LA MAMA Y CONTACTOS DE LUZ…






LA MAMA Y CONTACTOS DE LUZ…





Se carga un dolor en las meras plantas de los pies, intenta ponerse linimento pero nada. El dolor es tal que parece que lo picó una víbora.

Decide poner el reloj en su alarma y al dar doce el sumbido lo despierta. Momentos antes viene usted corriendo como si lo vinieran persiguiendo. Corre con el grito contenido y piensa que si no llega a la puerta de su casa estará perdido.

Atrás vienen a paso rápido su madre y el marido. Ellos quieren decirle alguna cosa. Usted busca sus llaves y sube más rápido que la gata cuando va por su comida.
Abre con tanta prisa, los ojos que espían han de pensar que trae chorro de tres vías.
Cierra con fuerza y la mamá y su acompañante se quedan sin poder hablar, tampoco entran.
Ellos , los dos están muertos. Solo se les ven los labios, pero sus palabras no se escuchan. Los difuntos no hablan.
Su pecho sufre un ardor. Siente que ellos ya vienen y se lo llevarán al valle de las sombras, en donde no hay hambre, ni gentes por doquier.
Luego suena el teléfono del piso, piensa que lo van a extorsionar, pero nó, debe de haber sido un pendejo que marcó mal y fue precisamente a sus casa en donde sonó….
Dormido, escucha un zumbido que sale de un contacto de luz. Busca sus desarmadores y desprende los tornillos. Mira en el interior y hay un lío de cables, algunos tornillos no están ajustados, esa es la causa del zumbido. Mete la herramienta con precaución, es que las descargas son intensas, no entiende como los hombres de la CFE son capaces de meterse entre los transformadores, y entre sus cables y actúan como si no hubiera un peligro. Allá ellos si se quieren morir achicharrados.
Luego, que lo termina piensa que habrá que comprar otros contactos, los que tienen las paredes son del año del caldo. Cree que fueron fabricados en los Estados Unidos. Ahora la tecnología ya cambio.
Hace sus ejemplos , enciende y apaga los contactos. Curiosamente funcionan al revés. Cuando le pone para que prendan, estos se apagan y cuando lo hace al contrario sucede lo mismo.

Sale al un pretil y descubre que ya salió el sol. Se acerca y los rayos lo bañan. Abajo en un patio descansan un tigre blanco. Al verlo el felino camina hacia usted. Acerca su cabeza en busca de su mano. Lo piensa un momento porque los tigres son los tigres. Se siente inconciente y le acaricia su greña. El tigre se convierte en gatito. El sol sigue alto, alto y fuerte.

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
11 de enero de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.

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