SUEÑOS DE HOTEL




SUEÑOS DE HOTEL




La vida real se va dando en una especie de torbellino que arrastra a todos a sus paso, nadie se escapa y te recuerda aquél libro rosa del Nuevo Testamento que alguna vez alguien llevó a la puerta de tu casa. Cuando tu madre lo recibió después de escuchar las peroratas de los santiguados, lo dejó sobre un mueble y tú en aquella curiosidad del niño lo tomaste y lo primero que miraste fue un planeta que daba vueltas tan rápido que las cosas se salían de gravedad, ahí veías como los carros, unas niñas con su muñeca, perros y gatos y casas salían disparadas a la atmósfera y te explicaba ese libro que el fin del mundo estaba cerca.


Ahora todo es tan veloz y nadie escucha , todos se hacen desentendidos y nadie le preocupan las necesidades que otro tenga.


Antes de entregarte al limbo de los sueños tus ojos a través de la pantalla se enteraron de cómo un casco azul de la ONU, sacaba a un niñito de los escobros y el pequeño hombrecito levantaba los brazos lleno de júbilo, como dando gracias a quién fuera por haberlo salvado.


Después viste como aviones enormes levantaban su vuelo llevando en sus entrañas a más de cien huérfanos haitianos para llevarlos a Holanda a su nuevo destino.
Navegas en esa expectativa de cerrar los ojos y como si hubieras tomado Valium caes sin más.


Te encuentras en un pasillo de un hotel de cinco estrellas y eso lo sabes porque por ahí se encuentran deambulando personas finas, que llevan ropas de marca y casi todos zapatos nuevos.


Vas acompañado de tu hermano Eduardo. Eduardo tiene once años. El va de tu lado después de haber disfrutado un desayuno de huevos estrellados, pan tostado y jugo de naranja. Los dos van encaminados al elevador cuando aproximadamente a la mitad un hombre vestido con camisa blanca y pantalón del mismo tono les indica que ustedes dos no pueden seguir por ese pasillo de mármol.

Le preguntas la causa , el hombre se te queda viendo fijamente y te dice que no pueden seguir rumbo a las habitaciones porque él es Javier Solís. Extiende la mano hacia la izquierda y no tienen más remedio que seguir.

Eduardo te pregunta porque los corrió ese señor del hotel de cinco estrellas. Porque sin dinero no hay trato le dices. Tú estabas seguro de que tu padre acudiría a rescatarlos, incluso él mismo les dijo que se hospedaran en ese lugar en Los Estados Unidos. ¿ Entonces porque no viene ? Te dijo Eduardo, porque se murió hace más de 25 años. Le dices que no se preocupe , Don Solís te dijo que lo ve a cada momento y le dirá que regrese a pagar sus deudas…

Así que salen para llegar a un edificio de departamentos en algún lugar de México. En un patio alguien da una fiesta, se reúnen grupos de personas que hablan y hablan. Tu te sientas en un escalón y Eduardo ya no está contigo. Platicas con una joven de veinte años pelirroja y con pecas en la cara. Ella te dice que saldrá a tomar café con Eduardo Cline. Es entonces que le adviertes sobre ese tipo que por lo extraño del sueño resulta que es tu primo.


Ella da un sorbo a su bebida de piña y se mete a su casa.

Un poco aburrido de que no pase nada, decides tocar en una puerta de cristal. También hay personas reunidas. Unas están sentadas en un jardín en franca conversación, y otras se divierten escuchando a un sujeto que canta canciones de amor. Te acercas a una mujer de pelo rojo y labios pintados que por momentos la confundes con Ofelia Medina.


Le dices a la mujer sesentona que si no le da miedo que su casa se encuentre justo a esa montaña de piedras como lajas. En algún momento puede haber un movimiento telúrico y caer sobre usted y su propiedad. Ella te mira como diciendo no pasa nada. Le das la mano para salir y descubres que ella lleva en su dedo meñique un anillo que se te hace familiar.

Buscas en los bolsillos para enterarte que debes de cambia un billete del Banco de Brasil. Entras a uno que se ubica en la del Valle y enfrente de un cajero le entregas el billete. El te observa como si tú fueras un mentiroso de marca registrada. Intenta entregarte el cambio y te dice que te lo dará en la calle. Así que sales y en un callejón estrecho se encuentran doce personas tomando fotografías a un hombre que le acaban de meter un tiro en la parte derecha de su cabeza. Miras un charquito de sangre que aún se encuentra fresca, llega un pájaro y la bebe para refrescarse, después emprende el vuelo y parece que se acaba de pintar con colorete…

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Para elpueblodeletras.
Nec spe. Nec metu
Estados Unidos Mexicanos
22 de enero de 2010.

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