SALVADOR, CAMARON
Solo soñé dos
sueños:
Y sí soñé otros
ya no los recuerdo.
El primero de
ellos fue que Salvador estaba en un local que hoy ocupa una casa de
instrumentos musicales en la calle de Durango. Voy acompañado por un una persona
que no logro identificar quién es.
Entramos al
local. Sale salvador detrás de una mampara. Le decimos que le llevamos una
pintura antigua. Salvador la examina. Luego se encamina a un monitor y escanea.
En una pantalla blanca nos la muestra. Nos
dice que es una pintura magnifica. Que sí queremos tendrá el trabajo en tres días. Le solicitamos menor tiempo ya que la persona que me
acompaña tiene que viajar a Bélgica.
Salvador nos dice
que el proceso es lento. Pero que sí se apura en dos días como máximo lo
tendrá.
Le pido que me
haga una copia exacta. Salvador levanta los hombros y me dice que no se pueden hacer copias. Si le
meto rayos, la pintura se desvanecerá y se echará a perder.
Bueno entonces
nos vamos.
Salvador se
despide y le dice al belga que ya le falta poco para terminar la escuela. Y
pensar que a este lo ví bien chiquillo.
Estoy revisando
que no falte nada. Debo de llevar la guitarra con su estuche. Cada uno deberá
tocar un instrumento. Unos van nerviosos otros no. Una muchacha carga con dificultad un cello. Le pregunto sí le ayudo. Ella me responde que es su cruz.
Hay una fila de
personas esperando. Por la puerta de entrada viene caminando Camarón de la isla. Se dirige a mí. Me habla
como sí me conociera. Como estás y me extiende su mano. Bien Don Camarón que
dice.
Vengo a darles
una clínica de flamenco. Muy bien. Hace una caravana y me pide que pase a una
sala. Camarón se trepa de un brinco al escenario y nos deleita con una bella
saeta…
Original de Alfredo
Arrieta
Para
elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
7 de junio de 201
Estados Unidos
Mexicanos.
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