En ciudad antigua inglesa, festejo en restaurante, bailes en estudio de televisión, coros y canción a la patria.

En ciudad antigua inglesa, festejo en restaurante, bailes en estudio de televisión, coros y canción a la patria.




















Parece ser que ando en una ciudad inglesa que se sitúa en los tiempos de William Shakespeare.

Subo por una calle de adoquin. De frente viene un hombre que lleva puesta una túnica negra.

Al cruzar me habla con voz de trueno y me dice que no vaya más arriba. Por supuesto que no le hago caso y continuo mi camino.

También de arriba para abajo viene un grupo de hombres montados a caballo. El que los dirige blande una espada. Me habla con voz dura y me pregunta que para dónde voy?

Voy a cantar una canción mexicana ¡

El hombre frunce el ceño. Yo sin demora comienzo a cantar. La canción tiene sus complicaciones vocales pero aún así la canto sin dificultad. Después un grupo de mariachis canta conmigo y finalmente aparecen en la escena o en la calle chinas poblanas que también cantan conmigo ¡

Después del canto entro a un restaurante. El lugar está repleto. Tomo asiento. Parece ser que me están festejando. No sé a causas de qué. Enfrente de mí están todos los que venían a caballo, y el hombre que blandé la espada también.

Me dice que están muy agradecidos de que yo les haya cantado. Y que nunca habían escuchado un tipo de canción como la que yo les cante. Es usted un juglar Alfredo. Y en agradecimiento el reino me pidió que le hiciera este obsequio.

El hombre me entrega diez discos LP. Son discos usados. Me pregunta que sí conozco a la intérprete?

Sí claro ¡

Es Lucha Reyes.

Gran cantante de México.

De regreso me encuentro en un estudio de televisión.

Una mujer que según el sueño es Yolanda Montes pero que no es Yolanda baila.

Un locutor anuncia cada número.

La tal Yolanda baila un charlestón. Abre y cierra las piernas, luego hace gestos y nos dice que bailará como Vitola.

Una vez que terminó le aplaudo. Me agradaron los bailes y las contorsiones.

Veo una multitud. Entre ellos hay dos coros. Identifico a algunos.

El que dirige les dice a los presentes que cantarán una canción a la madre. La madre que finalmente es la patria.

Le comento a un hombre que usa bastón que esa canción no la había escuchado.

Sí es una canción estupenda. Y me la va diciendo en voz pausada.

Caminamos. En la esquina veo un caballo blanco. A quién se le habrá perdido?.

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
16 de Diciembre de 2014.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.


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