HOMBRE QUE OFRECE VIAJE, MUCHAS PUERTAS EN UNA CASA, GATO BLANCO Y NEGRO
CON OJOS AZULES, REUNIÓN PARA INVITARME A CANTAR, RESTAURANTE EN DONDE SIRVEN ATOLES.
Me encuentro sentado en una banqueta
pintada de amarillo. Un señor llamada Alfredo nos dice que aquél que logre decir la frase que sigue
será merecedor de un viaje. Me pongo
atento. El señor se para en medio de los que estamos sentados y comienza a
hablar. Ninguno sabe la respuesta a sus preguntas. Logra una frase y con su
dedo señala a alguno. Este se queda mudo, sin respuesta.
Pasan muchos quedó yo. Alfredo me mira y me dice. ¿Pero no os cambia el
cielo por?.
La orden de la legión de honor que le dío la República francesa.
Perfecto me responde. Saca un papel y me lo entrega. Luego se va.
Me quedo a la espera de que el viaje que mencionó se haga realidad. Me
siento de nuevo en la banqueta. El hombre tarda.
Pasaron dos horas. Ahí está ¡: Me acerco. El señor tiene prisa. Le digo que
sí me permite unos minutos le puedo hacer la reseña de quién compuso esa
canción, quién la canta, quienes hicieron los arreglos, en dónde fue grabado,
cuántos discos se vendieron, y cuántos premios recibió.
El señor Alfredo me dice que no le interesa. Usa tu boleto. Ya tendrás otra
oportunidad. Y se va…
Un poco frustrado por esa situación me echo a caminar…
Llego a la casa de un mecánico que conocí hace mucho. Sale su esposa. Ella
me recibe con gusto y me pregunta que sí quiero tomar una cerveza fría. Cosa
que acepto de inmediato. Estos con un calor en el cuerpo. Mi frente está
perlada de sudor..
En tanto me voy tomándo la cerveza la mujer me platica que su esposo ya está
terminando la casa.Le digo que me la muestre. Entonces subímos por una escalera
de madera.
Hay una barda a más de la mitad. En una alambrada un gatito blanco y negro
de ojos azules juega con mi dedo. No temo que me arañe. Apenas le están saliendo
las uñas. El gato se trepa en lo alto de la barda. Lo tomo del cuerpo y lo
bajo. Por muy gato que sea sí se cae de estas alturas seguramente se muere.
Bajamos. La mujer me dice que hizo una puertita para que el gato no se
escape.
Le doy un último trago a la botella de cerveza. Le agradezco su atención y
me voy…
Entro a una casa en dónde están reunidos un grupo numeroso de personas.
Casi de inmediato al verme un hombre flaco
canoso y piel blanca se acerca y
sin presentarse comienza a cantar
las mañanitas. Cuando termina me pregunta que sí ya estoy listo. Le respondo
que tengo unos nervios. Lo que sucede es que no tengo conocimiento de lo que se
va a cantar. Esa es la causa del miedo. Pero miedo lo que se dice miedo fue
aquella ocasión cuando me presenté siendo integrante del Orfeón. Saldaña le
dijo al director que podíamos comenzar y
yo no estaba preparado. Estaba punto de hacer el ridículo a nivel nacional. No
fue así. Todo salió bien…
Ah ¡. Mira y toma del brazo a una mujer morena que tiene acné por toda la cara. Es una acné bien rojo.
Ella trabajó con Jorge.
La mujer me decía mientras tomaba su refresco que fue difícil trabajar con
él. En menos de un segundo ya le estaba mentándo la madre a quien fuera..
Poco a poco las personas de esa reunión se van marchando. Yo me quedo
porque estoy esperando a florecita. Como se tarda.
Tengo de ella un abrigo, una blusa recién lavada y unos folletos de París.
Florecita nunca llega, así que me retiro.
Regreso a la casa del mecánico. La entrada principal tiene seis puertas. Le
digo a la mujer quien me ofrece de nuevo cerveza que las seis puertas están de
más. Debió de haber puesto una sola. Las puertas tienen diseños diferentes y
colores diferentes…
Llega una camioneta. De esas camionetas que sirven para cargar cosas. Viene llena de personas. Entre ellas viene Raúl. Me
dice que viene por mí. Me insta a que me suba. Me siento entre todos y les
señalo con el dedo . En el cielo viene unos artefactos con hélices y luces.
Sepa Dios que cosas serán..
Por último estoy llegando a una zona de restaurantes por unas calles que se
llaman James Sullivan. Esas calles por
dónde pululaban o pululan las putas.
Recuerdo una ocasión que andábamos en
un carro. Era de noche. Uno de los amigos dijo; vámos a ver a las putas. A mí
me entró un cus cus. Pero aún así fui. Llegamos, nos detuvimos en la fila de
autos. Se nos acercó una mujer en
abrigo. El más audaz le preguntó sobre su tarifa. Ella respondió por una
cantidad. Luego se abrió el abrigo y ahí, encuerada nos mostró todas sus hermosas carnes..
Bueno. De regreso al sueño hay unos restaurantes. Todos están iluminados.
Conforme te vas acercando al parque la iluminación disminuye. Yo para ahorrar
algunos centavos me voy hasta el último.
Un mesero lleva en una jarra atole. Levanto la mano. El hombre se acerca, me
sirve atole. Es un atole de color
morado.
En esas ando cuando veo a la
florecita. Ella está sentada en un banco de aluminio alto. Habla con un hombre.
Este le pregunta que como cuántos años lleva cantando ópera. Ella le responde
que un poco más de treinta y cinco. El hombre saca su teléfono. Mira la
información de Florecita y dice que está muy bien…
Florecita me descubre sentado. Le
dice al señor que se tiene que retirar.
Le dice que ya me vió y sí no me sigue me le volveré a perder. Ese que
está allá me embarazó. Florecita se levanta y se dirige hacia mí. Ella lleva
una panza enorme como de nueve meses así como una peluca de color violeta
Original de Alfredo Arrieta
Nec spe, nec metu.
24 de febrero de 2013.
Estados Unidos Mexicanos.
Para elpueblodetierra
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