AGUACERO.
Es temprano. Entro a una casa en malas condiciones. Siento
que debo de guarecerme pero si no me es posible me mojaré y ya está.
El cielo se torna
negro gris. La lluvia no tarda.
Dice mi mamá que me
meta que sí no me van a dar reumas. A
estas alturas una reuma más que importa.
Comienza a llover. Es de tal fuerza y magnitud. Me dice Juan Manuel que hay un
gato que está agarrado a un árbol. Es probable que se lo lleve el agua.
Le digo que esos no lo voy a permitir y salgo sin cubrirme.
La camisa está empapada pero no me importa. Mi obligación es salvar al gato. Y
así lo haré.
Subo al árbol y cae un
rayo. Cae tan cerca que por poco me mutila. Tomo al felinito y lo cubro con mi pecho.Bajo del
árbol el camino se convirtió en un
lodazal.
Regreso a la casa y me preguntan si no me pasó nada. Les digo
que no.
En esta vida es tan difícil ganarse el amor de las personas.
Me acercan una toalla.
Hay dos niños que juegan en el interior de los cuartos. Les
digo que se separen de la ventana. El
aguacero sigue acompañado de una tormenta de rayos.
Los niños no hacen caso y les cae uno a menos de diez centímetros de sus
zapatos. Les digo que deben de quitarse si no el rayo los carbonizará.
Juan Manuel mira la televisión. Es una televisión de bulbos
antigua. El aparato lo colocaron sobre un ropero. Al ropero le cae agua en
abundancia y moja la televisión. La televisión hace corto circuito. Apenas
logro ver la cara de Raúl Velasco
anunciar al artista de plástico.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
24 de septiembre de 2012
Estados Unidos Mexicanos
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