BALCON, CABALLITOS EN EL CIELO, MUJERES Y HOMBRES A CABALLO, MANUELA, PEDRADAS.




























En aquél departamento me encontraba. Miraba el exterior de una calle que hasta  hoy y en la realidad se llama Universidad.


En esas ando cuando escucho que gira la perilla de la puerta principal. Es Hugo. Hugo viene vestido con pantalón de mezclilla camisa a rayas y su chamarra azul que nunca  faltaba.
Me dice que viene a charlar conmigo. Le digo que se acerque. Estoy viendo el ir y venir de los carros modelos 1960.

En la realidad  yo debería tener cinco años pero en este sueño soy un hombre de treinta y cinco años o más, según me mires.

Hugo se asomó recorriendo la gasa de cortina. De pronto su semblante se transformó debido a que en las contra esquinas se ubicaban dos patrullas.


Una por esquina. Los carros policiales tenían un logo tipo que decía : Polizia di la tarjeta de crédito.estos individuos acudían a arrestar  a las personas que no pagaban sus tarjetas. Hugo debió ser uno de los deudores.


Al verlos como te digo sus semblante cambió. Hugo abrió la puerta del balcón y despidiéndose de mí se arrojó al vacío.

Para comprender el alcance de lo que le pasó te debo decir que el  departamento está ubicado en el piso número cuatro. Es decir a unos quince metros  del suelo.

Corrí a la calle. Hugo azotó pero de inmediato se incorporó. La policía del crédito le prestó atención casi de forma inmediata…

Hugo levantó la vista y me gritaba que no me preocupara que al caer no le dolió nada. Y no le dolió porque él tenía varios años de finado.

Ahora me encuentro en un punto mirándo el cielo. Estoy sentado en una banqueta de la calle Sándalo. El cielo es limpio , azul.

Cosa que pudiera parecerte extraña en una ciudad en dónde circulan a diario más de dos millones de automotores y el aire se encuentra tan contaminado que sí tuviera volumen este sería una gran masa de mierda.

Miro el punto en el cielo. Se acercan unos puntos negros. Al paso de los minutos esos puntos van tomándo forma. Se convierten en caballitos de plástico. Eran como caballos de juguete, plásticos y resplandecientes.

Los caballos llegaron al ras del suelo y comenzaron a caminar a ritmo suave. Los caballos ahora eran caballos reales.

Pasaban ante mis ojos en un desfile pleno.

Todos los caballos llevan sus jinetes. Hombres y mujeres.

Las mujeres portan trajes hermosos, ajustados.

Pasan en sus caballos. Algunos me miran indiferentes. Otras de reojo como diciendo que guapo hombre.


Estoy comiendo en la casa de la señora Manuela. En el lugar hay gente de más…

Manuela me dice que si la puedo llevar en mi auto hasta un lugar llamado Ixtapaluca. Le digo que de ninguna manera lo haría. Esos son dominios de La Maga. Y está claro que ella  ya me echó de su reino.
Manuela se enoja conmigo. Pero yo no cedo. Le respondo que tengo un compromiso que no puedo evadir. Ella insiste y me pregunta que ¿ qué clase de compromiso?. Es un compromiso privado que no te puedo decir…

Me retiro sin terminar de comer. Los asistentes bajan sus cabezas pero diciendo para sus  adentros que soy un ojete de marca registrada.

Al salir me encuentro que en la puerta de enfrente hay una personas que también comen y celebran. Decido ir.

Llevo en la manos una gran caja que me pongo en la cabeza.  Les pido a los comesales que se hagan para un lado. Uno de ellos de bigote negro accede y se levanta para que yo pueda pasar. quita una cuna de latón dorado.



En el interior duerme un hermoso niño. Me acerco para verlo. En verdad que es un niño hermoso..


Le pregunto al hombre de bigote si es su hijo.  ¿El hombre asombrado me dice  que sí no le veo al nene  lo azul de sus ojos?.

Una segunda mujer me toca el hombro y me dice que ese niño bello es el resultado de mi amor con Carolina.

Paso entre la gente y sigo con la caja de cartón en la cabeza,. Una tercera mujer aprovecha que voy pasando con dificultad entre ellos que están sentados.

La mujer a la vista de todos los comensales pasa su mano suave de uñas pintadas por medio de mis piernas. Me frota con suavidad las nalgas y los dos huevos…


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
17 de febrero de 2013.
Estados Unidos Mexicanos.




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