50 mil tortugas, personas que suben por una escalera, hombre que estalla en llanto, dos que me persiguen por un camino , camisas amarillas.
50 mil tortugas, personas que suben por una escalera, hombre que estalla en llanto, dos que me persiguen por un camino , camisas amarillas.
Está oscuro. Busco el contacto de la luz. Siempre se ubican a la entrada . Lo localizo. Al hacerse el brillo veo como salen por todas las direcciones posibles cientos y cientos de tortugas que apenas han nacido. Una mujer desgreñuda sale y me dice: Alfredo, ya nacieron las tortugas ¡.
Pués llevalas al mar…. Pónlas en unas cubetas y llévalas al mar.
No sé porque se les ha ocurrido venir a nacer a la ciudad capital.
La mujer frunce el seño y me dice que quiere que las tortugas se queden a vivir con nosotros.
Por Dios ¡ Inés ¡. No se puede vivir con tantos animales y menos en un sitio tan reducido, están tan pequeñas, tan chiquitas que terminaremos despanzurrándolas al pisárlas . Llévalas al mar….
La mujer no quiere y me insiste. Le digo que es imposible. No se puede vivir con un zoológico. Si gustas también podemos traer cuervos, ratas,y pinacates.
Me siento en el suelo y comienzo a echar a las tortugas en unas cubetas.. Comienzo a contarlas. Al término le digo a la desgreñuda: Son cincuenta mil ¡..
Me encuentro sentado en un primer piso que no tiene aún ventanería. Hay una escalera pegada a la pared. Viene una familia. La mujer sube con una maleta azul. Se ríe por la respuesta que le doy. . Un niño de cinco años se asoma pecho abajo. Le digo que no lo haga porque se puede caer. La altura no es considerable pero sí llega a a caerse. Se lastimará.
El papá está vestido de negro y gris. Se peina para atrás, tiene el pelo negro y el rostro maltratado. De pronto se pone en cuclillas, y estalla en llanto. Yo le miro. Después le pregunto que es lo que le sucede?. Este limpiándose las lágrimas y los mocos me responde que hace tiempo hizo algo muy feo. Y que fue lo que hizo usted?.
Mate a tres.. Y le eché la culpa a uno que iba pasando. A él lo metieron preso y yo estoy como sí nada. Pero lo voy a arreglar me dijo.
Y cómo?
Mañana tengo que ir a firmar unas declaraciones. Ahí les diré todo. Que mentí y que el culpable fui yo no él. Eso me resulta muy bien . Tiene que ir usted y decirles.
Este sueño sí que es curioso. Voy en una carretera que se encuentra suspendida por alambres. Ando por aquí porque más atrás me perdí. Y cogí por este camino. Al llegar a una parte que no tiene salida. Se me acercan dos y ven en mí la posibilidad de quitarme lo que lleve. No les doy chance porque acelero la bicicleta y logró evadirlos. Los dos se quedan frustrados y no me roban.
Le digo a la pelirroja Cristina que las personas que duraron más años como momias en el gobierno Federal les entregaron cincuenta mil pesos. Y a otros cuarenta y nueve.
Ya ves como la espera sí les resulto? Me dice la peli.
Pués no sé. Yo no hubiera aguantado tanto.
En lo que era la entrada a la SECOFI. Ahora pusieron unos mostradores que tienen unas cobijas rosas. Los burócratas atienden a las personas vestido con camisas amarillas.
Casi en el tercer sitio o posición veo a Bernardino. Termino en el departamento de atención.
Y yo terminé atendiendo a este gato.
Un niño intenta dormir. Tiene entre sus manos una Tablet. La mira. Le digo que deje de lado este artefacto y que le contaré un cuento. El niño me mira como preguntando: Y que es un cuento?.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
6 de octubre de 2014.
Estados Unidos Mexicanos
Está oscuro. Busco el contacto de la luz. Siempre se ubican a la entrada . Lo localizo. Al hacerse el brillo veo como salen por todas las direcciones posibles cientos y cientos de tortugas que apenas han nacido. Una mujer desgreñuda sale y me dice: Alfredo, ya nacieron las tortugas ¡.
Pués llevalas al mar…. Pónlas en unas cubetas y llévalas al mar.
No sé porque se les ha ocurrido venir a nacer a la ciudad capital.
La mujer frunce el seño y me dice que quiere que las tortugas se queden a vivir con nosotros.
Por Dios ¡ Inés ¡. No se puede vivir con tantos animales y menos en un sitio tan reducido, están tan pequeñas, tan chiquitas que terminaremos despanzurrándolas al pisárlas . Llévalas al mar….
La mujer no quiere y me insiste. Le digo que es imposible. No se puede vivir con un zoológico. Si gustas también podemos traer cuervos, ratas,y pinacates.
Me siento en el suelo y comienzo a echar a las tortugas en unas cubetas.. Comienzo a contarlas. Al término le digo a la desgreñuda: Son cincuenta mil ¡..
Me encuentro sentado en un primer piso que no tiene aún ventanería. Hay una escalera pegada a la pared. Viene una familia. La mujer sube con una maleta azul. Se ríe por la respuesta que le doy. . Un niño de cinco años se asoma pecho abajo. Le digo que no lo haga porque se puede caer. La altura no es considerable pero sí llega a a caerse. Se lastimará.
El papá está vestido de negro y gris. Se peina para atrás, tiene el pelo negro y el rostro maltratado. De pronto se pone en cuclillas, y estalla en llanto. Yo le miro. Después le pregunto que es lo que le sucede?. Este limpiándose las lágrimas y los mocos me responde que hace tiempo hizo algo muy feo. Y que fue lo que hizo usted?.
Mate a tres.. Y le eché la culpa a uno que iba pasando. A él lo metieron preso y yo estoy como sí nada. Pero lo voy a arreglar me dijo.
Y cómo?
Mañana tengo que ir a firmar unas declaraciones. Ahí les diré todo. Que mentí y que el culpable fui yo no él. Eso me resulta muy bien . Tiene que ir usted y decirles.
Este sueño sí que es curioso. Voy en una carretera que se encuentra suspendida por alambres. Ando por aquí porque más atrás me perdí. Y cogí por este camino. Al llegar a una parte que no tiene salida. Se me acercan dos y ven en mí la posibilidad de quitarme lo que lleve. No les doy chance porque acelero la bicicleta y logró evadirlos. Los dos se quedan frustrados y no me roban.
Le digo a la pelirroja Cristina que las personas que duraron más años como momias en el gobierno Federal les entregaron cincuenta mil pesos. Y a otros cuarenta y nueve.
Ya ves como la espera sí les resulto? Me dice la peli.
Pués no sé. Yo no hubiera aguantado tanto.
En lo que era la entrada a la SECOFI. Ahora pusieron unos mostradores que tienen unas cobijas rosas. Los burócratas atienden a las personas vestido con camisas amarillas.
Casi en el tercer sitio o posición veo a Bernardino. Termino en el departamento de atención.
Y yo terminé atendiendo a este gato.
Un niño intenta dormir. Tiene entre sus manos una Tablet. La mira. Le digo que deje de lado este artefacto y que le contaré un cuento. El niño me mira como preguntando: Y que es un cuento?.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
6 de octubre de 2014.
Estados Unidos Mexicanos
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