sigo :



Llegué a una zona que tenía un mallón bien alto. Eran las cuatro de la mañana y hacía un chorro de frío. Ví al hombre que me dijo que me iba a pasar a los Yunaites Estates. Cuando me le presenté me dijo que no me conocía. Y que de plano no lo estuviera chingando.

Esto me enojó y le reclamé. El muy cabrón sacó una pedorra y que me dispara.
Caí de inmediato. Caí muerto.

Luego vinieron unos compas que me conocían y me llevaron con ellos. Me sepultaron a la sorda.


La tercera ocasión fue con un machete.

Andaba yo por el Estado de Guerrero- Por una zona que llaman la Costa Chica. Ahí la gente es cabrona.
Que calor..

Me subí a un camión de esos de segunda. Se subió tanta gente que yo quedé atrapado.

Una muchacha de ofreció a cargar mi mochila. Le dí las gracias por sus atenciones. Uta mano no lo hubiera hecho. El conductor del guajolotero miró por su espejo. Tomó un machete que llevaba. Aventó a la gente y sin más comenzó a darme. Dió dos o tres chingazos al aire.





 El tercero sí me pegó.


Caí en medio de un charco. De ahí las autoridades me llevaron en calidad de desconocido . Nadie veló mi cuerpo. ¿Y cómo sí nadie me conocía?.

En este sueño me subo a un camión. Metros más adelante se sube  Héctor Suárez. Sin  más preámbulo comienza por decir que  lo echaron de la empresa de televisión por ser claridoso. Luego se disculpa y nos muestra su sombrero para que le demos alguna moneda.

 ¿ Chale pinche Héctor como llegaste a esto?.

Héctor me mira y me agradece que le dé un billete de cincuenta. Que pinche generoso me ví. Pero Héctor es Héctor..

Entro súbitamente al cuarto. Fernando duerme metido entre las cobijas. Lo despierto para decirle que nos vamos. Que tenemos que ir muy lejos. Llegar al pueblo nos quita más de cuatro horas.

Fernando saca la cabeza le puedo ver su melena de hippie. Me dice que lo esperemos que él nos lleva.
Entonces salgo a la calle y les digo a los demás que Fernando nos llevará.

Ya estamos lo primero que quiero es comer pollo. Vamos con la señora que guisa. Hay una multitud de personas que comen. Me dice un chavo que ya no hay pollo. Que sólo sobraron alitas y que están fritas. Bueno como para el hambre no hay  flojo le digo que aunque sean las alas…

Me siento en una mesa a la espera. Me llevan un plato con dos alas, lechugas y algunos rábanos..

 Como  de manera voraz…

Una vez saldada mi hambre me salgo a la plaza.

 Me recargo debajo de un árbol de hule. Una mujer me dice que en se lugar nadie debe de estar porque vienen y los desalojan. ¿Y que no es una plaza pública? Sí me responde pero los desalojan.

No bien acaba de decirme esos cuando  un joven  se detiene. El va en una motoneta  bastante usada.

La mujer le dice lo mismo que a mí.

El joven no hace caso y se  queda en el lugar.

En eso estamos cuando llegar un señor moreno a bordo de un tractor. Le grita al muchacho que lo va a desalojar. El joven al escuchar se sube rápido a la moto. Se aleja. El moreno del tractor le sigue y va enojado. Lo persigue pero para esto  el tractor ya es también  una moto. Pero una moto con más  potencia o caballos.


 En una cuneta se le avienta y lo tumba. Una vez encima del joven arremete a golpes. El hombre lleva también a un perro. El perro le muerde la pierna hasta dejarle el hueso de fuera.

Yo me acerco y tomo fotografías. El hombre moreno me mira pero no me alcanza. Yo me voy en chinga…

Llegué a una de las calles del pueblo..  Veo como el hombre se mete a un taller mecánico. Le tomo fotos discretamente. Incluso también le tomo fotos a la fachada y al número oficial.

Voy a descubrir a este individuo pienso.

Reflexiono y digo. Se las voy a mostrar al gobernador. Y le voy a preguntar sí estas son las formas de tratar a los ciudadanos..

Pregunto a los que pasan y me responden que en ese taller hay una mafia de cubanos. Los cubanos se asoman. Sí es verdad tiene cara de malandrines..


Al levantar la vista al cielo se puede percibir nubes negras pero al bajarla notas que nadie responde a tu saludo. Eso lo dices porque el conductor del transporte ni siquiera voltea a mírate. Debe de haber sido educado en la bragueta de un gendarme.

Subes el puente peatonal te cruzas con un vendedor de escobas, con una mujer de barriga prominente, no sabes sí va a parir próximamente. No se le ve cara de enferma.

Otra, baja en dirección a Santa María. Tiene como cuarenta años, lleva un pantalón ajustado que le marca la pepa.

Viene a un lado un barrendero. Lleva colocados unos audífonos y grita que viene por la basura, cosa rara porque la ciudad apesta. Aunque ayer por la tarde viste un anuncio e  donde sugerían una ciudad limpia.
Le escribes a Lizbeth debido a que ella te saludó.

Te preguntó más tarde sí tú fumabas a lo que respondiste que antes.

Antes te fumabas tres cajetillas, ahora ese es un tema olvidado. Le comentaste que sí  lo hubieras hecho con la misma intensidad lo más seguro sería que ya estuvieras en el valle de las calacas..

 Lizbeth te respondió con una imagen de una tumba y una explicación.

 Lo pensaste y le sugeriste que cuando se enterara que entregaste los tenis te pusiera la canción de Roberto Darvin no me manden flores. Bueno resultó que Lizbeth hasta ye hizo un verso.

Aquí arreció la, lluvia. Un individuo habla por teléfono, dice pendejadas como : Come  bien, que rico, invítame. No quieres escucharlo pero ese este insiste.

El cielo continúa gris…

Te dice Tristán que se desveló leyéndo unos artículos de Leo y otro de Krause. En donde habla de Garrido Canabal, López y Juárez.

Me explica a manera de que no me encabrone el tema del iracundo.  No entiendo porque desperdicia el tiempo hablando de un individuo que literalmente me cae en la punta de las bolas..

Curiosamente en la platica me acuerdo de José Revueltas de su rostro de lentes gruesos de pasta negra.
Antes de las ocho de este día me mandaron un mensaje dándome las gracias por una canción que le hice llegar. A veces estoy de humor y otras no.

La circulación vehicular se vuelve complicada, la lluvia  como  dicen apendeja, el suelo se torna resbaloso. Un señor sexagenario le dice a una mujer que más vale pájaro en mano que una parvada volando. El hombre está equivocado.. Debió  haber dicho que un ciento volándo.  ¿Porqué carajos dijo que una parvada?.
El caso es descomponer o arreglar las frases como les place.

Entre las once y la una comenzamos a ver Bird la película del señor Clint Estwood. Don Clint describe la vida de Charlie Parker de sus habilidades al sax y sus úlceras.


No sabía que Charlie estuvo en el psiquiátrico.

 Varias veces intentó  hablar con Stravisnky.

Así que se bajó del carro y se dirigió a la entrada y toco.

Stravinsky  salió, le miró como preguntando que quiere este negro?

Usted está enterado que el sexagenario. Sí el que habló de la parvada lleva a una señora sujetada de la mano.

Estoy convencido se dice que este hombre tiene esposa. Se siente el muy novio. No es más que un abuelo ridículo. No la suelta. La mujer responde a todos sus argumentos como convencida.

Más tarde el abuelo se la llevaría a un hotel de paso y le echaría solamente medio palo..

Por la noche sacará las llaves de su casa y entrara. En la  sala verán sus ojos a su mujer sentada y enjuta.
Mirándo como boba la televisión. El abuelo novio se limitará a mover la cabeza como diciendo lo mismo dá.
Del lado izquierdo las nubes negras se han vuelto blancas está tan cerrado el cielo que no se pueden ver los aviones.

Quiere cambiar de lugar el pinche vejestorio ya le cansó su argumento de Casanova.

 Acaba de ver una cruz en el jardín lateral dice: Jesús Eduardo. Quién sabe que le pasó . Quién sabe cuando se murió..

A los lejos ve un anuncio lumínico que le informa que ya está disponible un nuevo canal de televisión para ver películas.

Por fin se fueron los  tortolos, la mujer de nariz operada me mira. Ya la descubrí que la hija de puta está casada. Tiene cara de puta.






Ahora viaja por la avenida revolución, sigue lloviendo.

Veamos quién sube:

Una mujer enana, una mujer gorda, dos mujeres feas, una muchacha extra nalgona que viene acompañada de un hombre vestido de negro.

La mujer extra nalgona comienza a hablar Le dice que trae una flojera terrible. Que no tiene ganas de nada. Pero tiene mucha hambre.

San Pedro de los Pinos tiene una arquitectura peculiar. Hay muchas cas antiguas bien arregladas, edificios con  balcones y gente de clase media. Piensa que revisará sus finanzas para ver la posibilidad de comprar una casa nueva..

No debí pensarlo tanto eso pienso mientras cae el suavizante sobre mi cabello, con las manos me voy quitándo la sustancia jabonosa que cae a presión sobre mí.

Es hasta cierto punto placentero escuchar solamente la caída de agua, ver como azotan suavemente sobre mi blanca piel.

El proceso del baño no dura tanto me bastan solo unos minutos. Cierro la llave tal y como me dijo el plomero: Se cierran suavemente, verá un leve chorro que durará poco y después ninguna gota.

Ahora estoy frente al espejo, busco la crema de coco. Aviento un chorro a la palma de mi mano. Luego me la unto en la cara, paso mis manos por las orejas. Quedé oliendo rico.
Me miro de nuevo al espejo, tengo una barba de dos días. Por lo que resta del fin de semana no me voy a rasurar.


Pienso:

Sí me  hubiera decidido es posible que lo que estoy haciendo ahora lo estuviera realizando en Europa.
 Era 1975. Me dije :

Voy a vender mis pertenencias terrenales. Que no eran muchas por cierto. Pero tal vez me hubiera alcanzado para comprar un boleto a Veracruz. Una vez en el puerto deambularía por el embarcadero. Después buscaría un barco con bandera extranjera. Ahí les pediría trabajo. No me hubiera importado trabajar limpiando el barco o pelar papas para la sopa. La única petición sería que me dejaran en cualquier puerto de Europa.

Cuando hubiera llegado me adentraría en esas tierras.


Quizaá ahora estaría dándome un baño, mirándo en un espejo con una barba de tres días. Escuchando a Haydn a volumen bajo.

Después se acercaría una esposa de Hamburgo o una mujer de Liverpool. Tendría otros hijos. Con otros rostros que fueran diferentes..

Una esposa que le interesara lo que pienso, o quizá viviría en amasiato con una Nigeriana, o con una cuarentona musulmana de esas  que pululan por Europa.

Estaría en una casa silenciosa con otros gatos, es probable que hablara otro idioma escuchara música diferente, me  vistiera de otra forma.

Si me hubiera decidido. No lo hice porque me faltara valor o huevos. Nuevas situaciones rumbos distintos me han dejado en este sitio. Total la vida misma es un viaje. Siempre anda uno del tingo al tango. Los pies nunca descansan. Es un largo camino que inicia cuando uno sale de la barriga de la mamá.

Nacer, vivir, vivir  morir. En uno de estos países que se llaman emergentes tiene sus asegunes. Siempre escuchas que hay carencias en sí nadie tiene un peso, que no hay para el sustento que son una punta de ignorantes, que no hay cultura, que siempre hay rateros, que la gente vive aturdida, que no hay moral, que la gente no tiene educación, las políticas de un orden y respeto son nulas, todos siempre se sienten machos, que la traición es parte del pobre, que el hambre está en todas partes, que nunca falta un gobierno de ratas, que te roban en los servicios, que todos son mentirosos, que todos se odian.

Pienso que todo esto ha sido provocado abiertamente para que las personas tengan tales comportamientos.

Aunque por otra parte no debemos olvidar que en estos países hay otro tipo de personas. Gente que planta árboles, que te ofrecen un servicio.

 Que trabaja para ti. Gente que se levanta temprano y siembra maíz, que barre una calle, gente que te ofrece una mano o quizá un vaso de agua con Jamaica.

sí me hubiera ido es problable que todo esto fuera un relato.

Aún hay esperanza, aún hay futuro.

Pese a todo aún hay futuro.

Miro las flores del camellón, se posan cuatro abejas. Ahora el cielo está abierto por completo. Hay una temperatura como de 26 grados. Escucho que un automovilista le mienta la madre a otro. No sé  porque su arrebato. El conductor del autobús se bajó para comprar una Coca Cola. Ya regresó. Sigo..



Me acabo de acordar que ví hace rato en el noticiero de Paula a un grupo de malhechores que intentaron robar un banco. Se frustró. Hubo una balacera. Los ladrones se metieron a un mercado para confundirse con los marchantes.

Que bonita está la banca en la Alameda de Tacubaya. Alguien la pintó. Es una banca antigua. Le dio nueva vida.

Es tremenda la cantidad de carros que hay en esta puta  ciudad. Ruedas que giran y giran. Ruedas que a cada vuelta que dan arrojan millones de partículas al aire.

Partículas que todos los que tenemos narices vamos respirando.

Escucho que alguien va cantándo. Es una especie de murmuración horrible. El hombre es tan desafinado como una rata.


Dice en su canción:
“ Porqué te vas de mi lado,
Yo que siempre te quise,
Eres una ingrata
Yo que por ti todo hice”.

Despreciaste mi amor a la primera,
Ni que fuera para tanto,
No eres ni serás la primera
Ni la última que engaño “.

Un grupo de hombres de amarillo van barriendo la avenida, incluso quitan anuncios colgados de los postes.
Veo un anuncio en un prostíbulo en donde solicitan meseros, hostes, bailarinas exóticas y hombres que les guste encuerarse.


El hombre sigue cantando:

“ Buscame, búscame antes de que te olvide,
Háblame, háblame para que yo solo te diga que quiero a otra”.

Tú estás aguada, y no vales nada….

Siento que tú amor fue finguido,
Ya no tendrás nada conmigo…”

Su problema es menor pero no por esos deja de ser problema.Usted necesita subir una cama. Toma el teléfono. Marca.  A unos amigos. Ninguno contesta. Están dormidos…

Sale a al calle. Piensa que le pedirá ayuda al primero que pase.


Se recarga en la puerta. Pasan diez minutos. A lo lejos viene un señor. El al verle levanta los brazos como sí le conociera. En la vida de todos pasan cientos acaso miles de rostros. No le recuerda pero su única intención es que el ayude a subir la cama.

El hombre se acerca le dice como sí también le conociera.

 ¡ Necesito tu ayuda ¡.

 ¿ A quién hay que matar?

No hombre a nadie..

Debo de subir una cama al segundo piso.

Sí, claro, vámos..

Al ver la cama el hombre me dice que tenemos que quitarles las patas. No hay problema. Por suerte estas camas les pusieron patas con  cuerda. Las voy a desatornillar.

Así una a una las vas quitándo hasta que no queda ninguna.

Ahora sí.

Usted coloca sus brazos y la sujeta.

El hombre le explica que le agarrará por la parte de atrás. Para que todo el peso caiga sobre él.
Tú estás flaco y no creo que la aguantes.

Así nos vamos…

Subimos como podemos, la cama pesa mucho.

Fatla poco. Deberían pensar de ahora en adelante en fabricar cosas que aparezcan y cosas que desaparezcan a voluntad digo yo…

Por el momento esto es  un lío.

Entramos com la cama hasta el sitio que le tenemos asignado

Usted busca la bolsa trasera del pantalóns saca la cartera e intenta darle un billete-. El hombre le dice que no. Que sí  lo hizo fue por ayudarle y nada más. Le dá entonces la mano y se marcha.

No bien acaba de salir de este problema cuando ya tiene el siguiente:

Usted carga un vidrio redondo. Lo cortaron para colocárselo a la mesa del comedor. Tiene que caminar como trescientos metros. Lo carga. Previamente con unos pedazos de periódico lo cubre para que no se le fuera a romper.

A la mitad del camino descubre que una parte del vidrio se derrite y forma una especie de gota de agua.
Deja el vidrio sobre el suelo. Necesita desprenderle esa parte que le cuelga.

Si usa las manos sin unos guantes especiales seguramente se cortará.

Debo hacer un paréntesis:

El camión en el que viajo tiene movimientos raros, se balancea, parece que sí sigue así se accidentará. Con tal que no quede sin frenos.

Además quien conduce es un individuo más bien gordo. Se ha detenido varias veces a revisárlo, lleva un trapo rojo.

Limpia los espejos. Afuera en Benjamín Franklin llueve a cántaros

Un hombre de pantalón naranja nos pide le cambiemos una moneda de diez pesos. Usted deja de escribir y se busca.  Solo lleva el billete que antes intentó darle al señor que le ayudó a subir la cama.
Saca cambio. No acompleta los diez pesos. Pero piensa que el dará los cinco pesos. Una mujer de chongo y chamarra piensa lo mismo y le da los cinco. El hombre se sonroja, ella le dice que no hay problema- Buen gesto de la dama.


El hombre gordo se volvió a detener. Cierra las ventanas laterales y lados  del techo. El aguacero es muy fuerte. Usted piensa que ni su paraguas le va a impedir que se moje.



Original de Alfredo Arrieta
Para el pueblodetierra
Junio 24 de 2013.
Nec spe, nec metu

Estados Unidos mexicanos..







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