Canela, poderosos caballero, piernas rasuradas, anestesia, soldados, camión de redilas, Guillermo Ochoa con trenzas.
Canela, poderosos caballero, piernas rasuradas, anestesia, soldados, camión de redilas, Guillermo Ochoa con trenzas.
Percibo un fuerte olor a canela. Entro a una casa. Veo un agujero. El agujero es cuadriculado. Porque pienso que no todos los agujeros tienen que ser necesariamente redondos o sí? No sé.
Llega un chino. Me dice que se llama Wong. Le pregunto que sí sabe de dónde viene el olor a canela. El me responde que del agujero. Me señala el hoyo.
Ven vámos. Voy con Wong.
Wong se avienta un brinquito. Luego se asoma como sí fuera un topo. Ven Alfredo. Le obedezco y pongo mis manos juntas y me aviento como sí en el agujero hubiera agua.
Estamos en una catacumba. Hay por todos lados personas cubiertas con sábanas. Están amortajados. Le pregunto a Wong que sí todo son chinos , me dice que sí.
En el suelo hay largos troncos. Wong me dice que estos son los árboles de canela.
Que no es la canela un planta Wong?.
Sí pero aquí en este sueño son árboles.
Wong saca un cuchillo y comienza a cortar grandes vetas. Me dice que este árbol me saldrá barato que me lo vende en diez pesos.
Llévatelos todos!
No creo que pueda con todos. Sí acaso de uno en uno. Lo puedo cargar como lo hacen las mulas.
Yo te ayuda me dice.
Entre los dos subimos el árbol. En la superficie hay un hombre . Este comienza a jalar el árbol hasta que logramos subirlo. Wong me dice que él se quedará un rato más acompañando a los amortajados.
En tierra firme arastro el árbol. Creo que los voy a colocar a manera de hacer una torre. El hombre me dice que debería de aprovechar y comprarle los árboles a Wong. Este traía a a su mando la Nao. Llegaba a Acapulco y todos le compraban especies. La canela tenía mucho éxito.
Después de que arreglemos la torre me hicieron un encargo.
Sí cual?
Me pide el señor que le acompañe esta tarde. Hara una fiesta y quiere que usted vaya.
Sí acabamos claro. Iré.
La jornada no fue tan dura como lo esperaba. Así que le digo al hombre que me ayudó que cuando quiera. Pués vámonos, se acicala su sombrero y nos vamos.
Llegamos a un patio. La fiesta está en grande. Veo a las personas bien arregladas. Yo voy en fachas.
Las personas cantan, otras comen, veo también niños que juegan Parece una fiesta familiar.
Enfrente de nosotros hay un edificio de lujo. Miro pá arriba. Parece que hay otra fiesta. No es la misma. Me dice. Lo que sucede es que acá abajo están los pobres y allá arriba están los ricos. Pero es la misma fiesta. Todos comen lo mismo. Todos toman lo mismo.
Se abre un elevador. Otro hombre me dice que suba que el señor me está está esperando. Le doy un trago a mi cerveza y entro al elevador. El hombre se baja. Quiere que yo suba solo. Antes de cerrar las puertas automáticas, el hombre arroja sendos paquetes de dinero. Uno de ellos se esparce por el suelo. Me inclino y recojo los billetes. Es mucho dinero por lo que veo. Pero porqué razón me los aventó? Quién sabe?
El elevador se detiene en la parte más alta del edificio. Efectivamente es la misma fiesta. Salvo que estos están vestido con mejores ropas. Incluso no hay uno que no traiga reloj de oro.
Se acerca un bigotón. Este me dice que el mentado señor está muy contento de que yo me haya integrado con ellos. Me dice que esa caja de huevo es mía. Que me la puedo llevar. Abro la caja. La caja está llena de dinero.
Necesito esconderlo. La ambición se apodera de mí. Como sabría el señor que en estos momentos ando bien bruja?
Entra uno de mis medios hermanos. Coloca en una pizarra unas fotografías de Patton. Le digo que esa foto esta genial.
Sí la conseguí barata. Necesito una pluma para ponerle una marca. Se dirige a la caja de huevo. Pongo mi mano para que no la abra. El jala una hoja y la arranca, ve el dinero.
Luego me mira y me dice:
No que tú muy decente? Ya te compraron Alfredo,ya ni jodes.
Y qué quieres que haga?. Me lo están regalándo y ni modos que lo desprecie.
Sí ahora te lo están regalando pero después te lo cobran. Eso me dijo.
Me encuentro acostado boca abajo.. Entra Leticia Rosas Rico. Me dice muy seria:
Abra las patas!.
Yo?
Sí usted.
Y pá que?
Usted abra las patas ¡ Me dice autoritaria.
No tengo más opción que obedecerle. Abro las patas.
Se acerca la Lety. Con una brocha me embadurna de jabón todas las piernas. Luego con un rastrillo comienza a rasurarme. Oiga Lety así rasurado me va a dar comenzón y pareceré señorita .
Usted se calla y no diga más.
Cuando terminó me pasó una toalla húmeda y me quito los restos de jabón.
Se acercó a una mesa y metió una jeringa enorme en un frasco. Le sacó el aire y me dijo: Se la voy a poner en los costados. Y eso que es Lety?
Es anestesia.. Para que se duerma. Pero sí estoy dormido Lety.
Para que se duerma profundamente.
Me dicen que los soldados son re buena onda. Ellos nomás matan cuando les dan las órdenes.
Me asomo por un balcón. Pasa un agrupamiento de estos verdes.
Al verme me arrojan una balas inofensivas de goma, unas bolsitas de dulces y soldaditos en miniatura.
Levantan sus brazos y todos me saludan. Que amables. Les digo. Ello sólo matan cuando se los ordenan.
Se detiene un camión de poco tonelaje sobre Insurgentes. Un ñero me dice que debo de ir pero del lado contrario. Tú llegas y nos esperas. Nomás bajamos esta mercancía . Sí viene la grúa te arrancas. No dejes que te vayan a morder.
Le digo al ñero que busque a otro. A mí no me gusta manejar camiones. Nunca me ha gustado. Y nunca he manejado uno.
Si no nos vamos a tardar Alfredo. Es solo un rato. Además te voy a pagar.
No ni así lo haré. Me voy.
Por la Avenida Ricardo Flores pasa hacia arriba el periodista Guillermo Ochoa. El va vestido de camisa blanca y pantalón gris. Lo saludo, el fríamente me contesta. Al verlo alejarse noto que lleva una gran trenza atada con un listón rojo. Esta moda, de los señores de hacerse trenzas. No me agrada se ven medio maricas.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
27 de Octubre de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
Percibo un fuerte olor a canela. Entro a una casa. Veo un agujero. El agujero es cuadriculado. Porque pienso que no todos los agujeros tienen que ser necesariamente redondos o sí? No sé.
Llega un chino. Me dice que se llama Wong. Le pregunto que sí sabe de dónde viene el olor a canela. El me responde que del agujero. Me señala el hoyo.
Ven vámos. Voy con Wong.
Wong se avienta un brinquito. Luego se asoma como sí fuera un topo. Ven Alfredo. Le obedezco y pongo mis manos juntas y me aviento como sí en el agujero hubiera agua.
Estamos en una catacumba. Hay por todos lados personas cubiertas con sábanas. Están amortajados. Le pregunto a Wong que sí todo son chinos , me dice que sí.
En el suelo hay largos troncos. Wong me dice que estos son los árboles de canela.
Que no es la canela un planta Wong?.
Sí pero aquí en este sueño son árboles.
Wong saca un cuchillo y comienza a cortar grandes vetas. Me dice que este árbol me saldrá barato que me lo vende en diez pesos.
Llévatelos todos!
No creo que pueda con todos. Sí acaso de uno en uno. Lo puedo cargar como lo hacen las mulas.
Yo te ayuda me dice.
Entre los dos subimos el árbol. En la superficie hay un hombre . Este comienza a jalar el árbol hasta que logramos subirlo. Wong me dice que él se quedará un rato más acompañando a los amortajados.
En tierra firme arastro el árbol. Creo que los voy a colocar a manera de hacer una torre. El hombre me dice que debería de aprovechar y comprarle los árboles a Wong. Este traía a a su mando la Nao. Llegaba a Acapulco y todos le compraban especies. La canela tenía mucho éxito.
Después de que arreglemos la torre me hicieron un encargo.
Sí cual?
Me pide el señor que le acompañe esta tarde. Hara una fiesta y quiere que usted vaya.
Sí acabamos claro. Iré.
La jornada no fue tan dura como lo esperaba. Así que le digo al hombre que me ayudó que cuando quiera. Pués vámonos, se acicala su sombrero y nos vamos.
Llegamos a un patio. La fiesta está en grande. Veo a las personas bien arregladas. Yo voy en fachas.
Las personas cantan, otras comen, veo también niños que juegan Parece una fiesta familiar.
Enfrente de nosotros hay un edificio de lujo. Miro pá arriba. Parece que hay otra fiesta. No es la misma. Me dice. Lo que sucede es que acá abajo están los pobres y allá arriba están los ricos. Pero es la misma fiesta. Todos comen lo mismo. Todos toman lo mismo.
Se abre un elevador. Otro hombre me dice que suba que el señor me está está esperando. Le doy un trago a mi cerveza y entro al elevador. El hombre se baja. Quiere que yo suba solo. Antes de cerrar las puertas automáticas, el hombre arroja sendos paquetes de dinero. Uno de ellos se esparce por el suelo. Me inclino y recojo los billetes. Es mucho dinero por lo que veo. Pero porqué razón me los aventó? Quién sabe?
El elevador se detiene en la parte más alta del edificio. Efectivamente es la misma fiesta. Salvo que estos están vestido con mejores ropas. Incluso no hay uno que no traiga reloj de oro.
Se acerca un bigotón. Este me dice que el mentado señor está muy contento de que yo me haya integrado con ellos. Me dice que esa caja de huevo es mía. Que me la puedo llevar. Abro la caja. La caja está llena de dinero.
Necesito esconderlo. La ambición se apodera de mí. Como sabría el señor que en estos momentos ando bien bruja?
Entra uno de mis medios hermanos. Coloca en una pizarra unas fotografías de Patton. Le digo que esa foto esta genial.
Sí la conseguí barata. Necesito una pluma para ponerle una marca. Se dirige a la caja de huevo. Pongo mi mano para que no la abra. El jala una hoja y la arranca, ve el dinero.
Luego me mira y me dice:
No que tú muy decente? Ya te compraron Alfredo,ya ni jodes.
Y qué quieres que haga?. Me lo están regalándo y ni modos que lo desprecie.
Sí ahora te lo están regalando pero después te lo cobran. Eso me dijo.
Me encuentro acostado boca abajo.. Entra Leticia Rosas Rico. Me dice muy seria:
Abra las patas!.
Yo?
Sí usted.
Y pá que?
Usted abra las patas ¡ Me dice autoritaria.
No tengo más opción que obedecerle. Abro las patas.
Se acerca la Lety. Con una brocha me embadurna de jabón todas las piernas. Luego con un rastrillo comienza a rasurarme. Oiga Lety así rasurado me va a dar comenzón y pareceré señorita .
Usted se calla y no diga más.
Cuando terminó me pasó una toalla húmeda y me quito los restos de jabón.
Se acercó a una mesa y metió una jeringa enorme en un frasco. Le sacó el aire y me dijo: Se la voy a poner en los costados. Y eso que es Lety?
Es anestesia.. Para que se duerma. Pero sí estoy dormido Lety.
Para que se duerma profundamente.
Me dicen que los soldados son re buena onda. Ellos nomás matan cuando les dan las órdenes.
Me asomo por un balcón. Pasa un agrupamiento de estos verdes.
Al verme me arrojan una balas inofensivas de goma, unas bolsitas de dulces y soldaditos en miniatura.
Levantan sus brazos y todos me saludan. Que amables. Les digo. Ello sólo matan cuando se los ordenan.
Se detiene un camión de poco tonelaje sobre Insurgentes. Un ñero me dice que debo de ir pero del lado contrario. Tú llegas y nos esperas. Nomás bajamos esta mercancía . Sí viene la grúa te arrancas. No dejes que te vayan a morder.
Le digo al ñero que busque a otro. A mí no me gusta manejar camiones. Nunca me ha gustado. Y nunca he manejado uno.
Si no nos vamos a tardar Alfredo. Es solo un rato. Además te voy a pagar.
No ni así lo haré. Me voy.
Por la Avenida Ricardo Flores pasa hacia arriba el periodista Guillermo Ochoa. El va vestido de camisa blanca y pantalón gris. Lo saludo, el fríamente me contesta. Al verlo alejarse noto que lleva una gran trenza atada con un listón rojo. Esta moda, de los señores de hacerse trenzas. No me agrada se ven medio maricas.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
27 de Octubre de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
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