MI JEFA, TIO LALO ACABA DE MORIR,
PEÑA, HUGOS
Usted se dirige a una oficina.
Sube por unas escalinatas, dá dos golpecitos, escucha una voz que le dice adelante. Abre la puerta.
Sentada en un escritorio una mujer llamada Yuriria le pide tome asiento. Se
hace un silencio. Usted decide romperlo y le
dice que acudió porque le informaron que ella sería su jefa. Yuriria
levanta la ceja y le dice que efectivamente. Abre un cajón y saca un grupo de
frasquitos. Ella toma uno y le explica
lo que hará. Deberá tomar cada uno de los frascos y colocarles una numeración en serie. Una vez
entendida, usted toma unos de los frascos y comienza su labor. Mientras trabaja
piensa que sería mucho mejor sí mandaran
a imprimir unas etiquetas con los números, de esta manera ya no tendrían que
hacerlo de manera artesanal. Le dice a Yuriria su idea. Ella se complace.
Piensa para si que usted es una persona sumamente lista.
Cuando terminó se levanta de su silla y le dice a su jefa
que ya acabaron sus labores que ahora debe de continuar con sus sueños. Ella le
dá la mano y se despide no sin antes
preguntarle sí ella volverá a
estar en un sueño suyo. Eso no lo sé, las personas entran a los sueños de
otros, quien sabe porque.
Sale.
Usted llega a la casa de su
abuela. Ella le informa que le tiene malas noticias. Su hijo Eduardo acaba de
morir.
Le entrega las llaves de un
ropero. Es un ropero color caoba. Se dirigen a la habitación de Lalo. Abren las
dos puertas. Su abuela comienza a sacar la ropa, le muestra unos pantalones y le pide medírselos.
Lalo tenía casi tus medidas, sí no te queda su ropa le hacemos unos arreglos.
Usted toma los pantalones, son unos
pantalones azules, se quita los viejos y se coloca los del difunto.
Cierra la cremallera y
posteriormente el botón, le dice a su abuela que ya chingó. Ahora ya tengo
suficientes pantalones. También dejó trajes. Mídetelos también. Así pasaron
largo rato. Aveces piensa que el dolor de unos puede beneficiar a otros.
Eduardo dejo muchos objetos,
escritos, y dos guitarras. Una japonesa, la otra española. También llévatelas
le dice su abuela.
Más tarde usted se encuentra en
la calle a Peña, este con su aire fanfarrón le comenta que tiene la llave para hacerse rico. Hasta en
los sueños las personas quieren tener poder y dinero. Cuando se anda en busca
de estas ideas las personas dejan de serlo.
Peña le dice que quiere comprar una flota de camiones y
ponerlas a trabajar en el estado mexicano de Tabasco. Dice que tiene unos
conocidos en el gobierno que le ayudarán a lograr esta empresa. Usted le pide
reflexione. Tratar con ladrones termina
en pleito de sinvergüenzas.
Usted lleva a un hijo pequeño en
brazos, pasa por la sala de estar de un teatro. Alguien que no conoce le
informa que se murió también Hugo. Espera que no le vaya a pasar lo mismo que con la ropa de Eduardo.
Esta no le quedaría.
El lugar tiene muchas lámparas,
hay un sinfín de personas parece que van a ver una función de Tosca de Don Puccini. En tanto les llaman se les sirven
unas copas con vino. Curiosamente todos los camareros tiene caras de Hugo. En
lo alto de una escalera se encuentra su tío Eduardo. Le pregunta casi a gritos
que sí le quedaron bien los pantalones..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
2 de Junio de 2013
Estados Unidos.
Comentarios