ESPECTRO, POLLO CON MOLE, MUJERES ENCUERADAS QUE SE PONEN CREMA, MUCHACHA ARGENTINA EN BICICLETA.
Paso desenfadado por
la acera.
Hay una puerta abierta. Me detengo. Hay una escalera. Me
asomo. En la parte de arriba hay un espectro. Me hace el ademán que suba.
Le obedezco. Uno , dos, tres hasta llegar a veinte
escalones. El espectro me dice que le tengo que ayudar.
Le miro como preguntando.
El espectro me dice con voz cavernosa que el ataúd en donde
sepultaron a mi padre está roto. Lo fracturaron.
Me acuerdo que era un
ataúd de cristal.
¿ Que le hicieron?
Lo agarraron a martillazos hasta que lo destruyeron.
Saco una libreta y le digo que haré lo que pueda.
Salgo de esa puerta. Voy pensando lo que dijo el rey: Hay
una puerta que se cierra en tus narices pero
también hay otra que se abrirá. Eso ni lo dudes.. Me dijo el rey.
Estoy con las apuraciones. Debo de preparar cuatro kilos de
pollo en mole.
Primero tengo que acudir al
abasto allá por el barrio de la recoleta. No sé a cómo ande el kilo de
patas de pollo. Lo más seguro es que esté bien caro.
Dirijo mis pies hasta el mercado. Busco la pollería, compro
el pollo. Ahora necesito mole.
El problema es que estoy en Argentina. Los chés no tienen ni
puta idea de que es el mole.
Necesito buscar un comercio de alimentos mexicanos. Miró a una pebeta. Le
pregunto sí sabe de algún sitio en dónde pueda comprar especies mexicanas. La
pebeta me mira de arriba para abajo como sí me estudiara. Luego levanta su
brazo y me señala que siga por la calle Gardel, luego doble por la Oriental y
por ahí hay un expendio de enchiladas.
Cojo la llave, es una llave que siempre falla. La introduzco
y la giro.
Sale a saludarme el gato vaquetón. Maúlla para que le dé. Le
digo que espere todavía no llegó.
Pongo las cosas sobre la mesa. Pienso que es un problema
vivir en la Argentina. Nunca encuentras nada. Sí por esa razón nunca quise vivir
en los Estados Unidos , esos cuates comen puro plástico. Aquí a no ser por los
bifes tienen todo perdido.
Lavo el pollo, lo dejó en el fregadero de trastes , en este
mismo sitio lo hiervo. Hay una llave de gas. Cuando veo que ya se hizo caldo le
arrojo el mole en polvo. Toma una palita de madera y lo muevo lento, lento. En
tanto está pienso en México, mi país.
Ah, sí la gente fuera honrada.. Pero no lo es por desgracia.. No hay nadie
perfecto en este mundo.
A veces cuando camino por las Calles de Buenos Aires pienso
que me voy a encontrar a la Maga, es solo una tontería pensar eso.
Debo de salir, alguien me llama por el celular. Me dicen que
encontraron la caja de vidrio.
Apresuradamente me dirijo a un parque. Llegó. Hay algunas
personas que investigan. Me preguntan sí
conozco esa caja de muerto. Les respondo que sí que es la caja de
cristal en dónde sepultaron a mi papá pero de eso fue hace muchos años. ¿ Un policía me pregunta que sí a mi padre lo enterraron aquí en Buenos
Aires?: No señor, mi papá está en México. Pero de que la caja era la de él era
la de él.
Me acuerdo que dejé el mole en el fuego. Les digo a los
policías que sí saben algo me llamen por favor. Emprendo la retirada, el pollo
con mole se va a quemar. Corro a todo lo
que dá, busco la llave, pienso que debo de conseguir una llave que abra a la
primera. Meto la llave, por suerte abre subo las escaleras, huelo a humo, entro a la cocina, el mole se va por el desague, el pollo se está quemando.
Estoy con la impaciencia de que estas dos mujeres terminen
de ponerse crema. La primera está sentada sobre un tapete. Intento verle los
senos pero no deja ver nada . La mujer se pone crema en las
piernas. La otra sentada sobre el filo del sofá se unta los brazos. Les digo a
las dos que se nos va a hacer tarde.
Ellas como sí fueran pericas se limitan a contarse sus andares por al vida. Y
pá mis pulgas. Les digo que me voy, que allá las espero. Me dirijo a la puerta.
Cuando abro la puerta veo a mi padre con un martillo en la mano. Le tomo por el
brazo y le digo que le andan buscando. Y le pregunto que porqué razón rompió el
féretro de cristal.
Mi padre me dice que lo rompió porque no podía respirar.
Pero sí los muertos ya no respiran.
¿ Y quién dice eso?.
No quise contradecirlo mi padre era muy necio.
Yo soy la piba, yo soy la piba, son una mujer feliz porque
siempre hago lo que quiero. Canta una mujer mientras anda en bicicleta. Ella
tiene los brazos tatuados.
Ella pasa cerca de mi persona. La escucho. Es una letra
insulsa pero no importa, el caso es que cante. Todos deberíamos de cantar. Esos
que se guardan en el silencio nunca me
han dado buena espina.. La mujer continúa cantándo, me mira por primera ocasión
y sin conocerme me lanza un beso por aire..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
14 de junio de 2013.
Estados Unidos mexicanos.
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