Butacas boletos cantantes,ejercicios.

Butacas boletos cantantes,ejercicios.































Un hombre delgado con aspecto de árabe, nariz prominente pelo ensortijado, dedos largos y zapatos sin bolear me pide que le acompañe. Cabe decir que es la primera vez que le veo.

Subimos por la escalinata de un sitio de espectáculos. Detrás de nosotros vienen varios más. El árabe les mira de reojo y se apresura a abrir una puerta rosa.. Las personas se abalanzan y se meten. La puerta rosa no conduce a nada. Enfrente hay una pared.

El árabe me insta a que me meta por una puerta automática. Lo hago rápido, el árabe también lo hace. La puerta automática se cierra de golpe. Los que entraron por la puerta rosa salen y pretenden entrar por la puerta automática. No lo logran la puerta está cerrada.


Llegamos a un patio de butacas.

En el escenario hay varias personas. Ellos están afinando los detalles para la presentación de Joaquín Sabina. Incluso le puedo ver.

Le comento al árabe que el tal Joaquín se ve menos viejo con la cara rasurada. Yo nunca le he visto con barba me responde el árabe. Yo tampoco pero ahora mismo hasta parece gente presentable. Ya sabes que siempre sale desaliñado, parece que que acicala con saliva como los gatos y desconoce la caricia del agua y el jabón.

Quién sabe …

El árabe me dice que ahora vuelve. Me deja en este mar de personas. Todos se apresuran a buscar su localidad. Veo que todos llevan sus boletos en las manos. Incluso buscan su lugar numerado. Yo no tengo.

Decido sentarme en este de las primeras filas. Llega el propietario temporal y sin decirme nada se sienta conmigo. Yo quedó sentado con sólo una nalga. Corro el riesgo de resbalar. Ninguno dice nada. Un asiento no está diseñado para cuatro nalgas o dos pares de ellas.

De este sueño pasé de inmediato al sueño número dos. Ni siquiera tuve la oportunidad de escuchar la voz de borracho que tiene el ruco de Jaén.

Bueno. Aquí hay muchas personas.. Ellas ensayan una coreografía. Una parte , porque la otra hacen ejercicios.

El instructor mueve los brazos. Dice que los brazos son escenciales para todo. Los levanta, es un hombre musculoso. Me mira a la distancia y me pregunta que sí voy a ejercitarme con ellos.

Si, lo que sucede es que no encuentro un short blanco. No sé dónde lo pude dejar..

Una mujer con una cicatriz en la mejilla me dice que busque en la cómoda.

Me encamino a la cómoda. Abro el cajón de más arriba. Busco entre la ropa. Hay de todo: Ganchos para tejer, vendas para los pies, camisetas, mascadas, calzones rojos de mujer. Tomo uno, lo huelo. Huele bien .Los calzones de las mujeres huelen bien. También hay mejorales, dos cinturones, calcetines, un espejito, cajitas de pasadores, menjurjes para la cara, cremas Ponds. Ah acá está mi short!. Lo saco, me quito los pantalones, también los zapatos. Busco además unas calcetas blancas con una línea azul. Por aquí deben de estar, por aquí por aquí.

Las localizo. Me siento en un banquito. Todos esperan pacientemente. El instructor se besa los conejos. Pienso que este hijo de puta es un ególatra. Si eso es. Al rato se lo digo. Se lo puedo decir directamente o busco la manera sutil.

Ya encontraré la forma y la manera.

Me pongo los calcetines. Noto que tengo las uñas largas. Hum. Dónde quedó el corta uñas? Dónde donde.

El instructor me mira impaciente.

No tardo. Nomás me cortó las uñas.

No entiendo porque las uñas crecen. El pelo también crece. Uno también crece. Antes era un niño. Luego pasé a joven , luego a señor.

En la vida uno debería de pasar de niño a viejo brincándose la juventud. En la juventud uno pasa desapercibido. Nadie le pone atención.

Aquí está el corta uñas ¡

Regreso al banquito. Pongo mi pie levantado. Es la única manera de poder córtame las uñas.

Otra mujer del grupo se admira y les dice a los demás que se me salieron los huevos.

Los miro. Pienso. Que estos nunca habrán visto un huevo? No lo sé. Me los cubro. El problema con este tipo de calzones es que se te salen los huevos. Debo de comprar bóxer. Pero los boxers no me gustan tanto. Con los bóxers se me ven las patas flaquitas. Bueno eso no lo puedo evitar.

Esta uña del dedo meñique me está dándo problema. Parece que creció en curva. Debo cortármela con cuidado. De no hacerlo corro el riesgo que me sangre el dedo. No quiero ir con ningún podólogo. Luego te hacen preguntas que me incomodan.

A mí nunca me han apestado los pies. Mis pies están siempre bien cuidados, parecen pies de señorita.. Tersos, suaves, lindos. En verdad que lindos pies tengo.

Y los tengo bonitos porque me los cuido. No es que sea un metro sexual. Pero siempre he considerado que los pies son vitales. Sin pies no vales nada.

Bueno. Ya con las uñas cortadas, los calcetines azules y el short. Me dirijo con los que hacen ejercicio.

Me coloco en la tercera fila y comienzo a seguirlos.

Levanto los brazos, inhalo, exhalo, inhalo exhalo.

El instructor nos dice que por hoy la clase termino. Que nos vemos el próximo jueves.

Se acerca a mí una chica de 15 años.Le digo que no deje que se vaya el maestro joto que está por allá. Este te puede poner los bailes para tu cumpleaños.

Ah sí.

La chica camina hacia el maestro. Le explica. Este escucha y veo a través de su lenguaje corporal que sí le pondrá la coreografía para su fiesta.

Ojalá que no se le ocurra poner La Marcha de Aída. Se ven tan cursis….

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
24 de Octubre de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.




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