UNA LIBELULA
UNA LIBELULA
Mi encuentro con esta noche no es aconsejable para nadie, la temperatura bajó hasta los cero grados y es poco probable que sobreviva , dispongo de unos guantes que pude cortar con esta navaja, además de dos tapones para los oídos que me sirven para amortiguar el frío de este diciembre pinche .
Dicen que sufro de más que si yo estuviera viviendo con los campesinos y leñadores de La Rosilla allá en la sierra de Durango me encontraría con verdaderos fríos.
Esto no me consuela , busco una gorra que me pueda cubrir las manos moradas, también descubro un tequila que me abra la garganta y me de la posibilidad de hablar nuevamente.
Ahora me encuentro en medio de la oscuridad del sueño , intento dar vueltas , tocar las paredes con las manos y las paredes no las puedo alcanzar, solo puedo descubrir en esa negritud como una libélula de cristal da giros elegantes arriba de mi cabeza y de mis ojos. Intento tomarla entre la palma de mi mano y los ojos de este insecto se tornan de un intenso azul. ¿Será mi madre? . ¿Es posible que cuando las personas se van puedan transformarse en lo que su deseo pueda pedir? . Eso no lo sé pero mientras lo descubro vuelvo a intentar tomar a la libélula y esta se disuelve en el aire….
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