TITERES Y CABALLOS



TITERES Y CABALLOS


Ahora me encuentro en una situación de privilegio, y no es que otros no tengan derecho o que sean más capullos, lo que sucede que ellos no están en mi cabeza y pués ahí cuando yo duermo no tengo los controles de lo que pueda suceder. En un estado de conciencia yo ordeno y soy tan necio que parezco el principito, y si quiero que salga el sol pués le ordeno que salga y ya esta , sí se me caen los calzones a falta de un resorte , los suplo con esa facilidad. Si voy por la calle y quiero un chocolate, pués entro a la dulcería y le digo a la empleada que me dé de ese o de aquél.
Siempre he tenido problemas en la vida real, porque algunos me dicen que hablo ordenando, que pido las cosas con mucha autoridad.


Cierta vez de un domingo acompañe a una mujer a comprar un pantalón, cuando salimos del almacén decidimos comprar un café, el caso fue que llegamos y al pagar descubrí que la dependienta se quiso pasar de verga para robarme unos centavos y fue así que la cosa se salió de control , le menté la madre por ladrona, acto seguido le arrojé el café , posteriormente llegaron los policías que en verdad eran rufianes coludidos con la empleada. Luego me llevaron ante un juez que en verdad daba pena el desgraciado, un imbécil que lee el deportivo Esto y no es capaz de hilar dos palabras ordenadamente no debe de ser juez , casi casi como si de cualquier servidor publico se tratara. Ahí le reclamé el proceder de la empleada ladrona y el juez sin haber estado en el lugar y después de soportar mis argumentos decidió el muy hijo de puta ordenar que me metieran a una cárcel de dos por dos. Este puto, me dijo , aún lo recuerdo que era yo un insolente y supongo que nunca comprendió cuando les dije en sus caras oscuras que eran los representantes de una ley chueca y que vivían en un país chueco y que incluso ellos eran gente chueca.

Bueno pero ya no estoy para contar situaciones del absurdo mexicano sino que como te decía anteriormente yo puedo ordenar a la cabeza en el estado conciente , pero lo que es en un estado de sopor y sueño profundo ahí si pierdo el control y ni siquiera mis actos mandones son capaces de contener este mar de ideas y de pensamientos.

Te decía que me encuentro en una situación de privilegio porque soy en este sueño como una especie de promotor de boxeo, en este sitio donde me encuentro hay tanta inmundicia que puedes ver desde focos cagados por moscas, paredes verdosas que hace años no se pintan , sujetos deformados por los golpes recibidos, guantes usados , puños deshechos y muchas esperanzas rotas, sueños tirados a la basura, y mucha ambición por el dinero.

Me dicen que debo promover una pelea que nos dejará tanta pasta como para que yo me pueda comprar un BMW 2010, vana ilusión , yo para qué quiero ese pinche coche. A mí los vehículos siempre me parecieron un invento pá los guevones. Yo soy aventurero y me gusta andar con mis propios zapatos , subir las cuestas , y adentrarme en los caminos que me lleven a un pueblo de tierra.

Entonces miro a un negro que es el que está más empeñado enque yo participe. Le digo al afro que en calidad de qué voy a entrar en ese juego. El negro abre sus ojos de ciruela pachona y me dice que en calidad de titiritero.
Ah¡ , le contesto.

Así que montan un tinglado en donde dos corpulentos se enfrentan. Uno es de Londres y el otro representa a la comunidad más ruda de algún barrio neoyorquino.
Suben al cuadrilátero, ¿ un árbitro ? ¿ ó reeferi ?. Les dice que no se deben de pegar en las partes bajas, en los guevos pués, yo no entiendo porque las personas no hablan como se debe de hablar, siempre ocultando los significados de las palabras . Cuando la caca es caca, la caca siempre será caca.

Da la señal y los dos contendientes comienzan a darse golpes macizos . Primero para conocerse, después para partirse la madre.

Yo me encuentro situado en el techo y sin que ellos lo sepan tengo los hilos de sus destinos en mis manos . Son títeres que no lo saben. Así que según los intereses de la empresa haré que gane el que tenga que ganar.
Uno de ellos parece darse cuenta de la manipulación , es entonces que yo me escondo pero sin perder pasos de la pelea.

Me siento como ese gobernante nacional que hace como sus calzones a los ciudadanos . Primero les dice que necesita de su apoyo y de su comprensión y acto seguido cuando es nombrado, se los empieza a chingar, y se los coge sistemáticamente , les mete chingadazos por todas partes hasta que el ciudadano queda vapuleado y sin ganas de decirles ni siquiera pinches mierdas ¡…

Alzo los hilos y a la vez la mano derecha del que me está convenciendo. El de Londres parece un poco papanatas, ya me hubiera gustado que se hubiera enfrentado al púas Olivares y vería la putiza que le hubiera propinado el ñero de la Bondojo.
El gringo de Nueva York parece más abusado y es entonces cuando bajo el hilo de su mano derecha y después la zurda. El londinense cae a la lona noqueado. La gente se desgañita, los abrazos se contemplan por todas partes, felicidad en los rostros, ganó el que tenía que ganar.

Estaba que no lo podía creer, yo un defensor del estado de derecho la disciplina y las leyes, ahora me encontraba convertido en un trasgresor de las buenas conductas….
Para recuperarme de esa mala experiencia, salí apresuradamente para encontrarme con un escenario de los siglos de los siglos. Veía construcciones que habían dejado abandonados los Celtas o no se quién carajos. Busqué trepar aprovechando que llevaba mis botas de excursión y al estar a dos o tres metros entre la pared y el suelo pepenado con las uñas, descubrí un caballo blanco que volaba. No era un pegaso porque nunca le pude ver las alas, era un caballo que podía volar.

Se acercó a mí con la minuciosidad de quién acaba de conocer y descubrí que sus ojos de cuaco me pedian acudir a un sitio escondido más arriba. Así que lo seguí mientras el caballo daba vueltas alrededor del edificio abandonado y cubierto de hierbarajos y musgos. En una puerta sentada, había una mujer en túnica que tocaba una arpa y cantaba una canción que hablaba de los paisajes y de los campos, también hablaba de ovejas y pastores, y de hombres que salían a los campos a sembrar alfalfa.

Después de dos horas de penalidades para subir esa cuesta difícil . el caballito me señaló con una de sus patas un hueco. Me acerqué meticuloso y descubrí una cajita. Para eso el caballo ya no volaba, se encontraba parado frente a mí como esperando que abriera la caja. Y como uno siempre es metiche y tiene la curiosidad del gato, procedí a abrirla y mi sorpresa fue que había un kilogramo de cocaína. El caballo me dio la bienvenida al mundo de la maldad.

Me dijo señaló a un costado y había también un libro de palabras que debía aprender. La que me costó más trabajo fue pronunciar haschis y alijo….

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Para elpueblodeletras.
Nec spe, nec metu
22 nov 2009
Estados Unidos Mexicanos.

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