De bodega abandonada a centro de negocios, acto heróico, pared con rastros de yeso, la sed.



























De paso por esa bodega abandonada me vengo a enterar que la han reconstruído. Ahora es un centro de negocios.

Entro.
El ambiente es de oficina, es de lujo. Camino entre los escritorios y las guapas secre gatas.

Un hombre al verme se aproxima con el brazo extendido y me saluda. Le digo que estoy mirándo como quedó el lugar.

Sí lo hubiera visto usted, veinticinco años ha. Era la guarida de malvivientes, drogos y teporochos.

Si es un plan el que tenemos para regenerar la zona. Un plan integral.

Pues esto me parece perfecto. El hombre me acompaña a la salida, le prevengo porque casi se pega con una barra metálica. El la esquiva. En el camino le digo que yo tengo buenos contactos. Que sí quiere le puedo buscar que ustedes sean los provedores de todo lo que requiera el Metro de Guadalajara.

El hombre saca una tarjeta me dice:

Sí eso es posible claro que me gustaría ¡. Pués déjeme ver que podemos lograr.

También me dice que está muy complacido de que un familiar directo mío le hable con todo respeto a su esposa. Ah sí es que el hombre tiene una educación en Harvard. Dicho esto me subo a una bicicleta y me retiro…
Parece que soy el protagonista de un acto heroico el caso es que no recuerdo que carajos fue lo que hice?. Un señor habla a otros asistentes y pone como ejemplo mi persona. No creo que sea para tanto. Una mujer con pestañas postizas me mira de reojo, ella está elaborando un cheque que me van a entregar en ceremonia solemne.

Esta pared necesita un arreglo pero a las de ya ¡

Estos pinches escuincles le han estado metiendo tenedores y cuchillo . Ya le arrancaron todo.

Esto me recuerda cuando yo de niño lo hacía.

Ponía un cuchillo en la pared, luego lo iba girando poco a poco hasta hacerle un hoyo. Así dejé la pinche pared llena de agujeros. Luego llegó mi mamá y me metió una buena tunda. No era para tanto. Ahora hay unos botecitos que traen una crema que los regenera.

Ahora me encuentro en este catre.

Conmigo dos mancebos o dos adonis. Como prefieras. No entiendo que hacen estos dos pendejos en mi sueño. El caso es que aquí están acostados junto a mí. Tengo que poner atención a esto. No vayan a pensar las malas lenguas que a mí me gusta la carne de garañón.

Así que les digo que tengo una sed infinita.

Pués toma vino me responde uno de ellos.

Entonces toma cicuta me dice el otro.

Me levanto con una cara de pocos amigos y salgo a un patio.

En el patio la mujer de pestañas postizas me dice señor Alfredo, señor Alfredo. Tenga usted este obsequio.

Es una caja azul. Le preguntó cual es la razón del regalo?

Nada más por el gusto de agradar. Llevó mucho esperándolo.

Usted siempre pasa a toda prisa por sus sueños y yo lo miro pasar. Así que ahora al verle fue que me decidí.


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
12 de diciembre de 2014
Estados Unidos Mexicanos.



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