LOS PIES

LOS PIES


Esta ocasión, me encuentro sin zapatos, no sé cual sea la causa , no lo entiendo . Yo nunca he pisado nada que no sea con ellos . Siempre que me levanto es lo primero que me pongo , es más , si no los traigo , me entra una ira , y comienzo a aventar cuanto objeto tenga a la mano . Echo maldiciones , miento madres a quién le toque , mis zapatos son sagrados , son la causa completa , estos artículos son imprescindibles , son como el complemento , el motor de mis pies andarines .


Me encuentro en una bodega fría , y lo sé porque en sus espacios descubro cajas y cajas , algunas son medicinas caducas traídas de algún lugar en el extranjero .


El piso de esta bodega es de tierra , sumamente frío , mis pies rosas están posados sobre esa superficie , y me entra un temor debido a que me acordé que a finales de los sesentas una vez iba acompañado de mi madre y entramos a una casa por la calle del charco azul . Allí vivían dos mujeres ; una de ella estaba postrada en una cama , en una habitación oscura . Mi mamá le preguntó a la joven que no pasaba de los 18 años qué como se encontraba . Esta dama , dijo que ya un poco mejor y sonrío . Después se quitó la cobija y mostró sus dos piernas . Una de ellas perfecta , bella , torneada . La otra gorda , como si fuera una pata de elefante .


La madre de la joven explicaba que su hija andaba sin zapatos en el pueblo y se le metió sin más ni más una viborita entre los poros de sus pies descalzos , la infectó y le fue creciendo la pierna hasta lograr un tamaño descomunal . La joven murió por esa causa . Así que sin duda estoy extrañando mis zapatos . ¿ dónde estarán ? .


Afuera de la bodega llueve a cántaros , la húmedad se apodera de todo , el ambiente se torna mágico , y aprecio en la lejanía una mujer tojolobal que llora lágrimas cristalinas .


El frío es muy grande , al grado de no soportarlo , camino apresuradamente por todos los rincones de la bodega y no los encuentro , mis zapatos agujerados , mis zapatos negros que compré con muchos esfuerzos , y que cuando logré pagarlos la encargada de la zapatería me regaló un llaverito en forma de bostoniano.



Mis pies están rosas y morados , me duelen todas la coyunturas , tirito , pero no hay nada con que taparme , rasco y rasco con un clavo enorme , con uno de esos clavos que me enterré en el 69 al tomar una tabla de enormes dimensiones . El muy estúpido de mí , alzó la tabla de pino para colocármela en la espalda y lo único que logré fue rasgarme la entrepierna , La sangre comenzó a correr , mojó mi pantalón y en la ansiedad de la hemorragia tomé un puño de tierra vil y me hice una cataplasma de bacterias.


Rasqué y rasqué y en lo que fue una ventana de vidrios rotos , hice la libertad . Salí apresurado y para ese momento ya era un pájaro rápido no sé el como me convertí , pero era un pájaro astral .


Ahora son las seis de la tarde , me toco el estómago y sufro de un dolor intenso, me dejo caer sobre la cama . Una calentura de más de treinta y dos grados se apodera de mí , es probable que tenga una infección . Pero a causa de qué cosa si casi ni tengo para comer , a no ser que haya sido la pata de pollo , al comer esa gelatina que sólo logra disfrazar el hambre . O quién sabe sí fue el atole de masa que mi mamá hacía . Eran los tiempos del pasado , tenía ocho años en aproximación. Mi mamá , ponía a hervir dos litros de agua y cuando estaba a punto , le ponía un cuarto de kilo de masa vil , y comenzaba a mover . Después sin pasarlo por el colador te lo servía en un vaso plástico que siempre odie . A un lado , de mi lado , ponía un cacho de piloncillo . Después el procedimiento era tomar un trago de esa inmundicia y comer el dulce de la caña de azúcar.


Llegó Manuela , me vió la panzan frotó sus manos . Le dijo a mi mamá que tendría que darme un thé .

En mi lecho de dolor me hicieron incorporame para darme la infusión , a pausas , ingerí con todo y que sabía a madres .

Vino la cura , era como una magia o una orden del divino , porque desde que esa aguita entró a mi estómago comenzó a mejorar mi salud .


Ya repuesto y con la cara con otra expresión me comentaron entre broma y broma , entre verdad y mentira sobre el contenido que me hizo sanar . Un thé de moscas alazanas , de las más negras que hayan volado entre los aires del estado de México....


POR LAS CALLES DE PARIS.


“ La vida se la pasa golpeándote a cada rato , te da tremendos golpes. Esto con el propósito de hacerte hombre; cuando logra esto te mata ”

anónimo.


Ahora en estas noches de mayo deambulas por las calles de París . Estás pasando justamente en una de ellas la que da precisamente a la torre . La miras a lo lejos , pasa un ladrón corriendo pero hasta ellos te dan motivos para escribir .


Lleva , el ladrón una bolsa en la mano , calles atrás se la arrebató a una fémina delgada que se contoneaba mostrando que aún a través de sus huesitos también tenía lo suyo . Ella se llama la Mireille , era una chica bonita que por momento te hacía recordar a aquella impresionante vieja Ava Garder que los publicistas de la época la llamaban el animal más bello del mundo . Esta huesudita siempre tiene las uñas pintadas , al igual que los labios , su color favorito es el rojo . Camina en busca de una amiga que nunca encuentra . Se detiene y enciende un cigarro , le da una fumadita y expele el humo . En ese momento pasa un ladrón que hasta ahora sabes su nombre se llama Michael Jarré , lo sabes porque al momento que pasó cerca de ti , se le cayó una tarjeta que lo identificaba .


Entraste en unas calles oscuras . Un gato negro te mira , alguien se pelea , escuchas los gritos en esa ventana con luz . Cruzas una puerta despintada , y no puedes distinguir que hace tiempo estaba pintada de verde . Buscaste el número 22 , y sin prisa alguna tocaste . Se hizo un silencio y tras de un chirrido Michael abrió la puerta . Te dijo oui , y como tú no sabes francés extendiste la mano y le entregaste la identificación . Michael no acertaba a comprender por que tú la tenías. Te sentiste bobo por un momento , como le explicarías que se le cayó cuando él pasó corriendo instantes atrás cuando le arrebató la bolsa a la delgada Mireille .


Miraste al interior del departamento y allí estaba el bolso rosa . Empujaste al franchute y tomaste la bolsa . Saliste rápidamente del lugar y al cruzar por la calle Marsella , Michael logró darte alcance . Te jaló por detrás , te agarró del cogote y te propinó tres cuchilladas ; dos en el pecho y otra cercana al cuello .

Caíste al suelo en medio de un vértigo de muerte , en una pesadilla que te ubicaba en el viejo continente .


Ahora te encuentras volando muy alto , miras europa . Allá está la bota de Italia , la cara de España y Portugal . Planeas como los pájaros enormes pero eres sólo una sustancia nebulosa , una alma más . Cruzas a gran velocidad , sacas de tu abrigo los lentes y sabes que pronto se hará oscuridad total por encontrarte en medio del Atlántico . Pasas por la Habana y le arrojas a Castro un ejemplar reciente del Forbes para restregarle en su barbas burdas su riqueza de comunista exquisito.


Desciendes y ya estás en Veracruz , te limpias los brazos , te frotas el pelo y descubres gratamente el olor del café .


Material de archivo, original de Alfredo Arrieta Ortega.

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México.