ARBOL HERIDO POR UN RAYO.




 
“ Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido”


No me pregunten porque ando en la punta de este árbol.


Yo me hallaba  cómodamente soñando  cuando se me ocurrió mirar al cielo. Primero se fueron acumulando nubes negras, después relámpagos y por último un rayo de fuerza descomunal le pegó justamente al enorme árbol de la variedad de los olmos.

Este no era un olmo común  cuyo desarrollo puede alcanzar una altura hasta de cuarenta metros. Este era otra cosa. La altura de este olmus era considerando ver pá abajo como de ciento cincuenta metros en aproximación.

Yo estaba  como les digo en la punta. Sin embargo el problema no era solamente mi persona sino que me acompañaban en esa aventura cuatro hijos pájaros.

Les dije que teníamos que buscar la forma o manera de bajar, pero que debido a la estatura de árbol nos veríamos en dificultades serias.

Les dije a los críos que lo primero que haríamos sería construir un nido con las ramas o follajes a nuestro alcance. Debemos apresurarnos antes de que la noche caiga.

Fui tomándo lo que pude. Después de dos o tres horas el camastro natural estaba hecho.

Luego puse manos a la opus y me fui deslizando como chango de Catemaco. El árbol tenía una abertura. Podría ser un buen refugio. Caminé entre la madera seca y les grite a los hijos pájaros que había encontrado un nuevo hogar. Ví con claridad  que los nenes asomaban sus cabezas y con ellas mismas me decían que nó. Les dije que consideraran que este lugar es más caliente y sí vámos a pasar la noche por acá lo mejor es no tener frío.

Salí y volví a la rama. Pensé que sí fuéramos ardillas bajaríamos sin dificultad pero este no era el caso.



Quisiera que pasara un helicóptero y nos viera, yo agitaría la mano derecha y le haría señas pero el cielo se oscureció  hubo ese impedimento y nos cobijó la noche.

Al amanecer llame a los niños pájaros para que vieran las tonalidades rojas y naranjas que nos regalaba Dios .. A ellos no les interesó, lo que querían era su leche en la  mamila.

Debajo de nosotros había un camino de piedras blancas , creo que son lajas. Todo es silencio…Y apenas se percibe el sonido de un riachuelo.

Después supe que nos encontrábamos en una reserva protegida para impedir que los depredadores humanos acabaran con ella en Costa Rica.

En esas andaba cuando escuché unas pisadas. Es una suerte que tenga educado el oído y pueda escuchar hasta el más mínimo ruidito.

Era una mujer. Llevaba la cabeza  agachada. Cuando le quise gritar noté que estaba afónico. Y mis reclamos por ayuda no pudieron llegar a sus orejas.

Para serte sincero la esperanza de que nos rescaten es  cada vez más nula. Es posible que cuando nos lleve la calaca  quedemos agarrados en las ramas y después al secárse  nuestros cuerpos sean arrancados por los vientos alisios y caigamos esparcidos por el terreno. Después nos convertiremos en polvo y quizá  en un recuerdo.

A eso de las doce del día volví a escuchar otros pasos. Esta vez me puse trucha y comencé a agitar un pañuelo que por suerte traía. Logré llamar la atención de una pareja de muchachos. Con las manos les hice señas. Ellos lograron interpretar mis ademanes y llamaron a los cuerpos de rescate.

Para llegar a la punta del olmo había un camino que subía. Debo decirles que nunca lo ví. Llegaron muchas personas y les informé que había en el nido  cuatro niños que se decían mis hijos. Quien sabe. En los sueños todo es posible aunque nunca anduve regándo la simiente salvo  las ocasiones que la vida y el amor me  lo ofertaban..

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
18 de Agosto de 2012.
Estados Unidos Mexicanos.



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