MUJER EN CAMISON BLANCO, TREN, GIGANTES QUE CANTAN , GATOS.
Una mujer sentada con las rodillas pegándole en la cabeza
oculta la cara. Pero aunque la esconda sabe quien es. Usted se acerca y le
pregunta porque anda tan dubitativa. Ella no levanta la cabeza. Usted sigue
hablando. Ella solo murmura. Le pregunta sobre sus observaciones a la natura. Ella solo le dice
bien, o casi acabo. Usted le frota
el pie y le da masaje a los dedos que se asoman por la sandalia. Ella en
ningún momento levanta la cara.
La deja para más tarde y le dice que se tiene que marchar. El
tren está punto de salir.
Así que corre. Va por una vereda en donde abundan las piedras
de río. Si, de esas piedras ovaladas,
lisas. Siempre quiso construir un camino con ese tipo de piedras pero nunca
pudo llevar a cabo ese tipo de trabajo. Mirar la calle del pueblo brillosa. Que
la luna le pegara de lleno y ver su trabajo, perfecto. Quizá no lo pudo llevar
a cabo por cosas del destino.
Un tren descubierto avanza lento. Parece que le está
esperando. Se trepa en la cabina. Va con
un hombre joven de pelo chino. Observa el paisaje. Mira a la mujer sentada.
Ahora tiene la cabeza levantada, incluso el pelo se le mueve, le grita que se
regrese que usted es su amor. Levanta la
mano y se despide de ella .No la vuelve a ver hasta el sueño del 2018.
Llegan a un pueblo. Es un pueblo tropical. No reconoce en que
país se encuentra. La población es mayoritariamente formada por gente de raza
negra. Quizá sea Haití sepa Dios. Un hombre flaco se acerca y le dice que debe
de acudir a una iglesia a dar las gracias al santo local.
Usted se encuentra a la afueras de un antro de mala muerte.
Es el mismo de los años setenta. No ha
cambiado absolutamente nada salvo las putas. Ahora son otras. Una de ella se acerca y le pregunta que sí
quiere le pueda dar una buena mamada por cincuenta pesos. Tan barato le
pregunta. Es que soy de precios módicos. Le dice que al rato regresa que ahora
quiere ver a esos gigantes vestidos de charros que cantas las mismas canciones
de siempre. Ah esos?. Esos son cantantes que cuando estaban en la cima de los aplausos no fumaban a nadie.
Se creían más allá de las personas. Y ahora que andan muertos de hambre salen a las calles y se muestran cordiales
con el pueblo. No son más que gentes hipócritas. Eso debe de ser.
Regresa con la suripanta. Le pregunta que cuanto dinero le
costará echarle un palo. Ella le dice; ya sabes que soy módica. Por ser pa ti
te cobrare trescientos pesos y el cuarto lo pagas tú.
La mujer le toma de la mano y se dirigen a un hotel que
apesta a orines. Mira al encargado que es un gachupín que tiene una cejas
largas y los brazos velludos. La mujer le hace una seña como indicándole que le
apunte en la libreta. Suben por una escalera de madera que se está deshaciendo.
La mujer ya sabe y abre la puerta de un cuartucho que además de oler a miados
huele a húmedad. Sin más ni más ella se
pone de a perrito y se baja los calzones. Usted se acerca y la toca. Luego en la rapidez de tres o cuatro minutos la
penetra y termina.
Ella se sienta, se
sube los calzones y su prisa aumenta. Usted al verla saca su cartera y le
pregunta ¿ cuanto costó el cuarto?. Ella le dice que como conoce al gachupín
solo le cobra ciento cincuenta. Entonces usted hace sumas mentales. Piensa que
con quinientos queda saldada la cuenta.
Le dá las gracias a la mujer y sale nuevamente a la calle por
donde pasan borrachos y personas de baja ralea..
Ahora va a un almacén en donde viven dos gatitos. Ellos prácticamente acaban de nacer. Muestran
sus dientitos fieros. Si se acerca un
gato de mayor edad, ellos le avientan un gruñidito que el gato mayor no tiene
más remedio que salir corriendo.
Está dormido, son como las cinco de la mañana, le despieta el
canto de un gallo desafinado, parece que el animal tiene garraspera. Se
levanta, abre la cortina y mira un cerro lleno de árboles y matorrales. El
cerro Tiene verde por todas partes. Abre la ventana y respira el aire limpio..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
07 de Agosto de 2012.
Nec spe nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
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