ENRIQUE,ESTANQUE,ANCIANAS,CARROS VIEJOS,TALLER MECANICO,MUJER PRECIOSA.
ENRIQUE,ESTANQUE,ANCIANAS,CARROS
VIEJOS,TALLER MECANICO,MUJER PRECIOSA.
Miro a Enrique. Viene caminando de
prisa con la mano extendida. Me toca el brazo y me dice :
¡Que bueno que te veo ¡ Tengo un problema.
Dime.
Resulta que tengo que ir a Guatemala
y debo hablar ante el público sobre el desarrollo político y social que ha
tenido ese país en los años anteriores. Creo que tú me puedes ayudar con ese tema.
Cavilo unos segundo y le
digo que acuda con un historiador muy renombrado.
¿Y quién es?
Dejame llamarle.
Saco mi teléfono que es un
aparato muy adelantado.
Tiene infinidad de botones que se
encienden y apagan al solo contacto con mis dedos…
Al intentar comunicarme con el
historiador me acuerdo que el hombre ya falleció.
Le digo a Enrique que no puedo
ayudarle. Que el historiador ya peló gallo.
No me digas eso..
¿Y sí te pago?.
No es cosas de dinero. Espérame dos días y te
ayudo.
Enrique me vuelve a dar la mano.
Ahora intento cruzar del otro lado.
Es un estanque. Hay piedras y una caída
de agua. El lugar es muy agradable. Una mujer regordeta me llama.
Le digo que lo haré en cuanto
logre pasar por entre las piedras. Cuídate de caer, las piedras están
resbalosas. Guardo sus palabras y comienzo a cruzar. Las piedras tienen musgo.
Una vez librado el obstáculo la mujer me
señala con su dedo una botella de Coca Cola. Sí de las botellas de
vidrio que había antaño.
Ve y tómala. ¿ Y eso como para qué? Adentro de
la botella viene el escrito que
necesitas. Sí no me mires de esa forma. Es el escrito del historiador. Pero sí
ni siquiera le pedí nada. Además él está muerto. No sabías.
Sí, sí lo sabía pero en el mundo de los sueños
nadie está vivo ni nadie está muerto.
Me siento en una piedra, me arremango el pantalón y me meto al agua. Que fría. Brrr.
Tomo la botella. Curiosamente la
botella está abierta. Esta abierta y no se le mete nada de agua.
La tengo en mis manos. En esas
ando cuando del agua sale un señor vestido de violeta. Llleva puesto un
sombrero de mago. La ropa le queda grande. El hombre sale y se sumerge, sale y
se sumerge. Saca agua de su boca. Un pez dorado también le sale. Se limpia los
labios y me dice. Yo soy el historiador.
Supe que me invocaste. Desde ese mismo momento me puse a escribir. Mira. Me
muestra sus trabajo. Comienzo a leer y
me pregunta si le encuentro algún error. No ninguno.. Eres una verga
parada..
Dos ancianas caminan lentamente en una habitación
sin ventanas. Una debe de andar en los
ochenta. La otra es más grande. La más joven la va regañándo. Me dice que
camina muy despacio. Algo le dolerá digo yo.
Así es joven. Tengo dolores que me impiden caminar. Entonces me recuerdo
de las pastillas que me recetó el
doctor. Meto la mano a mi chamarra negra y saco el paquete. Tenga se llaman
DOLO CALM. La mujer me agradece y me pide un vaso con agua. La mujer de más de más
edad me dice que la semana pasada a su hermana le dió el patatús. Yo pensé que
estos eras sus últimos días. Pero no fue así.. Uno cuando es grande ya se
debería de morir para que tanto…
Entro a un taller mecánico. En el lugar hay
muchos carros viejos. Viejos y despintados. Escucho la voz de Hugo decir que
por eso se murió. En la vida real todo es corrupto. Cuando menos acá nadie roba.
Ni se mete en la fila abusivamente, ni ofrece dinero para evitar cualquier
situación.
En la parte intermedia hay un
mecánico. Este tiene colgados en unos gachos un pantalón estirado y una camisa.
Lleva en las manos una pistola de aire. La acerca a las prendas y comienza a
pintarlas a presión. Veo claramente como las ropas se vuelven rojas.
Luego saca de entre los trebejos
una bicicleta con las ruedas averiadas. También la pinta. No le queda bien. La
pintura se hizo como chiclosa. Además de que no me gusta el color.
Yo intento salir de este lugar.
Voy acompañado de dos mujeres. El pintor aprovecha que voy saliendo y se sienta
en una silla de tres patas. Se baja los pantalones rápidamente y comienza a pintarse
también a presión su verga parada. Hace como que está trabajando. Las mujeres
sin querer le miran el pito. Ninguna comenta nada. Yo tampoco..
El hombre se jala el glande para
arriba y para abajo.
Escucho el ulular de una sirena. Son casi las cuatro de
la mañana. Me debo de levantar. Pienso que sí me quedo solo cinco minutos. Me
doy la vuelta y vuelvo a soñar….
Una mujer preciosa está sentada
en mis piernas. Es una mujer hermosa. Me platica que en su oficina les cuenta los cuentos pelados que yo le digo. Todos se carcajean. Incluso una de mis amigas
me dijo que son tus palabras pero
contadas a mi manera. Y tú sí tienes gracia para contarlos.
No cualquiera es ameno. Se
necesita saber admirar las cosas, los
detalles. Porque de otra manera pasan de ti. Bueno hasta un chiste tiene su
chiste…
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
2 de Julio de 2013
Estados Unidos Mexicanos.
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